Macron se sitúa como la figura clave en la renovación de las instituciones europeas pese a su derrota ante Le Pen
- Su partido será el mayor de la familia liberal, la llave de la mayoría ante el retroceso de la coalición de populares y socialistas
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Una derrota es siempre una derrota, pero algunas esconden la semilla de un triunfo. Como la que sufrió este domingo el presidente de Francia, Emmanuel Macron, batido en las elecciones europeas, si bien a partir de ahora se sitúa como la figura clave para la renovación de las instituciones europeas, que se negociará en los próximos meses y que abarcará desde la nueva Comisión Europea hasta la presidencia del Banco Central Europeo.
El partido de Macron, La República en Marcha, nació en 2016 y, por lo tanto, no tenía eurodiputados en la última legislatura. Desde anoche, puede contar ya con al menos 21 escaños en el Parlamento Europeo, lo que le convierte en la principal delegación dentro de la familia liberal, que será determinante en la formación de nuevas mayorías europeístas, toda vez que, por primera vez, la gran coalición de populares y socialistas perdió la mayoría que habían compartido en las últimas cuatro décadas.
“Aunque quedara segundo, el partido de Macron tiene más oportunidades de desempeñar un papel de pivote“
"Aunque quedara segundo detrás de Le Pen, el partido de Macron tiene más oportunidades de desempeñar un papel de pivote, incluso ser decisivo, que el partido de Le Pen", explica a la agencia Reuters el responsable en París del think tank EFCR, Manuel Lafont Rapnouli. "Por supuesto, en términos de capital político, en términos de imagen, no es muy bueno para Macron. Pero, desde un punto de vista institucional, ahora está en mejor posición".
Tras la crisis de los chalecos amarillos, las elecciones europeas se habían planteado en Francia casi como un plebiscito entre el europeísmo del presidente y el populismo de Le Pen. Su candidata, la exministra Natahalie Loiseau, obtuvo 5.076.363 votos, el 22,41 %, insuficientes para superar al candidato de Le Pen, Jordan Bardella, que logró 5.281.576 votos, el 23,31 %, y un escaño más, 22. Con todo, si se consuma el Brexit y Reino Unido sale de la Unión Europea, el nuevo reparto dejaría a ambos partidos con 23 asientos en el Parlamento Europeo.
Una derrota "honorable"
Con ese escenario, desde el Palacio del Elíseo han reconocido que es una derrota "decepcionante", pero han destacado que es "honorable", muy diferente de otros votos de castigo recibidos por los antecesores de Macron en el cargo. Sin ir más lejos, François Hollande recibió un varapalo mucho peor hace cinco años, cuando Le Pen ya ganó las elecciones y los socialistas quedaron en tercer lugar.
En cierto modo, los resultados de Francia son un reflejo de lo que ha pasado en el conjunto de la Unión Europea, pese a los temores que existían por la crecida de nacionalistas y euroescépticos: la marea ha sido menor de lo esperado, pese a que han ganado en países claves como Italia, Polonia, Reino Unido y la propia Francia, pero su capacidad de influencia en el Parlamento Europeo sigue siendo casi nula -suman 172 escaños, el 22,9 % de la cámara- ante la mayoría europeísta que conforman populares, socialistas, liberales y verdes -que acaparan entre los cuatro 506 diputados, más del 67 % del total-.
Con esa composición, y dado que socialistas y populares ya no suman mayoría absoluta, el entorno de Macron en Bruselas cree que su papel será esencial en la nueva Unión Europea que se empezará a perfilar desde este mismo martes, cuando los líderes de los Estados miembros celebren una cumbre informal para negociar los próximos nombramientos: en otoño hay que renovar la Comisión Europea, incluido su presidente, así como nombrar un nuevo presidente del Consejo Europeo y al sucesor de Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo.
"Por primera vez, el Partido Popular Europeo (PPE) y la Alianza de Socilaistas y Demócratas (S&D) tendrán que comprometerse con una fuerza europeísta y centrista, en la que tendremos un rol central y crucial, y que será un socio indispensable", señalaba a Reuters uno de los consejeros de Macron, en referencia a la Alianza de los Liberales y Demócratas de Europa -en la que también se encuadra el partido español Ciudadanos-.
Relevar a Merkel
A esta posición central se une el retroceso de los conservadores en Alemania, que han perdido cinco eurodiputados, y la retirada anunciada de Angela Merkel, tras 15 años como líder indiscutible del proyecto europeo. De hecho, Macron podría empezar por intentar reequilibrar el eje franco-alemán, escorado en los últimos años mucho más hacia Berlín que hacia París.
En primera instancia, el presidente francés parece dispuesto a vetar al candidato. "Desde nuestro punto de vista, el candidato favorito de Angela Merkel ha quedado totalmente descalificado hoy", argumentaba este domingo el número dos de la lista europea de La República en Marcha, en declaraciones a una radio francesa. Un movimiento que eleva las posibilidades de Magrete Vestager, la política danesa que los liberales han deslizado como candidata a presidir la Comisión Europea.
"Te puede gustar o no, pero no hay duda de que será el líder en los próximos meses en Europa, con un papel crucial como decisor", ha declarado al diario francés Journal du Dimanche el ex primer ministro italiano Matteo Renzi. Otro socialista, el portugués Antonio Costa, ya señaló durante la campaña a Macron como el líder que podría guiar a los integracionistas frente a los euroescépticos en la Unión Europea.
Macron ya se ha puesto a la tarea: este mismo lunes recibe en París al presidente español, Pedro Sánchez, que fue uno de los vencedores de la noche europea, al convertirse la delegación del PSOE es la más numerosa de la familia socialista ante la caída del SPD alemán. Mientras, los liberales europeos esperan a los eurodiputados de Macron con los brazos abiertos, como dejaba claro uno de sus referentes, el belga Guy Verhofstadt, al valorar los resultados en Francia: "Lo que tu llamas una derrota yo lo llamó victoria".