El Banco de España eleva la previsión de crecimiento al 2,4% este año y advierte de que el déficit apenas bajará
- El supervisor justifica la revisión del PIB en el mejor comportamiento de la economía durante el primer semestre de 2019
- Mantiene sin embargo que la economía española va a tener una "moderación gradual del crecimiento"
El Banco de España ha elevado la previsión de crecimiento para España este año al 2,4%, dos décimas más que en su anterior estimación, por el mejor comportamiento de la economía del país en el primer semestre. Sin embargo el organismo ha advertido de que el déficit público fruto del ciclo económico y no de la reducción del saldo estructural, tal y como nos pide la Comisión Europea.
Para el segundo trimestre del año, el Banco de España adelanta un crecimiento del 0,6% -con datos parciales, hasta el 22 de mayo-, una décima menos que en el periodo anterior, pero también una desaceleración "inferior" a la que muestra el conjunto de la zona euro. Es decir, que la economía española está resistiendo mejor que su entorno a la situación económica actual.
Los dos años siguientes el país seguirá creciendo por encima de su tasa potencial, pero dentro de una senda de gradual desaceleración: 1,9% en 2020 y 1,7% en 2021. El supervisor señala que se va a mantener la actual fase expansiva de la economía española que, no obstante, sufrirá una "moderación gradual del crecimiento" en los próximos años.
Pese a mejorar el pronóstico para 2019, el organismo ha advertido que ha empeorado el balance de los riesgos que pesan sobre la economía española. Todos ellos se han intensificado, en especial una eventual escalada del proteccionismo comercial, pero también la incertidumbre del Brexit y las dudas sobre la economía china. En el ámbito interno cabe destacar la incertidumbre sobre el curso futuro de las políticas económicas en un contexto de elevada fragmentación política.
El crecimiento, basado en el consumo
El crecimiento del PIB seguirá sustentándose sobre el gasto doméstico privado que irá, no obstante, perdiendo fuerza por varios motivos, entre los que se encuentran que los hogares ahorrarán más y que el aumento de las rentas laborales vendrá por subidas salariales más que por la creación neta de puestos de trabajo. Además se irán agotando los efectos "expansivos" incluidos en los Presupuestos Generales del Estado para 2018.
Respecto a la demanda externa, el organismo destaca la "notable pérdida de dinamismo" tanto de exportaciones como de importaciones, lo que justifica que haya reducido de forma drástica sus cálculos. Las exportaciones crecerán un 1,6% este año, la mitad de lo estimado en marzo, y las importaciones lo harán un 1,4% (cuando hace tres meses esperaba un incremento del 3,6%). Así, la demanda exterior aportará solo una décima al crecimiento del PIB este año, recortará dos décimas el próximo año y será neutral en 2021.
Por lo que al empleo se refiere, se prevé una moderación progresiva de los elevados ritmos de crecimiento observados en los últimos años, en consonancia con la desaceleración proyectada de la actividad. Así, a finales de 2021 -tras caer de forma progresiva- la tasa de paro disminuirá y bajará del 12%, un nivel inferior al paro estructural del país (que el organismo sitúa en el 13%).
No bajará más aún el desempleo porque repuntará la población activa, un dato positivo ya que hay más gente en edad de trabajar dispuesta a ello. Eso sí, el organismo insiste en que "los efectos de la subida del salario mínimo que entró en vigor al inicio del año tenderán a moderar el dinamismo del empleo en los próximos trimestres".
Poca reducción del déficit y de la deuda
En sus proyecciones macroeconómicas para España, que forman parte de las expuestas este jueves por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, la entidad advierte de que el déficit público solo va a bajar una décima este año y lo va a hacer por el mayor crecimiento de los ingresos en los primeros meses del año. Este cálculo no incluye el Programa de Estabilidad presentado a Bruselas "porque no está aprobado" y el Gobierno sigue siendo interino.
En los dos años posteriores se proyecta una corrección gradual del déficit, como consecuencia de los efectos favorables del ciclo económico. Así, el desfase de las cuentas públicas se reducirá hasta el 1,8% en 2020 y el 1,6% en 2021. En cualquier caso, España no cumpliría con los objetivos pactados con Bruselas ni con las exigencias del Ejecutivo comunitario de reducir el déficit estructural del país.
Sobre la deuda, el Banco de España estima que se mantendrá "holgadamente" por encima del 90% del PIB en 2021 y cree que -a falta de conocer la política presupuestaria del Gobierno- llevará "bastante tiempo" reconducirla hacia niveles comparables con la UE, una tarea que "llevará tiempo", en palabras del director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce.
Arce también ha sido preguntado en rueda de prensa por el alza del precio de la vivienda, del 6,8% en el primer trimestre respecto al mismo periodo de 2018. "No vemos indicios de sobrevaloración generalizada, aunque es un elemento que seguimos con atención y de manera continuada", ha dicho antes de señalar que no cree que ese incremento pueda desencadenar otra crisis ya que las actuales subidas no son uniformes, según señala Efe.