La Policía Nacional detiene a 21 personas de una red de explotación sexual y libera a ocho mujeres
- Las mujeres, que tenían prohibido salir del sótano del chalé, eran explotadas sexualmente y laboralmente
- Además de droga, los agentes se han incautado de numerosas armas, ordenadores y documentación
La Policía Nacional ha detenido a veintiuna personas como presuntas integrantes de una red criminal dedicada a la explotación sexual y laboral en Marbella (Málaga) y ha liberado a ocho mujeres.
Los líderes de la red eran un grupo familiar portugués y las mujeres, que tenían prohibido salir del sótano del chalé, eran explotadas sexualmente y laboralmente.
Tras la identificación de todos los implicados se han practicado cuatro entradas y registros -tres domicilios particulares y el chalé mencionado- todos ellos en Marbella, donde además de droga, los agentes se han incautado de numerosas armas, ordenadores y documentación que acredita la actividad criminal.
El chalé funcionaba como un establecimiento público, con barra de bar y con funcionamiento 24 horas al día, pero ya ha sido clausurado cautelarmente y se han bloqueado los bienes de la red tanto en España como en Portugal.
La operación se inició gracias a una comunicación al teléfono de la trata
La operación se inició gracias a una comunicación al teléfono de la trata, el 900.10.50.90, en la que se daba aviso de la situación de explotación sufrida por las víctimas.
Según las pesquisas, se ha podido determinar que la red criminal contactaba con frecuencia con un individuo que le proporcionaba pequeñas cantidades de sustancias estupefacientes, como cocaína y MDMA, para ser distribuidas entre los clientes.
No obstante, esta labor de menudeo recaía en los encargados, personas de confianza de los cabecillas de la red que se quedaban a cargo del chalé y quienes, además, controlaban a las víctimas y cobraban los servicios sexuales que éstas realizaban.
La captación de las víctimas se producía en España y, en ocasiones, acudían de manera voluntaria al prostíbulo aunque en otras eran engañadas bajo una oferta de empleo en una "casa de masajes" y una vez allí les imponían un régimen de multas, jornadas agotadoras y amenazas.
La investigación ha tenido dos fases, la primera en la que resultaron detenidas seis personas -entre ellos los líderes de la organización- y una segunda fase en la que se actuó sobre los escalones más bajo de la red, y fueron detenidas quince personas más.