Sánchez pide a Casado y Rivera que se abstengan en su investidura y ambos se niegan
- Lastra lamenta que ambas formaciones lleguen a acuerdos con Vox y veten al PSOE
- Sánchez e Iglesias negociarán un "gobierno de cooperación" de cara a la investidura
El presidente del Gobierno en funciones y candidato a la investidura, Pedro Sánchez, ha pedido a los líderes de PP y Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, que se abstengan en su investidura y que faciliten la gobernabilidad y ambos le han contestado con la misma respuesta: votarán en contra y no se plantean la abstención.
La portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, ha comparecido ante los medios para dar cuenta de las reuniones que ha mantenido Sánchez este martes con Rivera y Casado y ha lamentado que ambos se hayan "instalado en la estrategia de impedir que se forme el gobierno que los ciudadanos han querido".
Tanto Casado como Rivera han dicho oficialmente a Sánchez que no se mueven de su 'no' en el mismo día en que Sánchez ha acordado con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, avanzar en un "gobierno de cooperación".
Lastra ha reprochado a PP y Ciudadanos que blanqueen a la "ultraderecha" de Vox permitiendo su entrada en los órganos de gobierno de las instituciones, poniendo como ejemplo la composición de la Mesa de la Asamblea de Madrid, y en cambio estén dispuestos a "bloquear el Gobierno de la nación".
El líder socialista ha arrancado este martes de forma oficial las negociaciones para la investidura que se celebrará previsiblemente en julio y para la que debe recabar los apoyos que le den la mayoría absoluta en una primera votación o la simple en una segunda.
Se da la circunstancia de que Sánchez ha pedido este martes al PP y a Ciudadanos una abstención que él negó a Mariano Rajoy en la investidura de 2016 y que provocó la mayor crisis del PSOE ya que Sánchez, entonces defenestrado por el aparato de Ferraz, se negó a abstenerse y se vio obligado a dejar su acta de diputado.
Tras la reunión con Rivera y Casado, Sánchez ha dicho que "la ciudadanía quiere soluciones y no bloqueo" en su cuenta de Twitter.
Rivera insta a Sánchez a gobernar con "populistas y nacionalistas"
El primero en comparecer ha sido el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que ha definido el encuentro como una "copia" del que mantuvo con Sánchez hace semanas en un primer contacto en La Moncloa tras las elecciones generales, tras el que ya dejó claro su 'no' a Sánchez.
"Estamos en la oposición y no apoyaremos la investidura", ha reiterado en una comparecencia de prensa posterior a ese encuentro que ha durado 40 minutos y en el ha emplazado a Sánchez a formar gobierno porque "tiene la obligación constitucional de hacerlo" y lo lógico es que lo haga con sus "socios habituales, que son los populistas y nacionalistas".
"Seremos firmes frente a las subidas de impuestos y sablazos fiscales de PSOE y Podemos; firmes si hay privilegios a los nacionalistas, y leales a España y los españoles. Haremos una oposición útil", ha querido dejar claro.
Ha asegurado que no ha salido a colación la situación de Navarra, donde Cs ha pedido al PSOE que se abstenga para permitir que gobierne la coalición Navarra Suma (UPN, PP y Cs), una abstención que Rivera niega a Sánchez para su investidura, porque, según ha argumentado, "esto no es un intercambio de cromos". Además, Rivera ha señalado que no tocaba este martes "mezclar acuerdos autonómicos y locales" con la investidura de Sánchez.
Casado pide a Sánchez que se apoye en regionalistas y no independentistas
Por su parte, el líder del PP, Pablo Casado, ha trasladado al jefe del Gobierno en funciones que su partido no va a apoyar ni se va a abstener en segunda votación para facilitar su investidura pero le ha ofrecido el apoyo de su partido para alcanzar grandes pactos de Estado.
Cree que es "lógico" un posible Gobierno de cooperación del PSOE con Unidas Podemos y ha pedido que se complete con los partidos regionalistas y no con los independentistas.
En el encuentro con Sánchez, Casado también le ha planteado que está dispuesto a explorar la aplicación de otras medidas más allá del artículo 155 para garantizar que en Cataluña se cumplan unas "normas mínimas" dentro de un Estado constitucional como es España.
El líder del PP ha rechazado que se pueda producir una nueva convocatoria de elecciones, pero ha admitido que tanto a su partido como al PSOE no es una opción que electoralmente les venga mal. Ha advertido de que sería una "irresponsabilidad" someter a los españoles a un quinto proceso electoral en apenas tres meses, que además cree que "no va ser necesario".