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Cinco mangas inolvidables para la Feria del Libro de Madrid

  • Desde grandes clásicos a las últimas novedades del cómic oriental
  • Y de temas muy variados, desde la historia al terror pasando por el costumbrismo

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Fragmento de la portada de 'Mi vida en barco'
Fragmento de la portada de 'Mi vida en barco'

La cosecha de mangas de este año está siendo excepcional y podríamos recomendaros un montón de títulos destacados para esta Feria del Libro de Madrid. pero nos vamos a centrar en cinco joyas que harán las delicias de los aficionados al cómic japonés y, si les dáis una oportunidad, seguro que enganchan a nuevos lectores. Son Devilman (Panini), El teatro escalofriante de Hideshi Hino (La Cúpula), Holy Dragon Imperator 2 (Amok Ediciones-Dib>buks), La cantina de medianoche: Tokyo Stories (Astiberri) y Mi vida en barco (Gallo Nero).

'Devilman'

Portada de 'Devilman'

La mayoría no le conoceréis por su nombre, Go Nagai, pero si os digo que es el creador de Mazinger Z seguro que la cosa cambia. Este autor japonés, de 73 años, no solo creó el género de los robots gigantes tripulados, sino que tiene una de las carreras mas prolíficas del cómic japonés con títulos tan destacados como Cutey Honey y el que hoy os recomendamos: Devilman (Panini), la historia de un joven bondadoso poseído por un demonio, que es el señor de la guerra. Entonces, Devilman se convertirá en la última esperanza para que la humanidad evite una invasión de diablos. Por cierto que Go Nagai también fue uno de los pioneros en introducir el erotismo en el manga moderno por lo que no os sorprendáis si este tomo incluye desnudos.

Devilman recupera, en tres volúmenes, la serie original publicada entre 1972 y 1973. Un cómic que tenía un profundo mensaje antibelicista y que tuvo un gran éxito, por lo que enseguida se convirtió en una serie de anime (1972). Aunque el manga tiene un tono más adulto y un final mucho más trágico. Además, en 1973, se estrenó una película que unía los universos de ambos personajes: Mazinger Z vs. Devilman, lo que demuestra el enorme impacto que ambos personajes tuvieron en Japón. Destacar la fortaleza de los personajes del manga de Go Nagai, el ritmo (que no nos da un momento de respiro) y la imaginación del autor para crear esos horribles demonios llenos de ojos, tentáculos y otras horribles protuberancias. Lo curioso es que Nagai quedó tan agotado con este proyecto que creó Mazinger Z como una mera diversión, para relajarse.

'El teatro escalofriante de Hideshi Hino'

Portada de 'El teatro escalofriante de Hideshi Hino'

También es un clásico moderno Hideshi Hino (Manchuria, 1946), uno de los autores de terror más influyentes de la actualidad, que se hizo famoso en los años 80 por dirigir dos películas de la famosa serie de cine gore Ginea Pig (con tanta pericia y tan mala suerte que las autoridades pensaron que los crímenes eran reales y hubo un gran escándalo internacional que a punto estuvo de llevarlo a la cárcel). En los últimos años su prestigio como maestro del manga de terror no ha hecho sino aumentar y en España Ediciones La Cúpula nos ha ofrecido algunas de sus grandes obras como Historias de la máscara, La isla de las pesadillas, Galería de horrores, Circo de monstruos, La enfermedad de Zoroku, El hombre cadáver y Panorama infernal. Auténticas pesadillas en viñetas que ahora crecen con El teatro escalofriante de Hideshi Hino.

Un manga de bolsillo que recoge varias historias cortas de Hino en las que destaca su habitual gusto por lo macabro pero que, a su manera, también resultan bastánte poéticas. Sobre todo la protagonizada por una niña enferma que sueña con alzar el vuelo convertida en una grulla. El tomo también incluye un homenaje a Frankenstein, con un monstruo que que mezcla la criatura de Shelley con el mismísimo Godzilla, nos ofrece una variación de la típica historia en la que una de nuestras manos tiene conciencia propia, una bella historia de amor entre un Kappa (una criatura mitológica japonesa) y una ciega, y nos presenta a una mujer deseseperanzada que arrulla a una muñeca a la orilla del mar. Pesadillas que tienen mucho de poéticas para leer a la luz de las velas.

'Holy Dragon Imperator' (Tomo dos)

Portada de 'Holy Dragon Imperator 2'

Ya os recomendamos el primer tomo de Holy Dragon Imperator (Amok-Dib>buks) porque es un gran manga, narra una estupenda historia de suspense que transcurre en dos líneas temporales (el pasado y la actualidad), nos viene de Vietnam (país del que apenas llegan títulos a España) y nos permite conocer la historia de Vietnam, que (desgraciadamente) para muchos occidentales empieza (y acaba) con la Guerra contra los norteamericanos. Un libro que consiguió, en 2015, el Premio Internacional de Manga, que reconoce a los mejores mangas creados fuera de Japón.

Este segundo volumen continúa mezclando la historia de la resistencia de la dinastía Tran contra el ejército mongol (1225-1400) con nuestro presente, donde seguimos a un niño de seis años de edad cuya memoria almacena misterios sellados en el pasado, y que lo convierten en el objetivo de misteriosas organizaciones. En esta segunda entrega la linea temporal del pasado nos lleva al año 1281. Destacar el trepidante guion de Nguyen Khanh Duong, que mezcla de forma admirable el suspense con la acción y la reflexión; y los estupendos dibujos de Nguyen My Anh y Nguyen Thanh Phong, que reconstruyen esa época histórica con todo lujo de detalles, a la vez que crean una atmósfera llena de la magia y de romanticismo. Aunque los conflictos bélicos fueran constantes en esa época.

'La cantina de medianoche'

Portada de ' La cantina de medianoche: Tokyo Stories'

Los bares y pequeños restaurantes son una fuente inagotable de historias, sobre todo si los mezclas con gastronomía, como en La cantina de medianoche: Tokyo Stories (Astiberri), uno de los mangas de mas éxito de la actualidad, del que ya se han publicado 21 tomos en Japón. Además ha sido adaptado a varias películas e incluso tiene su propia serie en Netflix: Midnight dinner: Tokyo stories. Es la historia de una taberna del barrio de Shinjuku que es tan pequeña que ni siquiera tiene nombre. Y que, por su peculiar horario (de doce de la noche hasta las siete de la madrugada), acoge a los noctámbulos de Tokio, desde boxeadores, prostitutas, actores porno, policías y yazukas.

En su carta solo tiene caldo de cerdo, pero la gente puede pedir lo que quiera y, si el dueño tiene los ingredientes, se lo prepara. Aunque la comida es la excusa para introducirnos en las apasionantes historias de los clientes del local. Urbanitas de una gran ciudad en la que la gente está acostumbrada a mirarse a los pies (para no molestar a nadie) y que encuentran en este lugar un sitio para conversar con extraños a los que nunca pararían por la calles. Así, las confidencias se suceden entre los platos y algunas de las historias de estos clientes se cruzan para cambiarles la vida para siempre. Un manga tan humano como apasionante que podríamos describir como la versión dramática de Cheers.

'Mi vida en barco'

Portada de 'Mi vida en barco'

Dejamos para el final una auténtica joya, Mi vida en barco (Gallo nero), de Tadao Tsuge (Tokio, 1941), uno de los maestros del manga alternativo japonés que, junto a su hermano Yoshiharu Tsuge (El hombre sin talento), también fue uno de los precursores del manga del Yo (autobiográfico). Por cierto que en este manga Yoshiharu hace un cameo. Este grueso volumen, de 620 páginas, narra la historia de Tsuda, un escritor en crisis de mediana edad que compra un viejo barquito para ir a pescar al río y buscar así inspiración para su obra maestra. Aunque acabará dejándose arrastrar por la vida sencilla, modesta, y sin preocupaciones, de los pescadores fluviales. Y su único sueño será pescar la carpa perfecta, una de 60 centímetros.

Una obra maestra sobre el sentido de la vida, el paso del tiempo y la relación del hombre con la naturaleza. Un viaje en busca de las cosas realmente importantes de la vida, y también de lo que nos hace humanos. Una maravilla que hay que degustar a un ritmo pausado, que nos marca el propio autor. Y un apasionante durante el que el protagonista experimenta momentos agridulces, como la vida. Destacamos el tono melancólico de toda la obra y de los personajes con los que se va cruzando este pescador; como vagabundos, artistas y otros pescadores que parecen no vivir en el mundo real sino en un espacio mágico fuera del tiempo y el espacio, en el que lo único que importa es la amistad y disfrutar de una vida sencilla en la que sólo importan los sueños.