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El Tribunal Superior de Baleares propone juzgar al instructor del 'caso Cursach' que ordenó requisar móviles de periodistas

  • La magistrada instructora de la causa ve indicios suficientes para procesar al juez por cuatro presuntos delitos
  • El TSJB abrió la investigación a Miguel Florit a raíz de la denuncia de los periodistas y de sus empresas

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El juez Miquel Florit, instructor del 'caso Cursach', antes de comparecer como investigado ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares
El juez Miquel Florit, instructor del 'caso Cursach', antes de comparecer como investigado ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares.

La magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) Felisa Vidal ha propuesto abrir el procedimiento para llevar a juicio al juez del caso Cursach, Miguel Florit, al considerar que hay indicios suficientes para procesarle por varios presuntos delitos cometidos al ordenar la requisa de móviles de periodistas y el control de sus comunicaciones.

En concreto, el auto dictado este miércoles por la instructora de la causa estima que existen indicios suficientes para procesar al juez por los presuntos delitos de prevaricación, contra la inviolabilidad del domicilio, contra el ejercicio al secreto profesional del periodistas y por la interceptación ilegal de comunicaciones.

El TSJIB ha investigado a Florit a raíz de la denuncia presentada por los periodistas Kiko Mestre y Blanca Pou, por sus empresas, Diario de Mallorca y Europa Press, y por la Agencia Efe, cuyas comunicaciones fueron controladas por la Policía a instancias del juez para tratar de revelar la fuente de una noticia relativa al caso Cursach.

El auto dictado por la juez Vidal, por el que acuerda seguir por el procedimiento abreviado las diligencias contra el juez Florit, es el paso previo a la apertura del juicio oral, por lo que la magistrada ha abierto un plazo para que las partes presenten escrito de acusación.

En el caso Cursach se investiga, entre otros posibles delitos, una presunta trama de complicidad entre responsables de discotecas y locales de ocio y policías locales de Palma y Calvià para favorecer los negocios del empresario Bartolomé Cursach, dominador durante décadas de la noche mallorquina.

La Policía Nacional detuvo el pasado 18 de diciembre por revelación continuada de secretos en el caso Cursach a un inspector que fue responsable del grupo de Blanqueo de la Jefatura de Baleares que investigó esta presunta trama de corrupción y a otro agente que intervino en el caso.