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Protestas Hong Kong

Más de un millón de personas se manifiestan en Hong Kong para pedir la retirada de la ley de extradición

  • Los manifestantes denuncian que activistas o periodistas podrían ser enviados a la China continental para ser juzgados
  • Reclaman también la dimisión de la jefa del Ejecutivo, Carrie Lam

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Cientos de miles de manifestantes vuelven a ocupar el centro financiero de Hong Kong para decir 'no' al proyecto de ley de extradición con China continental

Más de un millón de hongkoneses han salido este domingo a las calles para pedir la retirada definitiva del proyecto de ley de extradición, cuya tramitación ha dejado en suspenso el Gobierno local.

Los manifestantes, la gran mayoría vestidos de negro y con paraguas por lo que consideran la "pérdida de la democracia" en Hong Kong, reclaman también que la jefa del Ejecutivo local, Carrie Lam, condene el excesivo uso de la fuerza policial durante las protestas del pasado miércoles.

La manifestación ha arrancado en el parque de la Victoria y los manifestantes han ocupado el parque Tamar, junto a la sede del Parlamento y las principales avenidas y calles adyacentes a su alrededor en un radio de casi dos kilómetros, según ha constatado Efe.

Al iniciar la marcha se ha guardado un minuto de silencio por la muerte de un joven que por la noche cayó de un andamio cuando trataba de colocar un cartel de protesta, con lo que muchos concentrados han portado lazos y flores en señal de duelo.

En la protesta, de carácter pacífico y a la que han asistido jóvenes pero también familias y niños, han podido verse pancartas con frases como "Paren la violencia, no somos alborotadores" o "No a la brutalidad policial" y reivindicaciones para que se retiren todos los cargos contra los detenidos en las movilizaciones.

Muchos de los participantes han expresado su intención de permanecer toda la noche en las calles, al tiempo que han pedido la dimisión de la impulsora del proyecto de ley de extradición, Carrie Lam, que la víspera anunció la suspensión de la iniciativa legislativa ante las protestas populares.

Los manifestantes piden la retirada definitiva del proyecto de ley de extradición

Los manifestantes piden la retirada definitiva del proyecto de ley de extradición. ROMAN PILIPEY

La ley de extradición está en "suspensión"

La controvertida propuesta legislativa permitiría extraditar, entre otros países a China, a los acusados de ciertos delitos.

El cambio de postura de Lam, que hasta ahora había defendido con ímpetu su proyecto de ley, se produjo tras reunirse con su Gobierno y después de que algunos dirigentes políticos que lo apoyaban pidiesen el viernes aplazarlo o dejarlo en suspenso.

La marcha de este domingo da seguimiento a las protestas del miércoles, cuando cientos de miles de personas se echaron a las calles para pedir la retirada del texto, aunque entonces sólo consiguieron un aplazamiento de su segunda lectura en el Parlamento.

La policía dispersó ese día la concentración ante la sede legislativa mediante el uso de gases lacrimógenos y pelotas de goma en una actuación que ocasionó 81 heridos -dos de ellos graves- y 11 detenidos, según las fuerzas de seguridad locales.

El Frente Civil por los Derechos Humanos se une a las protestas

Horas antes de la manifestación de este domingo, el Frente Civil por los Derechos Humanos señaló que apoya la huelga general convocada por los sindicatos el lunes y pidió a los hongkoneses que se unan a ella.

"Lo importante es que no habrá sesión legislativa el lunes, con lo que ir a la sede del Legislativo quizá no es una prioridad", dijo Leung a Efe, aunque señaló que las organizaciones deben prepararse ahora para el futuro porque "la suspensión de la ley anunciada ayer no es una victoria, es sólo una táctica para ganar tiempo".

Propuesta en febrero y con una votación final que estaba prevista para el 20 de junio, la ley permitiría a la Jefatura del Ejecutivo y a los tribunales de Hong Kong tramitar, sin supervisión legislativa, las solicitudes de extradición de jurisdicciones sin acuerdos previos, en particular, China y Taiwán.

Los opositores temen que, de salir adelante esa ley, activistas locales, periodistas críticos o disidentes residentes en Hong Kong podrían ser también enviados a la China continental para ser juzgados.