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Colau vuelve a colgar el lazo amarillo en la fachada del Ayuntamiento de Barcelona

  • PSC y Ciudadanos han criticado la decisión y PP ha advertido de que intentará descolgar la pancarta
  • El símbolo independentista fue retirado durante el periodo electoral por orden de la Junta Electoral Central

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Vuelve el lazo amarillo al balcón del Ayuntamiento de Barcelona

El lazo amarillo en apoyo a los líderes independentistas presos ha regresado al balcón del Ayuntamiento de Barcelona, tal y como anunció Ada Colau en su discurso de investidura. La reposición del símbolo se ha producido este lunes tras una reunión en la que la recién reelegida alcaldesa de la Ciudad Condal ha consultado la medida a los distintos grupos políticos.

El lazo, retirado durante el periodo electoral por orden de la Junta Electoral, vuelve con el aval de Barcelona en Comú, ERC y JxCat, y el rechazo de PSC, Ciudadanos y PP, lo que se traduce en un apoyo de una mayoría amplia, con 25 ediles a favor y 16 en contra.

La 'número dos' de los comunes, Janet Sanz, asegura haber constatado que estos grupos no han cambiado su postura respecto a la Junta de portavoces que decidió colgar el símbolo.

Sanz también ha pedido respeto ante el anuncio del presidente del grupo popular de que ellos lo intentarán descolgar.

El PP ha advertido de que intentará retirarlo

La vuelta del lazo ha sido criticada por el PSC, que califica la decisión de errónea por tratarse de un símbolo que no representa a todos. Para Ciudadanos, la medida demuestra que hay "pocas diferencias" entre ERC y los 'comunes'.

En cambio, ERC y JxCat han señalado que el lazo debería estar ya desde el día siguiente de las elecciones del 26 de mayo.

Nada más ser investida el pasado sábado, Colau anunció en su discurso que propondría reponer la pancarta con el lazo amarillo en la fachada del ayuntamiento, en solidaridad con los "presos políticos".

"No es nada habitual poner símbolos de forma permanente en la fachada del ayuntamiento, es una práctica muy excepcional, pero la existencia de presos políticos es una situación de excepcionalidad política que no hay que normalizar", argumentó la alcaldesa, que finalmente ha llevado a cabo una medida que, aunque ha sido consultada, no requería de aprobación previa por parte de ningún órgano de representación.