La Comisión Europea destaca la ambición del plan climático de España aunque le exige más concreción
- Bruselas considera que España debe "estudiar más a fondo cómo deberían desarrollarse las medidas"
- La Comisión Europea resalta que el español está entre los mejores programas presentados
La Comisión Europea (CE) ha aprobado este martes el borrador del Plan Nacional de Energía y Clima de España aunque ha pedido aclaraciones sobre esa hoja de ruta exigida a los países de la UE, para que explique cómo cumplirá con los objetivos europeos de la transición energética entre 2021 y 2030.
La Comisión Europea ha situado a España, junto con Dinamarca, Estonia, Lituania y Portugal, entre los cinco países que han presentado planes con contribuciones "significativamente más altas" que el resto de Estados miembros.
El Ejecutivo comunitario valora que España busque alcanzar neutralidad en emisiones de efecto invernadero en 2050, como quiere hacer valer la Comisión, y que supere de largo la media comunitaria en materia de consumo bruto total de energía renovable en 2030, con un 42 % frente al objetivo conjunto del 32 %.
No obstante, la CE señala que si bien esa trayectoria española contempla un punto "de referencia" en 2025, no incluye escalones intermedios de evaluación para 2022 y 2027, y reclama "más información detallada sobre las medidas destinadas a reducir la carga administrativa y sobre los marcos facilitadores para el autoconsumo de energías renovables".
La Comisión Europea también considera que el Gobierno de España debe "estudiar más a fondo cómo deberían desarrollarse las medidas actuales para alcanzar sus objetivos de ahorro energético", que deberían "mejorar enormemente los actuales resultados".
Se pide además "que siga desarrollando medidas de apoyo a la consecución de los objetivos de seguridad energética en lo que concierne a la diversificación y la reducción de la dependencia energética, en particular medidas destinadas a garantizar la flexibilidad, y facilitar información sobre el abandono progresivo de la energía nuclear".
Mercado, interconexiones y nucleares
También le reclama a España que defina cómo abundaría en la integración del mercado energético "para afrontar la evolución previsible de los déficit arancelarios en los sectores de la electricidad y del gas", y que perfile "una estrategia y un calendario para avanzar hacia la aplicación de precios totalmente basados en el mercado".
Además, Bruselas exige aclaraciones adicionales sobre "los objetivos nacionales y los objetivos de financiación en materia de investigación, innovación y competitividad, relacionados específicamente con la Unión de la Energía".
En clave transfronteriza, la recomendación comunitaria para España pide "intensificar la buena cooperación regional existente con Francia y Portugal para abordar, en particular, aspectos del mercado interior de la energía y de la seguridad energética, en especial las interconexiones transfronterizas y transregionales".
Asimismo se sugiere a España que enumere "todas las subvenciones a la energía, en particular a los combustibles fósiles, así como las medidas emprendidas y los planes para su progresiva eliminación".
Justicia social
Por último, la Comisión Europea requiere al Gobierno español que integre "mejor los aspectos de una transición justa y equitativa, en particular facilitando más información detallada sobre las repercusiones sociales de las políticas, las medidas y los objetivos previstos y su incidencia en los ámbitos del empleo y de las capacidades".
"Más específicamente, el plan debe abordar las repercusiones en las regiones con un importante consumo de carbón y elevadas emisiones de carbono, e integrar la estrategia nacional para la transición energética", agrega la CE, que pide también "una evaluación específica de los problemas de pobreza energética".
Los Estados de la Unión Europea (UE) tienen hasta finales de diciembre para entregar versiones definitivas de sus planes nacionales, teniendo en cuenta las recomendaciones de la CE, que asistirá a las capitales en su elaboración.
La Unión Europea se ha fijado la meta conjunta de alcanzar en 2030 un 32 % de consumo en renovables, mejorar un 32,5 % la eficiencia energética y alcanzar un 15 % de interconexiones energéticas.