Mayores 'sin armarios': los pioneros en la lucha LGTBI
- El Día del Orgullo LGTBI centra el lema de su manifestación en las personas mayores del colectivo
- “No estábamos escondidas, éramos invisibles" cuenta una afectada para RTVE.es
Las personas mayores serán los protagonistas de la manifestación del Orgullo Madrid 2019 que se celebra este sábado. Bajo el lema “Mayores sin armarios. ¡Historia, lucha y memoria! Por una Ley LGTBI estatal” reivindican los derechos del colectivo a la vez que reconocen la importancia de la figura de las personas mayores en la lucha.
Hasta ahora este grupo no había sido suficientemente tratado y había pasado a un segundo plano. La Federación LGTBI lo achaca a que la lucha se había tenido que enfocar en políticas urgentes dedicadas “al bullying en los centros educativos, a los delitos de odio en las calles, a la pandemia del sida que afectó especialmente a nuestro colectivo durante, sobre todo, los años 70, 80 y 90…”, lo que retrasó que se tratasen otros temas importantes como la vejez.
Sin embargo, este año se pondrá el foco de atención en las personas mayores. Tanto aquellas que se expusieron en una época en la que la discriminación era mucho mayor como a las que se vieron obligadas por sus circunstancias a vivir reprimidas y que ahora cuentan con el apoyo de la comunidad. Reconocer que gracias a su valentía las nuevas generaciones han conseguido unos derechos antes inimaginables es uno de sus objetivos.
Muchos cambios, pero despacio
Montserrat González Montenegro tiene 61 años, es transexual y presidenta de la asociación Gamá, que se encarga de defender los derechos del colectivo LGTBI en Canarias. Ella recuerda esos duros momentos y agradece que este año el Orgullo se les dedique a ellos: “Con todo lo que hemos padecido y sufrido ya era hora de que nos dedicasen un Orgullo, gracias a las entidades que tenemos que se acuerdan de nosotras para luchar y para que nos traten dignamente como personas”, afirma en declaraciones a RTVE.es.
Antes de existiesen estas entidades, su único apoyo se encontraba en amigos, conocidos o algún familiar, porque ni siquiera la ley los amparaba. Y aunque González Montenegro reconoce que todavía quedan cosas que cambiar y leyes por aprobar, también ve el gran avance que se ha conseguido porque “hemos ido creciendo, como también ha ido creciendo la sociedad, que salió de una dictadura y entró en una democracia”. E insiste en que, aunque llevemos más de 40 años sin Franco, la democracia “real” para ellas ha llegado hace menos de 20 años ya que hasta ese momento “estábamos muy mal miradas y no se nos abría la puerta tan facilmente”.
Uno de los grandes problemas a los que se enfrentaban los transexuales era la ayuda sanitaria en el cambio de género. Hoy en día existe apoyo médico, psicológico y burocrático que los respalda, pero para la generación de Montserrat González ese camino no fue tan sencillo: “Nosotras éramos ilegales, lo tuvimos muy crudo…, tanto que estábamos escondidas. No solo escondidas, es que éramos invisibles porque si no la sociedad no te aceptaba”. Y este recuerdo es el que las mantiene al frente de la lucha para que los jóvenes no pasen por su mismo sufrimiento.
Lo que queda por andar
El colectivo LGTBI se vio perjudicado de manera especial en el ámbito laboral por esos prejuicios y falta de inclusión. El acceso a un puesto de empleo para un LGTBI en aquella época era muy complicado y en muchas ocasiones acababan trabajando en negro. Esto les impidió cotizar los años necesarios para tener derecho a una pensión y ahora se encuentran desamparados: “No nos permitían trabajar, no nos dejaron cotizar, ahora llegamos a la vejez y ¿tenemos que esperar a los 65 años para cobrar la no contributiva porque no nos dejaron trabajar?” reprocha Montenegro González exigiendo que se cambien las leyes para que se tenga en cuenta su situación.
En este Orgullo otro de los objetivos es que se atienda a sus necesidades específicas, como que en las residencias se respete su orientación sexual, identidad o expresión de género. Un cambio en el personal sanitario que lo adapte y prepare para atender correctamente a las personas LGTBI que lo necesiten. Monserrat González aclara que “no hace falta que hagan una residencia nueva, no, no, no, con la que tenemos llega pero, claro, adaptando el servicio a las personas, a sus cualidades, a sus necesidades y a su sexualidad”.
Esta aceptación además debe llegar al sector educativo. En este sentido, es necesario encargarse de transmitir la lucha LGTBI a las nuevas generaciones para que no se repitan los mismos errores y se les eduque en la igualdad: “Todos somos ciudadanos del mismo país: ni de primera, ni de segunda, ni de tercera”. González Montenegro lo resume en dos palabras: “Dignidad y respeto, eso es lo que pedimos”. E insta sobre todo a los jóveneas a “despertar” y a que sean más tolerantes con los demás.
Propuesta de Ley LGTBI estatal
Pero las reivindicaciones no se quedan en las manifestaciones ni en la celebración de un día tan especial. La Propuesta de Ley LGTBI estatal elaborada por la Federación está cada vez más cerca de ser una realidad. En esta ley se incluye además una ley trans, puesto que consideran que este colectivo es “uno de los más vulnerables ahora mismo” (y por ello se le dedicó el Orgullo del año pasado).
La importancia de una ley estatal radica en la capacidad de “blindar derechos”, según Loren González, coordinador de la organización de la Federación. En España actualmente las personas LGTBI tiene diferentes derechos según la comunidad en la que residan. En algunas ya existen leyes lgtbi, en otras leyes trans, otras cuentan con ambas pero incluso hay algunas que no tienen ninguna. Mediante una ley estatal lo que se pretende es garantizar los mismos derechos para todo el colectivo en todo el territorio español.
Entre otras cuestiones, esta ley también propone la creación de un Museo de Memoria Histórica LGTBI. En la línea del tema del Orgullo de este año, este museo sirve para poner en valor la lucha LGTBI y conmemorar a todas aquellas personas que la iniciaron. Por no decir que es una parte importante de la historia de nuestro país que y que representa una realidad que “ha sido silenciada y sutilmente apartada de los libros de texto”, comenta Loren González, apostillando que “parece que no ha existido una cultura ni una historia del movimiento”. Con la creación de este museo se visibiliza esa parte histórica y cultural para que no caiga en el olvido y se contribuya, junto a los cambios educativos necesarios, a crear una sociedad igualitaria.