Miles de personas exigen en Praga la dimisión del primer ministro checo
- Andrej Babis, uno de los hombres más ricos del país, está acusado de fraude con fondos europeos y pendiente de juicio
- Es la mayor protesta ciudadana desde la caída del comunismo en 1989. Han participado unas 250.000 personas.
Unos 250.000 manifestantes han exigido este domingo en Praga la dimisión del primer ministro checo, el magnate Andrej Babis, acusado de fraude con fondos europeos y pendiente de juicio, en lo que constituye la mayor protesta ciudadana desde la caída del comunismo en 1989.
La marcha, convocada por un movimiento cívico llamado "Un millón de momentos para la democracia", ha exigido también el cese de la ministra de Justicia, Marie Benesova, una antigua fiscal a la que sus críticos acusan de querer proteger al primer ministro de posibles acciones legales en su contra.
Según una investigación comunitaria, el consorcio agroalimentacio Agrofert, propiedad de Babis, ha recibido millonarias ayudas de forma injustificada, incluso siendo ya él jefe de Gobierno.
Con el cuarto millón de manifestantes de este domingo, Praga vive las mayores concentraciones civiles desde la llamada Revolución de Terciopelo, que puso fin al régimen comunista hace justo tres décadas, y en la que se congregaron unas 800.000 personas.
También piden el cese de la ministra de Justicia
"Pedimos la dimisión de Marie Benesova y exigimos la dimisión de Andrej Babis", ha manifestado al inicio de la protesta Mikulas Minar, el líder de la plataforma cívica que organiza las protestas contra el primer ministro, uno de los hombres más ricos del país.
"No queremos colza, queremos mariposas", rezaba una de las cientos de pancartas exhibidas por los manifestantes, en alusión a los subsidios al biodiesel que recibe Agrofert, que extendió el cultivo de la colza a muchas zonas del país y que con sus pesticidas ha reducido las poblaciones locales de esos insectos.
Desde hace varias semanas se producen grandes manifestaciones en varias ciudades del país centroeuropeo, tanto contra Babis como contra Benesova.
El primer ministro, de 64 años de edad, que lidera una coalición en minoría entre su partido, el populista ANO y el socialdemócrata CSSD, rechaza las acusaciones en su contra y las considera un ataque contra el país.
El próximo miércoles se enfrentará a una moción de censura en el Parlamento de Praga, pero la sesión de reprobación tiene pocas posibilidades de prosperar ya que la coalición cuenta con el apoyo del partido ultraderechista SDP y el Partido Comunista KSCM.