Los callos tienen un efecto beneficioso en los pies, según un nuevo estudio
- Los zapatos acolchados reducen la sensibilidad y alteran la fuerza transmitida desde los pies hasta las articulaciones
- Estas protuberancias se desarrollan para ofrecer protección en superficies incómodas o resbaladizas, según la investigación
Los callos tienen un efecto beneficioso en los pies de los que caminan descalzos, ya que no comprometen la sensibilidad ni la marcha, mientras que el calzado puede reducir la capacidad de percibir estímulos, según ha revelado un estudio publicado este miércoles por la revista Nature.
La investigación, elaborada en colaboración entre la Universidad de Harvard y la de Liverpool, ha señalado que los zapatos acolchados reducen la sensibilidad y alteran la fuerza transmitida desde los pies hasta las articulaciones.
Por el contrario, el calzado con suelas delgadas y más rígidas, como mocasines o sandalias, se asemejaría más a la sensación de andar descalzo, que provoca gruesos callos en las personas que generalmente se mueven desprovistos de zapatos.
Callos más duros
Este tipo de protuberancias se desarrollan para ofrecer protección en superficies incómodas o resbaladizas, destacaron los investigadores, quienes estudiaron los pies de 81 adultos kenianos y 22 estadounidenses.
Como esperaban, los expertos han confirmado que los callos tienden a ser más gruesos y más duros en las personas que habitualmente caminan descalzas, en contraposición con las que lo hacen calzadas.
Sin embargo, han demostrado, en contra de algunas teorías sostenidas hasta ahora, que el grosor de los callos no altera la sensibilidad de los nervios en las plantas de los pies.
Además, han concluído que el calzado altera la fuerza del impacto cuando el pie golpea el suelo, lo que aporta más energía a las articulaciones que la que se observa en individuos con callos gruesos.
Por esta razón, han apuntado que es necesario llevar a cabo más ensayos para esclarecer el efecto que esta carga mecánica puede tener en el esqueleto.