Resucitan los zombis de los cómics de terror de los años 50
- La editorial Diábolo recupera estos clásicos que fueron prohibidos por la censura
- Es el tercer volumen de su Biblioteca de cómics de terror de los años 50
Actualmente los zombis son tan habituales en el cine y la televisión que han perdido gran parte de su impacto, por eso es tan gratificante reencontrarse con los primeros zombis de los cómics, los que aterrorizaron a los chavales de la época y aún más a la censura, que acabaría prohibiendolos. Y que mantienen todo su terrorífico encanto gracias a los excelentes artistas que plasmaron su putrefacción.
Esos simpáticos zombis son los protagonistas del tercer volumen de la Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50 de la Editorial Diábolo (una imprescindible colección de la que os hablamos al final del artículo). Y el título del cómic no puede ser más conciso: Zombis.
Una terrorífica antología que incluye algunos de esos cómics de terror que el doctor Fredric Wertham (autor del famoso ensayo La seducción de los inocentes, sobre los efectos perniciosos del cómic en los jóvenes), el Senado de los Estados Unidos y las madres de todo el país consiguieron que se prohibieran con la aprobación del Comics Code Authority (el mecanismo de autocensura de los cómics).
Grandes historias de zombis, para leer a la luz de las velas, entre las que brillan unas cuantas dibujadas por algunas de las mayores estrellas del cómic norteamericano, como Jack Cole, Bob Powell, Howard Nostrand, Wally Wood, Gene Colan, Lou Cameron, Reed Crandall, Rudy Palais, Frank Frazetta o Basil Wolverton.
Un lujoso volumen que se complementea con prólogos de Steve Banes y Craig Yoe, y una selección de portadas de revistas de cómics de la época.
Zombis muy diferentes a los de Romero
Estos zombis son herederos del cine de terror de los años 30 y 40 y, por lo tanto, son muy diferentes de los que George Romero resucitó en 1968 en La noche de los muertos vivientes. Casi todos tienen su origen en el vudú y en elementos sobrenaturales (y no en la ciencia o la degradación medioambiental). Y suelen ser peones utilizados por malvados para venganzas, en casos de envidias o celos (y al final suelen volverse contra sus amos).
Tampoco los veréis devorando a la gente (en eso también fue pionero George Romero), pero sí asesinándola con los métodos más originales, desde enterrarlos vivos a ahogarlos o convertirlos en otros zombis. Y la mayoría de esos zombis piensan, hablan y lamentan su situación; incluso usan hachas y otros instrumentos en sus venganzas.
Además, el tiempo también afecta a los zombis y algunas historias nos parecen muy inocentes para esta época, pero no olvidemos que se publicaron hace 70 años.
Queremos destacar esos míticos artistas que en estas historias firmaron algunos de sus primeros trabajos como Gene Colan (uno de los más grandes gracias a sus trabajos para Marvel y DC, entre los que destaca la colección de Drácula); Wally Wood (famoso por los cómics de terror de EC y sus colaboraciones humorísticas para la revista MAD, Basil Wolverton (conocido por sus deformes personajes), Red Crandall (otro mito del terror que destaca por la elegancia y el clasicismo de su trazo) y Frank Frazetta (un artista genial famoso por sus cómics de terror, sus posters para películas, sus iustraciones de ciencia ficción y sus portadas para las novelas de Conan)
Biblioteca de cómics de terror de los años 50
Este tomo es el tercero de la imprescindible colección Biblioteca de cómics de terror de los años 50, publicada por Diábolo ediciones. En ella se recuperan grandes series y autores míticos de los cómics de terror de esa época. Y es que siempre se habla de las míticas colecciones de terror de EC Comics pero, como demuestra esta colección, hubo muchos otros cómics igual de interesantes, aunque sean menos conocidos.
El primer tomo de la colección fue Haunted love (Diábolo ediciones), en donde se exploraba el amor de forma terrorífica, maliciosa y divertida. Con historias marcadas por los finales sorpresa a los que es tan aficionado el género de terror. Cada una de esas historias es una pequeña joya que mantiene el suspense hasta la última página. Y realizadas por algunos de los autores más destacados de la época, como Bud Thompson, Carmine Infantino, Sheldon Moldoff, Bill Savage, Rocco Mastroserio...
Y el segundo fue uno de esos títulos míticos del cómic del que los aficionados habíamos oído hablar durante décadas, pero que nunca habíamos podido leer en español: Frankenstein de Dick Briefer (Diábolo Ediciones). Un tebeo, creado en 1940, que también tiene el honor de estar considerada la primera serie regular de terror del cómic norteamericano. Y además se publica casi coincidiendo con el 200 aniversario de la publicación de Frankenstein o el Moderno Prometeo, de Mary W. Shelley (1818).
Un cómic que es un clásico no solo porque se publicase hace casi ochenta años, sino porque, además, es una obra maestra que ha resistido estupendamente el paso del tiempo. Y es una de las mejores versiones del inmortal clásico de Shelley. Y de las más curiosas, porque en sus quince años de historia (1940-1945), el Frankenstein de Briefer pasó del terror al humor y, finalmente, otra vez al terror. Con estilos totalmente distintos en cada etapa.
Estamos deseando ya que caiga en nuestras manos el cuarto volumen, que estará dedicado a las momias, de esta colección de clásicos de terror de los años 50 cuyas páginas esconden numerosas obras maestras, casi olvidadas.