Borrell, propuesto como nuevo jefe de la diplomacia europea
- El ministro de Exteriores español ocupará el cargo que actualmente ostenta la italiana Federica Mogherini
- El nombramiento tiene que ser aceptado por la nueva presidenta de la Comisión Europea y el Parlamento Europeo
El reparto de los altos cargos de las instituciones europeas coloca a Josep Borrell, como nuevo Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, la máxima autoridad de la diplomacia comunitaria, a falta de su ratificación en el Parlamento Europeo. El ministro de Asuntos Exteriores español ocupará el cargo que actualmente ostenta la italiana Federica Mogherini y que ya ocupó otro socialista español, Javier Solana.
"Este acuerdo demuestra que España ha vuelto (a las instituciones europeas)", ha subrayado tras la cumbre el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, quien ha defendido la experiencia "acreditada" de Borrell para ocupar "un puesto vital".
El cargo de Alto Representante para la Política Exterior verá sus competencias ampliadas a la ayuda humanitaria, la política de desarrollo de África y la dimensión exterior de la inmigración. Además, dado que la persona que ocupe este puesto debe asumir al mismo tiempo una de las vicepresidencias de la Comisión Europea, Borrell -de 72 años- se convertiría en el representante español en el Ejecutivo comunitario.
El nombramiento tiene ahora que ser aceptado por la nueva presidenta de la Comisión Europea, que debe dar su visto bueno al conjunto de miembros del Ejecutivo comunitario.
Borrell tiene los "pedigrís" europeos para asumir el cargo
El Gobierno en funciones de Pedro Sánchez ha señalado este martes que Borrell "tiene todas las cualificaciones" para asumir "la envergadura" de ese puesto. Para España, él siempre ha sido el "candidato natural" para todos los puestos en liza, dada su envergadura política, su cualificación y sus muchos "pedigrís" europeos.
En su primera comparecencia tras la maratoniana jornada, Sánchez, que ha actúado como principal negociador de la familia socialdemócrata, ha asegurado que es "una extraordinaria noticia" que Borrell se convierta en la máxima autoridad de la diplomacia comunitaria y que España vuelva a tener un papel relevante en la cúpula de las instituciones europeas.
Pese a haber perdido la batalla para aupar a su candidato a presidente de la Comisión Europea (el holandés Frans Timmermans), Sánchez se ha mostrado "muy orgulloso" del trabajo realizado y de que caiga en manos de Borrell la dimensión europea de la política de inmigración.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, ha afirmado este martes que Borrell es un "muy adecuado" candidato para ocupar un puesto que requiere "reflejar la variedad de diferentes opiniones entre los Estados" miembros de la UE y ha recalcado que es un "experimentado" titular de Asuntos Exteriores.
"Estará en buena posición para cumplir este mandato. Creo que hará un buen trabajo", ha dicho Merkel, cuya ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, ha sido propuesta por los Veintiocho para presidir la Comisión Europea.
Fue presidente del Parlamento Europeo entre 2004 y 2007
Nacido en La Pobla de Segur (Lleida), Borrell llegó al Ministerio de Exteriores de España tras resurgir con fuerza en la escena política como una de las voces más críticas con el independentismo en Cataluña. Desde que asumió dicho cargo el 7 de junio de 2018, su papel como jefe de la diplomacia española cobró especial relevancia por la necesidad de defender la unidad de España.
Una de las grandes aportaciones de Borrell -economista e ingeniero aeronáutico- al Ejecutivo de Sánchez ha sido su experiencia en Europa.
El 13 de junio de 2004 fue elegido eurodiputado como cabeza de lista del PSOE y el 20 de julio fue nombrado presidente del Parlamento Europeo, cargo que ejerció hasta enero de 2007.
Regresó al ámbito europeo el 14 de enero de 2010, cuando fue nombrado presidente del Instituto Universitario Europeo con sede en Florencia, cargo del que dimitió en abril de 2012 debido a un conflicto de intereses.
Su trayectoria política comenzó en 1975
Pero la trayectoria política de Borrell se inició en 1975 cuando ingresó en las filas del PSOE. Después de la victoria socialista en las elecciones generales de 1982, el catalán fue nombrado secretario general del Presupuesto y Gasto Público y, en febrero de 1984, pasó a ser secretario de Estado de Hacienda, cargo desde el que incidió en la lucha contra el fraude fiscal.
En las elecciones generales de 1986 fue elegido diputado en el Congreso español y, desde entonces, consiguió sucesivas reelecciones en los comicios de 1989, 1993, 1996 y 2000.
El 11 de marzo de 1991, Felipe González lo nombró ministro de Obras Públicas y Transportes, cartera desde la que promovió la reestructuración y modernización los ferrocarriles y potenció la red de cercanías.
Borrell abandonó el Gobierno poco después de la victoria de José María Aznar en las elecciones generales del 5 de marzo de 1996 y en abril de 1998 concurrió junto con Joaquín Almunia a las primarias del PSOE para la designación del candidato a la presidencia del Gobierno español, una elección en la que Borrell se impuso.
Sin embargo, un año más tarde renunció a la candidatura tras estallar un caso de corrupción que salpicó a dos personas de su confianza, investigadas por fraude fiscal y cohecho, aunque él personalmente no se vio implicado.
En junio renunció a su puesto como eurodiputado
El futuro jefe de la diplomacia europea renunció el pasado 26 de junio a su puesto como eurodiputado, conseguido en las elecciones europeas del 26 de mayo, a las que concurrió como cabeza de lista del PSOE. Según explicó entonces, tomó esa decisión para continuar como ministro de Exteriores del Gobierno español ante la "incertidumbre" que genera la investidura de Sánchez en el Congreso.
La toma de posesión efectiva de Borrell en la UE puede tardar aún varios meses. El proceso pendiente podría estar terminado, como pronto, en septiembre u octubre y tiene como fecha tope el 1 de noviembre, con tiempo por tanto para que Sánchez pueda ser investido en el Congreso.
Pero, si la investidura no llega a tiempo o fracasa, Borrell debería renunciar al ministerio de Asuntos Exteriores antes de asumir el cargo europeo y sus funciones ser asumidas por otro miembro del gabinete, ya que no podrá ser sustituido al estar el Gobierno en funciones.