Los líderes europeos debaten nuevos nombres para desbloquear el reparto de altos cargos de la UE
- Francia propone a Alemania a Ursula von der Leyen para la Comisión tras el bloqueo a Timmermans en el tercer día de reuniones
- Necesitan consensuar los nombres para evitar que el Parlamento escoja a un presidente que desequilibre el puzle
Los líderes europeos debaten este martes nuevos nombres para el reparto de los cinco altos cargos de la Unión Europea un día después de verse obligados a suspender las negociaciones por el choque entre las familias políticas mayoritarias en el Parlamento Europeo. El bloqueo del lunes tras más de 20 horas de contactos con la opción del socialdemócrata holandés, Frans Timmermans, para presidente de la Comisión Europea, ha llevado a los dirigentes a buscar alternativas que aglutinen el apoyo de los Estados miembros.
Esto pasaría por un nuevo acuerdo entre Francia y Alemania para que la ministra de Defensa de Alemania, la popular, Ursula von der Leyen presida la Comisión Europea y la actual directora del Fondo Monterario Internacional, Christine Lagarde, dirija el Banco Central, una opción ante la que Angela Merkel se ha mostrado "muy optimista".
Además, el ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell, sería el alto representante para la Política Exterior; el primer ministro belga en funciones, Charles Michel, presidiría el Consejo; mientras que el presidente del Partido de los Socialistas Europeos (PES), el búlgaro Sergei Stanishev, presidiría el Parlamento tras la renuncia del popular Manfred Weber por la tarde, han informado fuentes diplomáticas a Efe. Se trata de un acuerdo que está "cada vez más cerca", según ha tuiteado el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
También los países del Visegrado (Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia) apoyan a Von der Leyen, según el portavoz del gabinete húngaro, Zoltan Kovacs, en Twitter. Además, el presidente español y líder de los socialdemócratas en las negociaciones, Pedro Sánchez, estaría dispuesto a renunciar a Timmermans a cambio de puestos relevantes para su correligionario.
En busca de la unidad
El tercer día consecutivo de reuniones estaba previsto para las 11:00 horas de la mañana, pero las rondas de contactos con el presidente del Consejo, Donald Tusk, han pospuesto más de cinco horas la reunión consensuar la designación de los altos cargos para los próximos cinco años.
La división e incapacidad pusieron de manifiesto una cuestión incómoda para firmes defensores de la UE como el presidente francés, Emmanuel Macron, que reconocía este lunes que se ha dado "una imagen muy mala del Consejo y de la UE", aunque el presidente español, Pedro Sánchez, considera que "así es la política ahora en Europa y en el mundo". Reflejan, además, la división geográfica y política que podría complicar la toma de decisiones en asuntos tan importantes como la política migratoria comunitaria o la lucha contra el cambio climático.
Divisiones que alimentarían el discurso de partidos nacionalistas y euroescépticos que aseguran que la UE se ha desconectado de sus ciudadanos y se ha llegado a convertir incluso en inútil, en línea con las declaraciones del primer ministro italiano, Giuseppe Conte, a su llegada: "No podemos empezar una nueva legislatura si las decisiones se toman por bloques de Estados".
La opción de Timmermans pierde fuerza
Al inicio de los contactos tras las elecciones europeas, Tusk prometía paridad y respeto a las políticas y cuestiones geográficas del bloque, pero al proponer a Timmermans provocó todo lo contrario: una revuelta en el PPE de Manfred Weber, que se niega a ceder el Ejecutivo que han controlado durante 15 años a cambio únicamente del Parlamento Europeo. Quieren, por tanto, el Consejo Europeo, que inicialmente habría recaído sobre los liberales tras el histórico fin del bipartidismo en la Eurocámara.
La férrea oposición de populares frustó las aspiraciones socialdemócratas en la cumbre europea más larga de la historia, pero el grupo liderado por Sánchez seguía determinado a que el holandés presida la CE y Weber, el Parlamento al inicio de la cumbre. "Nuestra posición continuará siendo que defendemos a Timmermans [...], Timmermans y Weber han sido los dos spitzenkandidat [candidato principal designado por cada grupo político] que han ofrecido una alternativa al Consejo para garantizar que haya una mayoría que respalde la propuesta", ha dicho a su llegada a Bruselas. También ha considerado "inaceptable" que los países del Visegrado cuestionen al holandés "por haber defendido los principios y tratados de la UE".
“Sería una catástrofe total para nosotros que Timmermans presida la Comisión“
Esta sigue siendo la postura de los países del este. "Hemos dicho que no queremos al señor Timmermans de presidente de la Comisión Europea por varias razones. Es inaceptable para nosotros, sería una catástrofe total", ha señalado el primer ministro checo, Andrej Babis, que apuesta por la liberal Margrethe Vestager o el eslovaco Maros Sefcovic para el puesto. Tampoco Irlanda, Letonia y Croacia aceptan esta fórmula.
El apoyo de la canciller alemana, a Timmermans profundizó la división en el seno del PPE por no apoyar a Weber. Al inicio del encuentro, Merkel ha advertido de que "todos deben entender que tienen que virar un poco. Solo así habrá opción de alcanzar un acuerdo".
Carrera contra el Parlamento
La UE es consciente de la necesidad de pactar un reparto equitativo para no entorpecer el inicio de una legislatura que precisamente ha arrancado este martes con la constitución del Parlamento Europeopor lo que por ahora, el único consenso es que todos esperan alcanzar un acuerdo a lo largo del día, aunque las negociaciones "no serán fáciles", según ha declarado el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki. Se añade así más presión sobre el acuerdo, puesto que los eurodiputados rechazan que se designe a un candidato distinto al spitzenkandidat, entre los que figuran Timmermans y Weber.
La Eurocámara elegirá este miércoles a su presidente independientemente de los acontecimientos del Consejo, según advirtió su actual presidente, Antonio Tajani, el domingo; y esta opción podría desequilibrar y complicar cualquier intento de reparto equitativo.
El acuerdo necesita el respaldo de la mayoría cualificada de al menos 21 países que representen, al menos, el 65% de la población comunitaria. En última instancia, corresponderá al Parlamento aprobar por mayoría absoluta el nombramiento para presidir la Comisión Europea.