Cómo se cría a un toro de lidia que participa en Sanfermines
- La vida del toro de lidia transcurre en la dehesa desde que nace hasta que llega al coso
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Si hay un protagonista en Sanfermines, ese sin duda es el toro de lidia. Cada mañana del 7 al 14 de julio, seis astados corren en los encierros de San Fermín desde los Corrales de Santo Domingo hasta la plaza de toros, donde por la tarde serán lidiados. Pero hasta ese momento, la vida de este animal transcurre en la dehesa.
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Todo comienza cuando los ganaderos planifican las "cubriciones", es decir, las fechas de apareamiento del ganado, entre los meses de julio de un año y junio del año siguiente, concentrándose en los meses de invierno. Se planifica para que las condiciones ambientales sean las más adecuadas y para que haya más recursos en la tierra donde los toros se criarán.
Las parideras son el momento del nacimiento de los becerros. Durante las primeras semanas, las crías serán protegidas por las vacas que las amamanterán. En esos primeras semanas de vida, los becerros imitarán los gestos de sus madres y se comunicarán con ellas con berridos.
No será hasta la cuarta o quinta semana cuando el becerro pasará a comer hierba. Los toros son animales rumiantes o poligástrico, que quiere decir que tienen cuatro estómagos: el retículo, el maso, el abomaso y el rumen o panza.
Identificación del toro
Los pequeños toros serán identificados con crotales en la oreja, una especie de etiqueta donde aparecerán todos sus datos y que perderá cuando sea herrado.
A los 6 o 7 meses de nacer, se produce el destete o separación del becerro de su madre. Entonces llega otro proceso identificativo. Se hierra al becerro para marcarlo con el distintito de la ganadería y su número identificativo. La alimentación varía en función de si es será toro de lidia o si será manso.
Según la edad del animal, recibe diferentes nombres: entre 1 y 2 años se le llama añojo, entre los 2 y 3, eral, entre los 3 y 4, utrero y entre los 4 y 5 cuatrero. A partir de los 5, ya se le puede considerar un toro adulto.
Y ya entonces se probará su bravura en lo que se denomina la tienta. Se trata de un momento en el que los mayorales a caballo prueban las embestidas y las reacciones del toro ante el acoso. Es también el momento en el que el ganadero decidirá si envía al toro a la lidia o lo deja como semental.
El último paso, es la selección del toro para lidia y el embarque, que es el transporte del animal hasta la plaza de toros. En el caso de Pamplona, llegará a los corrales del Gas, donde permanecerán hasta la noche antes del encierro que correrán para dirigirse al coso.