Von der Leyen pide paridad a los países con los candidatos a la Comisión Europea
- La candidata a la Comisión Europea busca el apoyo de los grupos políticos europeos antes del pleno para su ratificación
- Sitúa al cambio climático, la migración y el imperio de la ley como prioridades si llega al cargo
La candidata a relevar a Jean-Claude Juncker al frente de la Comisión Europea, la conservadora alemana Ursula von der Leyen, ha prometido este miércoles formar un Ejecutivo paritario, tarea para la que ha emplazado a cada Gobierno a presentar una candidatura doble compuesta por un hombre y una mujer, de modo que pueda elegir el perfil adecuado y asegurar que haya equilibrio de género en el reparto de carteras de comisarios.
"Quiero una Comisión formada al 50% por hombres y al 50% por mujeres. Por esto pediré a los Estados miembros que presenten dos candidatos: un hombre y una mujer", ha explicado la actual ministra de Defensa alemana, que aspira en ser la primera mujer al frente de la CE, en una de sus comparecencias ante los grupos políticos en el Parlamento Europeo. Von der Leyen ha confirmado además que el socialdemócrata holandés Frans Timmermans y la danesa liberal Margrethe Vestager serán los vicepresidentes al mismo nivel.
La alemana no ha entrado en más detalles sobre las carteras que asignará a cada país, ya que asegura que es un "puzle" en el que no empezará a trabajar hasta que los eurodiputados confirmen su nombramiento y conozca los nombres de los candidatos a comisarios de cada país. Sin embargo, España -con Josep Borrell como candidato a Alto Representante para la Política Exterior-, Países Bajos y Dinamarca ya han anunciado sus representantes, por lo que quedan exentos de la norma.
Búsqueda de apoyos en la Eurocámara
Von der Leyen ha ofrecido su primera rueda de prensa este miércoles desde que fuera propuesta la pasada semana por los Veintiocho tras tres jornadas de maratonianas negociaciones. Desde entonces, está trabajando para lograr el apoyo de los grupos parlamentarios europeos, que deben ratificar su nombramiento por mayoría absoluta (376 votos de 751) en un pleno previsto para la próxima semana.
Pero hay discrepancia entre las familias políticas, que critican que los dirigentes europeos ignoraran el sistema del spitzenkandidat -el candidato propuesto por cada grupo político en las elecciones- a la hora de nombrar a los cargos. Es el caso de los socialdemócratas, que todavía están indecisos sobre si aceptar o no su nombramiento, según ha anunciado su presidenta en el Parlamento, la española Iratxe García.
También el presidente de los Liberales, el rumano Dacian Ciolos, han pedido que "no se dé por supuesto" el voto a favor de sus 108 eurodiputados, pero ha pedido que el pleno se celebre "tan pronto como sea posible" y que no se termine por aplazar. Por contra, los 182 eurodiputados populares sí la apoyarán y, aunque los liberales cambiaran de opinión, Von der Leyen necesitaría buscar 86 votos entre los euroescépticos y los Verdes.
Consciente de la dificultad y del inicio "turbulento" de la relación con la Eurocámara, Von der Leyen ha intensificado los contactos y las reuniones con las familias para tratar de salvar las reticiencias. De hecho, la alemana ha ofrecido consolidar el sistema de candidatos principales de cara a las próximas elecciones europeas, para que el futuro presidente de la Comisión sea uno de los cabezas de lista propuestos por los partidos políticos.
Cambio climático, migración y respeto a la ley, prioridades
La alemana también ha subrayado su compromiso europeo con las preocupaciones europeas en cuestiones como el cambio climático, la migración y el respeto al Estado de Derecho. Así, ha prometido endurecer la aplicación del imperio de la ley y reformar el sistema de asilo europeo, tareas que se prevén complicadas por las diferencias de oeste a este del bloque.
Con respecto al Brexit, Von der Leyen desearía que el Reino Unido decidiera permanecer en la UE, aunque ha considerado esencial que el divorcio no envenene la cooperación y la futura relación con Londres. No obstante, también ha avisado de que no está dispuesta a que se vuelva a negociar el Acuerdo de Retirada pactado con Theresa May, ni tampoco a modificar la salvaguarda para la frontera irlandesa, como reclaman los dos candidatos a suceder a la primera ministra británica en el Gobierno.