La primera víctima de los bebés robados halla a su familia biológica y descubre que fue adoptada
- Inés Madrigal desvela que ha encontrado a su familia biológica gracias a un banco de ADN estadounidense
- La Fiscalía cree que debe excluirse como hecho probado el robo tras declarar su familia que fue dada en adopción
Inés Madrigal, la primera mujer reconocida por los tribunales como una bebé robada, ha desvelado que después de 32 años ha encontrado a su familia biológica, lo que puede dar un vuelco al caso después de que ella haya trasladado a la Fiscalía que, según sus parientes, no fue robada sino entregada en adopción voluntariamente.
La Audiencia de Madrid reconoció que Madrigal fue robada en 1969 por el doctor Eduardo Vela en una clínica de Madrid nada más nacer, pero, con la noticia hecha pública este jueves por la mujer y confirmada luego por la Fiscalía Provincial en una nota, el horizonte que se abre es desconocido para la investigación, dado que el Tribunal Supremo tiene pendiente resolver el recurso contra el médico, considerado responsable pero absuelto por prescripción de los delitos.
“Por primera vez tengo el puzzle de mi vida completo, ahora sé quién soy y de dónde vengo“
Madrigal, en rueda de prensa, ha calificado como "un triunfo" el haber encontrado a su "familia de verdad", si bien es una "noticia agridulce" porque su madre biológica murió en 2013 a los 73 años. "Por primera vez tengo el puzzle de mi vida completo, ahora sé quién soy y de dónde vengo", ha dicho la mujer, que ha explicado que el hallazgo vino a través de una empresa de Estados Unidos especializada en análisis de ADN.
La pista de un primo segundo
Unos periodistas de ese país le informaron de la existencia de esa empresa privada y Madrigal se hizo una prueba que "dio como resultado que tenía un pariente cercano", un primo segundo de nombre Aitor, que se había hecho las pruebas allí por "pura curiosidad".
Le envió un mensaje a través de la empresa y fue entonces cuando dio comienzo la búsqueda directa de su familia, porque había dos árboles genealógicos, aunque Madrigal se puso a "tirar del hilo" hasta llegar a su hermano biológico, que tenía su ADN en un banco español. "He encontrado mi sitio y mi lugar", ha asegurado Madrigal.
Y es que sus cuatro hermanos también estaban buscándola a ella y sabían de su existencia al haberla visto en televisión y apreciar un parecido con su madre, por lo que uno de ellos se hizo un perfil genético que llevó a un banco de ADN en España, el cual no detectó jamás el parentesco.
Dada en adopción
Para Madrigal, "es tercermundista que en España necesitemos de empresas de EE.UU. para encontrarnos", lo que demuestra que "los bancos de ADN españoles no están preparados ni capacitados para producir encuentros", porque utilizan un sistema con unos parámetros de búsqueda más limitados en comparación con los estadounidenses, que someten los resultados a miles de repeticiones y variables.
Visiblemente emocionada, y pese a que no ha querido dar muchos detalles por respeto a la privacidad de su "nueva familia", sí que ha dicho que su madre, que se quedó embarazada sin estar casada, no pudo quedarse con ella porque "era mandato de género dar a los niños en adopción" en esas circunstancias, y nunca vio a su bebé tras el parto.
La mujer fue un "regalo" de Vela a su madre adoptiva, que falleció en 2013 en medio del proceso penal; con 18 años, sus padres le confesaron que era adoptada y en 2010, su madre le contó la verdad detrás de su nacimiento. Tiempo después, su madre se casó y tuvo cuatro hijos: "Cuando pudo se lo contó, no se olvidó de mi", ha dicho Madrigal, que ha puntualizado que sus hermanos tenían pocos detalles de aquella criatura.
Replanteamiento del caso
Quién sí los tenía era Vela, de quien no entiende "cómo ha podido callar la verdad incluso cuando se ha tenido que sentar en el banquillo". De hecho, poco después de la comparecencia de Madrigal ante los periodistas, la Fiscalía de Madrid ha enviado un comunicado en el que informa que ha verificado que Madrigal, quien les trasladó esta nueva información, no fue robada, sino que sería una "bebé adoptada", una vez que su familia biológica ha manifestado que fue entregada "voluntariamente".
Este hallazgo motivó la apertura de unas diligencias preprocesales el pasado mayo, en las que el Ministerio Público requirió muestras genéticas a los cuatro nuevos familiares que determinaron, según el dictamen del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forense, que es "78.802 veces más probable" la compatibilidad genética entre ellos frente a una persona al azar.
Además, la Fiscalía les interrogó como testigos y todos reconocieron la entrega en adopción del bebé sin saber el sexo. Con los resultados y estas declaraciones, el Ministerio Público considera que "debiera quedar excluido como hecho probado el robo de un bebé y con ellos el delito de detención ilegal", por el que se consideró responsable a Vela.