¿Qué medidas existen para evitar el bloqueo político?
- Una opción sería eliminar el “no” de las votaciones, como ocurre en País Vasco y Asturias y sugiere el PSOE
- El PP, en cambio, optaría por dar una prima a la lista más votada, un sistema que funciona en Grecia
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La situación de bloqueo político y la amenaza de una posible repetición electoral han abierto en España un complejo debate que radica en la búsqueda de nuevas fórmulas para facilitar la investidura y permitir la formación un gobierno estable.
Los partidos ya han empezado a barajar distintas soluciones para impedir que el país continúe paralizado y tenga que repetir los comicios, como ocurrió en 2016 ante la imposibilidad de Mariano Rajoy de formar gobierno. Algunos de los mecanismos que ponen sobre la mesa son los que ya funcionan en varias regiones españolas o los que se utilizan en otros países europeos en los que sí cuentan con un procedimiento regulado para impedir el bloqueo.
Votación sin ‘noes’
Una de las opciones planteadas es la que tienen en marcha en las regiones de País Vasco y Asturias, donde los representantes autonómicos cuentan solo con dos opciones: o bien respaldan al candidato que se postula o bien se abstienen. Por tanto, no hay posibilidad de votar en contra y si se presentan más candidatos, saldría elegido el de la lista más votada.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha entrado en el debate planteando la necesidad de garantizar la gobernabilidad a través de este sistema, como ocurre en los ayuntamientos, donde ante una falta de acuerdo gobierna el candidato más votado, pero ha precisado que se trata solo de un ejemplo y no de una propuesta firme.
En su artículo 99, la Constitución solo señala que si en el plazo de dos meses el candidato propuesto por el rey a la investidura no adquiere la confianza del Congreso a partir de la primera votación efectuada, el monarca disolverá las cámaras y convocará elecciones, pero no establece ningún plazo para la primera votación, que es la que activa el contador.
En el caso de optar por la vía de la votación sin 'noes' para elegir al jefe del Gobierno central, sería necesaria una reforma de la Constitución y es un cambio complicado, ya que requeriría del apoyo de tres quintos de las dos Cámaras. En la Cámara Alta, los votos de PP y PSOE bastarían, pero en la Cámara Baja se necesitarían los de Ciudadanos y/o Unidas Podemos, que no secundan implementar esa opción de “desbloqueo”.
Investidura automática
En Castilla-La Mancha, la ley electoral contempla la investidura automática. Esto es: si ningún partido logra la mayoría absoluta después de las elecciones o no se alcanza un pacto de gobierno o investidura entre varios partidos, se pone en marcha una investidura automática de la lista más votada.
En el caso de esta comunidad, se abre un plazo de dos meses desde la primera votación de investidura hasta que se proclama la automática, lo que diferencia este sistema del que se aplica en los ayuntamientos.
Dar una prima al partido más votado
Más allá de esos mecanismos ya conocidos en España, hay otras soluciones al estancamiento político que llegan de fuera. El líder del PP, Pablo Casado, ha propuesto dar una prima al partido más votado con un número concreto de escaños, como se hace en Grecia, donde la prima es de 50 diputados.
Según sus defensores, este procedimiento facilitaría la investidura evitando que se prolonguen las negociaciones y, además, no requiere de una reforma constitucional porque la Carta Magna ya contempla una horquilla de diputados del Congreso entre 350 y 400.
Lo que sí demanda esta vía es una modificación de la Ley Electoral, para lo que sería necesaria una mayoría absoluta en el Congreso, que se podría conseguir fácilmente con un acuerdo entre PSOE y PP.
Limitación temporal de las negociaciones
En cualquier caso, las anteriores medidas solo podrían ponerse en marcha una vez iniciada la nueva legislatura porque con la actual situación de parálisis política parece complicado que los partidos lograsen el consenso necesario. Tanto es así que Ciudadanos y Podemos ya han rechazado de manera pública dichas iniciativas.
El partido liderado por Albert Rivera optaría por resolver el problema siguiendo el modelo de la Comunidad de Madrid, donde la legislación autonómica fija un plazo para el primer pleno de investidura –aunque no haya candidato- para que el contador se ponga en marcha.
La formación naranja no está de acuerdo en que se otorgue un plus de diputados al partido ganador porque consideran que rompe la proporcionalidad y tampoco abogan por ir a una segunda vuelta. Creen que los partidos deben ponerse de acuerdo “sí o sí”, como ocurre en otros países europeos, pero puntualiza que debe haber una limitación temporal para las negociaciones.
Tampoco Unidas Podemos ve oportuno cambiar las “reglas del juego” solo porque los partidos no logren ponerse de acuerdo. Su secretario general, Pablo Iglesias, se muestra contrario a beneficiar a la fuerza más votada con un suplemento de escaños y reitera que es más recomendable repartir el poder, “escuchar y colaborar”.
Segunda vuelta
Entre las medidas que, por el momento, no se han valorado abiertamente por los partidos españoles está la de segunda vuelta, que se utiliza en Francia cuando ninguno de los candidatos presidenciales obtiene una mayoría absoluta en el primer escrutinio. En el país vecino resuelven la encrucijada celebrando un segundo turno de elección en el que se elige entre los dos candidatos que han obtenido mayor número de votos.
Este procedimiento, que no se aplica en las elecciones europeas, facilita la gobernabilidad, pero, según algunos politólogos, podría perjudicar la representatividad al dejar fuera a las opciones menos votadas.
Cláusula del cinco por ciento
Muy distinto es el mecanismo de Alemania, donde el bloqueo se evita a través de la cláusula del cinco por ciento, que consiste en que únicamente los partidos que hayan alcanzado al menos ese porcentaje de los votos pueden obtener un escaño en el Bundestag y en los parlamentos regionales.
Esta cláusula se pone en práctica en las elecciones federales y en las estatales, pero no en las europeas.
No obstante, España no es el único país que prescinde de un sistema “antibloqueo” para sortear la entrada a un callejón sin salida que merme la estabilidad nacional.
En Italia, por ejemplo, su ley electoral proporcional ha llevado al país a vivir continuamente con parlamentos fragmentados. Se han llegado a barajar opciones para beneficiar a los partidos mayoritarios, pero los intentos no han fructificado de momento.
Tampoco Bélgica está exenta de la parálisis gubernamental, un mal que padece en el presente y que torturó al país durante los años 2010 y 2011, cuando batió un indeseado récord mundial: 541 días sin Ejecutivo.