La ONU alerta de que la lucha contra el sida se está frenando por el aumento de infecciones en algunos países
- Mientras las nuevas infecciones bajan a nivel global, se disparan en Europa del Este y Asia Central
- En 2018 contrajeron el VIH 1,7 millones de personas y otras 770.000 fallecieron, un 33% menos que en 2010
La lucha contra el sida progresa pero lo hace a menor ritmo. Naciones Unidas ha alertado este martes de que esta lucha se está ralentizando porque, aunque hay países que han hecho grandes avances desde 2010, se están registrando "preocupantes incrementos" de las infecciones por VIH en algunas zonas del mundo.
En su informe anual [.pdf], la ONU estima que en 2018 unos 1,7 millones de personas contrajeron el virus de la inmunodeficiencia humana, lo que supone una bajada de los nuevos contagios del 16% respecto a las cifras de 2010. Sin embargo, en Europa del Este y Asia central subieron un 29%, en Oriente Medio y el norte de África, un 10%, y un Latinoamérica, un 7%.
Más de la mitad de las nuevas infecciones, recoge el documento, se produjeron entre "trabajadores sexuales, personas que consumen drogas, hombres que mantienen relaciones con otros hombres, personas transgénero y presos" y las parejas de todos ellos.
Se estima que actualmente hay 37,9 millones de infectados en todo el mundo, de los que aproximadamente dos tercios (23,3 millones) reciben tratamiento con antirretrovirales. En 2018 fallecieron por enfermedades relacionadas con el sida 770.000 personas, lo que supone un descenso del 33% respecto a 2010. Hace apenas 15 años morían cada año 1,7 millones.
El informe anual global del Programa Conjunto de las Naciones Unidas destaca también, según recoge Efe, que en las dos últimas décadas se ha logrado que un 82% de las mujeres embarazadas que tienen el virus recibiera tratamiento, lo que redujo un 41% la tasa de niños infectados.
Los objetivos para 2020, en riesgo por la desaceleración
No obstante, la ONU recalca en su informe que "se progresa, pero cada año menos" y urgió a no bajar la guardia. La desaceleración pone en riesgo, de hecho, los objetivos marcados por las Naciones Unidas para 2020 (denominados "90-90-90"), que, a este ritmo, no se alcanzarían.
Esas metas hacen referencia a que, para 2020, el 90% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado, que el 90% de los diagnosticados reciban terapia antirretrovírica continuada y que, para ese mismo año, el 90% de las personas que reciben terapia antirretrovírica tengan supresión viral (reducir significativamente la presencia del virus en sangre para conservar la salud).
"Necesitamos incrementar urgentemente el liderazgo político para acabar con el sida. Esto empieza por invertir adecuadamente y por observar qué es lo que hace tan exitosos a algunos países", ha reclamado Gunilla Carlsson, directora ejecutiva de ONUSIDA, en el comunicado de presentación del informe.
Los expertos de Naciones Unidas también lamentan la caída de la financiación de la lucha contra el virus durante 2018. "Por primera vez, los recursos globales a disposición de la respuesta contra el sida cayeron significativamente, cerca de 1.000 millones de dólares, ya que los donantes desembolsaron menos y las inversiones nacionales no crecieron lo suficiente como para compensar la inflación", agrega ONUSIDA.