Alemania multará a los padres que no vacunen de sarampión a sus hijos en edad escolar
- La decisión, que todavía tiene que ser aprobada por el Bundestag, entraría en vigor en marzo de 2020
- Obliga a vacunar a los menores en centros de refugiados y contempla la expulsión de la guardería si no está vacunado
El Consejo de ministros alemán ha aprobado este miércoles un proyecto de ley que establece multas de hasta 2.500 euros para los padres que no vacunen de sarampión a sus hijos en edad escolar. La decisión, que entrará en vigor en marzo de 2020 si el Bundestag (cámara baja) la ratifica, obliga también a vacunar a los menores en centros de refugiados y contempla la exclusión de los no vacunados del derecho a asistir a la guardería.
"Queremos dentro de lo posible evitar que todos los niños se contagien de sarampión. Porque el sarampión es altamente contagioso y puede tener una evolución muy mala, a veces fatal", ha explicado el ministro de Sanidad, Jens Spahn.
El personal de guarderías y escuelas, junto con los que trabajan en el campo de la medicina y en los centros comunitarios, como los alojamientos para refugiados, también deben ser vacunados. "Queremos proteger a la mayor cantidad posible de niños de una infección por sarampión", ha anunciado Spahn.
El proyecto de ley, que obligaría a los padres a probar que sus hijos están vacunados antes de poder ingresar a la guardería o al sistema escolar, ahora se muda al parlamento alemán.
Aumento de los casos de sarampión en todo el mundo
Según cifras oficiales, el año pasado se registraron en Alemania un total de 543 casos de sarampión y en lo que va de año suman ya más de 400. La decisión del Consejo de Ministros llega en un momento en el que en Alemania -y en gran parte de Europa- distintos grupos cuestionan la importancia de las vacunas.
Los casos de sarampión se han disparado en todo el mundo, según informaba el pasado mes de abril el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), debido a que en los últimos ocho años una media anual de más de 20 millones de niños no han recibido la vacuna pertinente, que se administra en dos dosis, lo que dificulta alcanzar la llamada "inmunidad colectiva" para esta enfermedad vírica.
Debido prescisamente a un brote de sarampión, la ciudad estadounidense de Nueva York prohibió hace un mes usar la religión como motivo para no vacunar a los niños, debido a que la enfermedad está afectando especialmente a la comunidad ultraortodoxa judía de esa ciudad.