'Laura Dean me ha vuelto a dejar', un bellísimo y esperanzador cómic sobre las relaciones tóxicas
- Mariko Tamaki y Laura Dean nos cuentan la historia de amor de dos chicas
- Un cómic que también trata otros temas de actualidad como el bullying o la homofobia
"Me llamo Freddy Riley. Tengo diecisiete años... Llevo prácticamente un año enamorada de una chica llamada Laura Dean. Es lo más duro que he vivido nunca"
Con esa frase tan descriptiva comienza Laura Dean me ha vuelto a dejar (La Cúpula), una de las novelas gráficas más maravillosas, emocionantes y desgarradoras de este 2019. La historia de una joven inmersa en una relación tóxica de la que, a pesar de que sabe que la está destrozando psicológicamente, no puede escapar. Y es que confunde el amor con otra cosa mucho más siniestra que puede llevarnos a perder nuestra propia identidad.
Un cómic de Mariko Tamaki (Hulka, Supergirl) y Rosemary Valero-O'Connell que habla de sentimientos muy profundos con tanta sencillez, naturalidad y belleza que es imposible no meterse en la cabeza de la protagonista y vivir la historia con ella en primera persona, sintiendo lo mismo que siente. Pocas veces hemos empatizado mejor con un personaje de ficción como con esta joven que no puede escapar de sus propios sentimientos.
Y es que mezcla Laura Dean me ha vuelto a dejar mezcla esa magia del primer amor con una historia sobre el paso de la adolescencia a la edad adulta que nos hace reflexionar sobre muchas cosas.
Sin olvidar que es un gran retrato de la juventud actual y de sus problemas como el bullying, la homofobia o los embarazos no deseados.
Un cómic que recomendamos a los lectores de la misma edad que las protagonistas (17-18 años), pero también a cualquiera que quiera disfrutar de unos personajes inolvidables y una historia apasionante. Sin olvidar sus alucinantes dibujos.
Me ha vuelto a dejar
El cómic cuenta la historia de Freddy (Frederica) Riley, una joven de 17 años que está enamorada de la chica más popular del instituto, Laura Dean, a la que idolatra a pesar de sus continuas infidelidades. De hecho la historia comienza el día de San Valentín, cuando Freddy sorprende a Laura engañándola con otra chica, en un día tan señalado. Lo mejor de todo es que, al día siguiente, es Laura la que vuelve a dejar a Freddy, por tercera vez, con una excusa bastante tonta.
Así comienza la desesperación de Freddy, que es tan infeliz cuando está con Laura como cuando no está con ella, porque se ha metido en una relación tóxica de la que no consigue escapar. Una relación en la que Laura le da migajas de amor para no perderla, para tenerla siempre disponible, mientras vive su vida y mantiene relaciones sentimentales con quien quiere. Una relación intermitente que amenaza con volver loca a Freddy.
Lo peor de todo es que ese amor tóxico también afecta al resto de la vida de Freddy y, sobre todo, a su relación con su mejor amiga, Doodle, que siempre la ha apoyado en sus peores momentos y a la que deja tirada cuando más la necesita.
También veremos cómo son las relaciones entre los otros jóvenes del instituto en el que hay problemas tan de actualidad como el bullyng, la homofobia o los embarazos de adolescentes.
Destacar que las autoras consiguen retratar a los personajes con gran naturalidad. Hasta usan el mismo lenguaje que los jóvenes de la actualidad, con constantes SMS que usan para todo, desde para reflejar sus sentimientos hasta para romper con sus parejas.
Dos grandes autoras
El cómic es un ejemplo de hasta donde se puede llegar cuando la comunicación entre guionista y dibujante es tan fluida como la de Mariko y Rosemary.
La canadiense, de origen japonés, Mariko Tamaki (Toronto, 1975) es una guionista que está triunfando en el cómic norteamericano gracias a sus historias, llenas de emoción y en las que suele estar presente el feminismo; por lo que editoriales como Marvel y DC han recurrido a ella para que escriba sobre sus superheroínas más famosas como Hulka o Supergirl. También es novelista y ha escrito mucho sobre el complicado mundo de la adolescencia en títulos como Cover me. Sin olvidar los cómics que ha escrito para que dibujase su prima, Jilliam Tamaki, como Skim y Aquel verano, en los que los protagonistas también son jóvenes. También ha escrito artículos feministas para grandes medios y por sus trabajos en el cómic ha conseguido los mayores premios de la industria, el Eisner y el Ignatz.
En Laura Dean me ha vuelto a dejar, la guionista consigue el difícil equilibrio de contar una historia emocionante sobre el amor, con ternura y honestidad pero, sobre todo, con verdad. Porque todo es tan natural que, a las dos o tres páginas ya parece que conozcamos a la protagonista de toda la vida. E incluso creemos que es real.
Lo mejor de todo es que, a pesar de la dureza de la historia, nunca cae en el sensacionalismo ni en la lagrimita fácil y siempre mantiene la esperanza en que se puede escapar de esas relaciones tóxicas. Y que una de las claves para conseguirlo son los verdaderos amigos, que siempre están ahí y a los que, a veces, no valoramos como debiéramos.
Parece mentira que esta sea la primera novela gráfica de Rosemary Valero-O'Connell (Minnesota, 1994), porque la belleza de cada una de sus páginas es apabullante. Con un estilo entre el manga y el cómic norteamericano, la autora logra que sus personajes parezcan vivos, a la vez que refleja en sus rostros lo que sienten y es capaz de dibujar, con una belleza exquisita, cosas tan difíciles como las manos o el pelo. Sin olvidar que sus páginas están llenas de maravillosos detalles y singulares encuadres que nunca estorban a la narración. Y sus toques de color son fabulosos (aunque sea con un color tan difícil de aplicar como el rosa).
Rosemary debutó en el fanzine español Thermozero, porque se crió en Zaragoza. Posteriormente ha colaborado en cómics de tanto éxito como Leñadoras, Academia Gotham o Steven Universe. Y en 2018 fue nominada a dos Premios Eisner por su tebeo What is left.
Un cómic tan bello como emocionante, que trata con gran sensibilidad temas delicados, que es muy recomendable para los jóvenes (y para todo tipo de público) y que nos hace esperar con ansía los futuros proyectos de estas dos grandes autoras.