La cárcel que espera a El Chapo para pasar el resto de su vida
- El juez federal decidirá en un plazo de 60 días en qué prisión cumplirá la condena perpetua
- Todo apunta a que la prisión escogida será la ADX, conocida como 'el Alcatraz de las Rocosas'
Joaquín el Chapo Guzmán, condenado este miércoles a cadena perpetua por narcotráfico en Estados Unidos, ya ha abandonado la prisión de maxima seguridad de Mahnattan en la que ha permanecido durante los ultímos 30 meses y en la que decía sentirse "torturado física y psicológicamente". Su destino, sin embargo, no parece que vaya a mejorar: a falta de la decisión definitiva del juez, todo apunta a que será recluido a la prisión federal de máxima seguridad Administrative Maximum Facility (ADX Florence), también conocida como ‘el Alcatraz de las Rocosas’ o ‘Supermax’.
Ubicada en una zona desértica y aislada del estado de Colorado, a 185 kilómetros al sur de Denver, la ADX Florence está considerada la prisión más segura de Estados Unidos, una auténtica fortaleza de la que en 25 años, desde su inauguración en 1994, no ha logrado huir ningún recluso.
Un lugar inexpugnable incluso para un especialista en escapar de prisiones de máxima seguridad como El Chapo, quien logró fugarse hasta en dos ocasiones de este tipo de prisiones en México: una en 2001, escondido en un carrito de lavandería y con la supuesta ayuda de varios funcionarios corruptos, y otra en 2014, aún más espectacular, ya que utilizó un túnel de más de un kilómetro que partía de su propia celda.
'El Alcatraz de las Rocosas'
La decisión final sobre el destino de El Chapo corresponde al juez federal de Brooklyn, Brian Cogan, que este miércoles dictó la sentencia contra él. Y si, como parece, opta por enviarle a la ADX Florence, Guzmán compartirá prisión -aunque con escasísimas posibilidades de encontrarse- con varios de los más peligrosos reclusos de Estados Unidos.
La 'Alcatraz de las Rocosas' alberga a 376 presos, entre ellos líderes de pandillas violentas y terroristas, así como condenados que han atacado a otros prisioneros o a funcionarios de seguridad. La lista de reclusos incluye a ‘Unabomber’ Ted Kaczynski, el profesor de matemáticas que somberó el terror mediante cartas bomba, el conspirador del 11-S Zacarias Moussaoui y el responsable del atentado de la maratón de Boston, Dzhokhar Tsarnaev.
"Está muy bien diseñada para ese propósito, el de mantener a los delincuentes más peligrosos del sistema federal de prisiones", explica a Reuters Martin Horn, profesor del Colegio de Justicia Criminal John Jay de Nueva York, quien duda que El Chapo tenga alguna oportunidad de huir por tercera vez. "En sus dos anteriores fugas, Guzmán ha demostrado que hay más riesgo de que escape que con cualquier otra persona. Esto hace que la ADX sea un lugar apropiado para él".
Las celdas de la ADX son individuales, aunque miden poco más de ocho metros cuadrados y están construidas con paredes de cemento e insonorizadas, para evitar que los presos se comuniquen entre sí o con el exterior; incluso las tuberías de las unidades están diseñadas para no transmitir sonidos. Cuentan con una estrecha ventana de un metro a través de la cual solo ven un pedazo de cielo.
Los reclusos apenas disponen de muebles: cuentan con una litera fija, un escritorio y un taburete de hormigón armado. Cada celda tiene también una ducha incorporada, un inodoro y un lavabo de metal. Los presos están confinados a solas durante 23 horas en su celda y solo mantienen un contacto mínimo con el personal de la prisión. Tampoco pueden moverse sin escolta y se les cuenta hasta seis veces al día.
Amnistía Internacional denuncia el extremo aislamiento
Amnistía Internacional elaboró un informe en 2014 para evidenciar el régimen de extrema seguridad de la ADX, que transgreden los derechos humanos. Las condiciones de aislamiento llegan a tal punto que los presos comen y hacen sus necesidades en la propia celda. Denuncian que incluso las visitas del personal médico se hacen a través de la puerta de la celda y las consultas psicológicas mediante teleconferencia.
El Gobierno americano afirma que la mayoría de presos cuentan con televisores con múltiples canales y que tienen acceso a programas educativos dentro de la celda. También ofrecen el programa Step Down (SDP) para que los presos puedan acceder a un entorno menos restrictivo. A pesar de esto, Aministía evidencia en el informe que “los programas internos no pueden compensar la falta de interacción social significativa que muchos prisioneros soportan durante años”.
A Amnistía Internacional también le preocupa que los reclusos con enfermedades graves no estén siendo examinados y tratados adecuadamente y critican los criterios que se utilizan para decidir qué prisioneros van a la ADX. Cree que “ningún preso con discapacidad mental debe ser recluido en régimen de aislamiento”, ya que dicha práctica no cumple con los estándares internacionales y va en contra de las recomendaciones de los expertos en salud mental.