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Japón

El sospechoso de incendiar un estudio de animación en Japón creía que le habían plagiado una novela

  • El detenido es un exconvicto de 41 años que arrastraba un pasado de desequilibrios mentales
  • La policía cree que compró 40 litros de gasolina en una estación de servicio cercana a los estudios

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Un grupo de personas deposita flores en el exterior de los estudios Kyoto Animation, donde un incendio causó la muerte de decenas de personas.
Un grupo de personas deposita flores en el exterior de los estudios Kyoto Animation.

El presunto responsable del incendio intencionado en unos estudios de animación de Kioto (Japón), que el jueves ocasionó la muerte de 33 personas, es un exconvicto que habría actuado como venganza por el supuesto plagio de una novela.

El hombre, que permanece detenido, fue identificado por la policía como Shinji Aoba, de 41 años. Según la cadena pública NHK, que cita fuentes policiales, Aoba pasó un tiempo en prisión por robar un supermercado en Tokio en 2012 y posteriormente vivió en centros para exconvictos.

Las informaciones que han facilitado las autoridades y los relatos de los testigos apuntan a que Aoboa actuó en un posible acto de venganza porque, según dijo Kyoto Animation, "le había robado una novela" o le había "copiado" una idea.

"Parecía estar enfadado, gritando algo sobre que había sido plagiado", dijo a los periodistas una mujer que fue testigo de la detención.

"Lo hice", dijo Aoba a la policía tras ser arrestado, según medios locales, alegando que había iniciado el fuego porque creía que el estudio le había robado su novela.

Las autoridades están a la espera de que el sospechoso se recupere de las quemaduras que sufrió para iniciar un interrogatgorio formal y conocer a fondo las razones que le llevaron a cometer el crimen.

Desequilibrio mental

Aoba, residente en la ciudad de Saitama, al norte de Tokio, no tenía ningún tipo de relación con Kyoto Animation y, según varios testimonios, arrastraba un pasado de desequilibrios mentales.

El pasado mes tuvo un enfrentamiento cuando se quejó a un vecino por el ruido procedente de su casa y al que terminó amenazando de muerte, según un periódico local.

Mientras tanto, comienzan a conocerse, a través de las declaraciones de parte de los testigos y de filtraciones de la investigación, datos trágicos sobre la forma en la que murieron muchas de las víctimas.

Varios medios locales, entre ellos la agencia local Kyodo, informaron de que 19 personas perecieron atrapadas en la escalera que da acceso a la azotea al no conseguir abrirla.

Se hallaron algunos cuerpos apilados en esa escalera, de una anchura de un metro, y todo parece indicar que fallecieron intoxicadas por el monóxido de carbono.

Cuando comenzaron a conocerse los primeros testimonios, algunas personas aseguraron que el presunto autor del incendio entró en el edificio gritando: "Os voy a matar".

Comienza a ganar peso la hipótesis de que se aprovisionó del combustible en una gasolinera cercana, donde un desconocido compró 40 litros de gasolina que colocó en dos bidones y se cree que se trata de la misma persona.

Correos anónimos

El presidente de Kyoto Animation, Hideaki Hatta, ha dicho este viernes que no podía creerse las consecuencias del ataque. "No sé si (el responsable) habría pensado lo que podría causar todo esto", declaró.

Una portavoz de la compañía señaló que la firma había recibido correos electrónicos anónimos en las que había críticas contra las obras que producía Kyoto Animation y sus responsables.

"Nosotros lo hemos denunciado un par de veces a la policía", dijo la fuente, no identificada, a la cadena pública de televisión NHK.

Las muestras de apoyo a Kyoto Animation han sido numerosas, especialmente en el mundo del anime, y los vecinos de Kioto han comenzado a llegar a las proximidades del lugar para hacer sus oraciones por las víctimas y dejar ramos de flores.

También se ha iniciado una campaña popular en un sitio de internet para recaudar fondos con el fin de que la compañía pueda recuperarse económicamente de la tragedia.

Un día después de la tragedia que vivieron los 74 empleados de la compañía, gracias a esa campaña se habían recaudado casi 1,3 millones de dólares, con muchas donaciones de 5 o diez dólares