El cara a cara entre Sánchez e Iglesias abre una grieta en las negociaciones para un gobierno de coalición
- Sánchez quiere pactar con Podemos pero le pide que si no hay acuerdo "no vote con la derecha"
- Iglesias se queja de que el PSOE quiere un papel "meramente decorativo" de Podemos en el gobierno de coalición
El cara a cara entre el candidato a la Presidencia, Pedro Sánchez, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, en la primera sesión del debate de investidura pone de manifiesto que aún está lejos el acuerdo entre ambos partidos para formar el primer Gobierno de coalición en España. Ambos líderes, condenados a entenderse para que esta investidura salga adelante, han escenificado más sus diferencias que sus puntos de encuentro con un duro cruce de reproches y han dejado claro que, a horas de la primera votación, todo está el aire y Sánchez sigue sin apoyos para ser investido.
[ESPECIAL INVESTIDURA PEDRO SÁNCHEZ]
Desde el viernes ambas formaciones negocian para cerrar el pacto pero tres días después, el principal escollo siguen siendo los ministerios que va a comandar Unidas Podemos. No hay acuerdo ni sobre el número ni sobre las carteras concretas que el PSOE está dispuesto a ceder y la desconfianza mostrada este lunes entre Sánchez e Iglesias no invita a pensar en una negociación fácil.
"Respeten a nuestros votantes y no nos pidan ser un mero decorado en su Gobierno porque no se lo vamos a aceptar". Con estas palabras Iglesias ha mostrado la postura de Unidas Podemos: lamentan que el PSOE solo les quiera dar "responsabilidades simbólicas" y apuestan por gestionar áreas importantes del Gobierno.
El propio Iglesias, en un discurso que ha ido aumentando la dureza contra Sánchez, ha hecho público el foco del problema. Ha revelado que Sánchez les ha negado competencias en Interior, Defensa, Economía, Hacienda, Trabajo, Igualdad y Transicion Ecológica y ha dejado claro que Podemos "no se va a dejar humillar ni pisotear". "Que un exceso de arrogancia no haga perder la oportunidad histórica de un gobierno de izquierdas", ha lanzado Iglesias a Sánchez.
El presidente en funciones, que ha calificado como "generosa" la oferta del PSOE a Podemos (que no ha desvelado), les ha tendido la mano para acordar un gobierno de coalición, pero también ha preparado el terreno y el relato por si dicho acuerdo no sale adelante: "Queremos gobernar con ustedes pero si finalmente no llegamos a un acuerdo de gobierno, se abren otros escenarios como alcanzar solo un acuerdo de investidura sobre contenidos". El líder socialista ha hablado claramente de otros acuerdos "sin necesidad de la incorporación de Unidas Podemos". El enfado de la bancada de Unidas Podemos ha ido a más con las dudas planteadas por Sanchez sobre ese gobierno de coalición.
"Entre un gobierno de coalicion y que ustedes voten con la derecha otra vez en menos de tres años se abren otros escenarios", ha insistido Sánchez, con unas palabras que Iglesias ha calificado como "inquietantes" porque "se podría pensar que no quieren un gobierno de coalición". En cualquier caso, Sánchez ha pedido al grupo parlamentario de Unidas Podemos que "medite su voto" y "faciliten al menos un gobierno progresista".
Iglesias, que le ha recordado además varias veces que ha vetado a su persona en ese gobierno- algo que niegan los socialistas- ha afeado a Sánchez que sin haber cerrado aún ese pacto con su formación insista en pedir la abstención a PP y Ciudadanos y, en algo parecido a una amenaza, le ha contestado que si hay repetición de elecciones el socialista "no será investido nunca". Los dardos no han parado de volar y Sánchez le ha espetado: "El mundo no empieza y acaba con usted, señor Iglesias. Antes en el ámbito de la izquierda estuvieron el PCE e Izquierda Unida”.
Sánchez ha vuelto a insisitir, además, en lo que les separa haciendo referencia de nuevo a las discrepancias en lo referente al conflicto en Cataluña y al desafío soberanista. "Usted plantea la existencia de presos políticos en España", ha afeado al líder de Podemos.
La sorpresa ha reinado en el Congreso entre algunos diputados por el duro rifirrafe que han mantenido Sánchez e Iglesias, que no ha apuntado a la sintonía entre los dos líderes que serían socios de Gobierno, independientemente de que Iglesias no tenga cartera. Diputados de todas las formaciones ponen en duda ahora que se frague el pacto final y la sombra de repetición de elecciones ha vuelto a hacer aparición.
Así, en este arranque de investidura ha tenido tanta importancia lo dicho en el hemiciclo como lo que PSOE y Podemos se están diciendo en los despachos de negociación. Este mismo lunes, la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, y el responsable de la negociación, Pablo Echenique, han mantenido contactos antes del inicio de la sesión, una negociación que ha quedado paralizada durante la tarde y que se reanudará este martes, según fuentes de ambos partidos que no dan por rota la negociación a pesar del 'encontronazo' parlamentario de sus dos líderes.
Parece difícil que antes de la votación de este martes, para la que es necesaria la mayoría absoluta, ambas formaciones cierren el pacto. Todas las miradas apuntan, por tanto, al jueves, cuando ya solo es necesaria una mayoría simple, esto es, más síes que noes.
Fuentes del PSOE han dicho al término de la sesión que tras la intervención de Iglesias "todo se complica" pero no pierden la esperanza en que finalmente logren encontrar un gobierno que satisfaga a ambos y Podemos confía en que el PSOE proponga ministerios con verdadero contenido social y que "deje de tratar de convertir secretarías de Estado en carteras".
Largo discurso de Sánchez centrado en propuestas
La investidura ha arrancado a las 12:00 con el largo discurso de Sánchez de casi dos horas en el que ha desgranado su programa de Gobierno con un amplio paquete de medidas sociales, económicas y de desarrollo sostenible plagado de pactos de Estado y varias reformas constitucionales, algunas heredadas de la anterior legislatura y otras novedosas.
España, país, gobierno y social han sido algunas de las palabras más repetidas por el presidente en una intervención en la que enumerado sus "desafíos de país" y seis retos basados en el empleo digno, pensiones justas, feminismo, lucha contra la desigualdad social, emergencia climática, transición económica, avance tecnológico y transición digital y libertades.
Casado y Rivera lamentan el pacto "con los que quieren romper España"
Cataluña y el desafío independentista han sido obviados por Sánchez en su discurso inicial- algo que le han criticado todos los líderes políticos que han intervenido este lunes- pero han tomado todo el protagonismo ya por la tarde en su cara a cara con el líder del PP, Pablo Casado, que le ha echado en cara sus pactos con una "amalgama de radicales" y con los que "quieren romper España". Le ha dicho que es presidente gracias a "alianzas contra el Estado", a lo que Sánchez le ha contestado que si no quiere que el Gobierno dependa de los independentistas solo le queda el camino de la abstención". "Utilizan a Cataluña para disfrazar su enorme deslealtad a España votando en contra", ha espetado Sánchez a Casado, que también ha afeado al PP su pasado de corrupción y sus malos resultados electorales el 28A.
Casado cree que Sánchez "no es de fiar", discurso similar del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que ha focalizado parte de su intervención también en Cataluña para preguntar a Sánchez varias veces si va a dimitir si hay una sentencia condenatoria en el juicio del procés y si va a impulsar "indultos para los golpistas".
Rivera ha criticado a Sánchez "y a su banda" por "legitimar a Batasuna para negociar" porque no tiene "escrúpulo alguno" para pactar con "independentistas" y Sánchez le ha contestado sacando a pasear sus acuerdos con Vox y su crisis al comparar a Ciudadanos con "la gran evasión", en referencia a las bajas en el mismo.
Ambos- Casado y Rivera- han vuelto a decir 'no' a Sanchez a la petición de abstención y éste ha lamentado que le hagan al PSOE un cordón sanitario pero no a Vox.
La jornada parlamentaria de este lunes ha acabado con el estreno de Santiago Abascal (Vox) en el Congreso de los Diputados. Ha censurado que Sánchez cuente con el apoyo de "comunistas, separatistas, proetarras, chavistas y golpistas", para erigirse como "el grupo parlamentario más lejano al proyecto de Sánchez para España". El socialista ha eludido contestarle y ha usado el turno para volver a criticar a PP y Cs por sus pactos en comunidades y ayuntamientos con la ultraderecha.
Este martes a las 9:00 continuará la sesión de investidura con las intervenciones de los grupos parlamentarios de ERC, PNV y el Grupo Mixto (Junts per Catalunya, EH Bildu, CC, Navarra Suma, Compromís y PRC). Los partidos nacionalistas e independentistas siguen sin desvelar el sentido de su voto ya que esperan a conocer si hay acuerdo entre PSOE y Podemos para decidirlo.
En la votación de este martes es necesaria la mayoría absoluta, algo imposible para Sánchez en este momento, de tal forma que hasta el jueves quedan días para tratar de cerrar ese acuerdo de gobierno en coalición que no parece fácil.