Varios bombardeos con decenas de muertos reaviva los temores a una ofensiva contra el último feudo rebelde en Siria
- La provincia de Idlib, único bastión opositor en el norte del país, lucha contra Al Asad, y la vecina Hama
- El mayor número de ataques aéreos se ha producido en la localidad de Maarat al Numan, donde 38 personas han perdido la vida
Varios bombardeos de aviones rusos contra un mercado en la provincia de Idlid, el último bastión opositor en el norte del país, dejaron el pasado lunes al menos medio centenar de muertos. Esta zona del noroeste de Siria vivió una de las jornadas más sangrientas para la población civil desde el comienzo en abril pasado de una ofensiva gubernamental, que ha reavivado los temores contra este feudo rebelde.
El mayor número de ataques aéreos se produjo en la localidad de Maarat al Numan, donde 38 personas perdieron la vida, según el observatorio Sirio de Derechos Humanos y Defensa Civil Siria, que han responsabilizado a la aviación rusa.
Tras esas acusaciones, el Ministerio de Defensa de Rusia ha negado en un comunicado haber llevado a cabo una operación en esa zona del país árabe, donde opera en apoyo al Ejército del presidente Bachar al Asad.
Desde finales de abril, las tropas gubernamentales y rusas han estado golpeando las áreas con presencia de grupos armados opositores en Idlib y otras provincias del noroeste de Siria, a pesar del pacto sellado en otoño de 2018 por Rusia y Turquía, esta última valedora de los insurgentes.
Ese acuerdo, que redujo las hostilidades entre Damasco y las facciones opositoras y por el que se creó un corredor desmilitarizado en torno a Idlib, ha hecho agua en los pasados meses, en medio del aumento de la violencia que con este último episodio ha alcanzado su apogeo con la "mayor matanza" registrada desde el 30 de abril, tal y como la ha calificado el Observatorio.
Labores de rescate
Por su parte, la Defensa Civil Siria, que desarrolla labores de rescate en los territorios que escapan al control del Gobierno, ha asegurado en un comunicado que Rusia elude su responsabilidad por el deterioro de la situación humanitaria en el noroeste de Siria y el colapso del acuerdo.
Los también conocidos como "cascos blancos" han denunciado que los aviones de guerra golpearon Maarat al Numan y, poco después, volvieron a atacar el mismo lugar tras la llegada de los equipos de rescate, lo que causó la muerte de uno de sus trabajadores y heridas a otros dos.
En su cuenta oficial de Twitter, han asegurado que continúan las operaciones de búsqueda de supervivientes debajo de los escombros de las casas afectadas.
Los edificios derruidos pueden verse en las imágenes publicadas por los "cascos blancos", que también capturaron el momento en el que extraen de debajo de los escombros a una niña menor de 5 años aún con vida.
La violencia no ha cesado en otros puntos de Idlib, la última provincia que está controlada casi por completo por grupos rebeldes e islamistas que luchan contra Al Asad, y la vecina Hama.
Niños entre las víctimas morales
Al menos seis personas, incluida una niña, han perdido la vida en bombardeos del Ejército sirio en la localidad de Saraqeb, según el Observatorio, que ha contabilizado otras diez víctimas mortales, entre ellas dos menores, en ataques aéreos y de artillería contra diversas poblaciones de Idlib y Hama.
Además, siete civiles fallecieron por el impacto de proyectiles lanzados por las facciones opositoras contra una zona dominada por el Gobierno en Hama, cuya parte septentrional ha sido testigo de violentos choques armados entre los dos bandos en las últimas semanas.
El director del Hospital Nacional de Al Suqailabiya, Essam Hosha, ha afirmado que han recibido siete cadáveres, entre ellos de tres niños menores de 12 años y cuatro cuerpos calcinados pertenecientes a miembros de una misma familia.
Una fuente militar, que ha pedido el anonimato, ha explicado a Efe que las víctimas proceden de la población de Naura Shatha, contra la que los insurgentes lanzaron siete misiles de lanzaderas de bocas múltiples tipo Grad.
Al mismo tiempo, otros siete civiles perdieron la vida en la ciudad de Alepo por el impacto de cohetes lanzados por las facciones opositoras contra los barrios de Al Yamilia y Al Hamdaniya, en el oeste de la urbe, próximos a las zonas periféricas donde aún hay presencia de rebeldes.
Una fuente militar anónima y el director de Sanidad de Alepo, Ziad Hash Taha, han confirmado la muerte de los siete civiles, además de 16 heridos, incluidos dos menores.
Has Taha ha agregado que las víctimas civiles que se registraron desde mayo en Alepo suman 52 en total, entre muertos y heridos, por el impacto de proyectiles lanzados por las facciones armadas.
Los lanzamientos de proyectiles sobre zonas en manos de las autoridades de Damasco también han aumentado en las últimas semanas, en respuesta a la escalada de la violencia contra los bastiones opositores.
La ONU y otras organizaciones humanitarias han expresado reiteradamente su preocupación por el deterioro de la situación en el noroeste de Siria, donde unas 330.000 personas se han visto desplazadas desde abril.