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'Brexit'

Boris Johnson insiste en volver a negociar con la UE, mientras la libra se hunde por el temor a un 'Brexit' duro

  • El nuevo primer ministro reclama a Bruselas reabrir las negociaciones del acuerdo de salida en su visita a Escocia
  • La libra ha caído a su cotización más baja frente al dólar desde marzo de 2017, entre la inquietud de los inversores

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Boris Johnson, durante su visita a un submarino en una base militar de Escocia
Boris Johnson, durante su visita a un submarino en una base militar de Escocia.

Empeñado en prolongar el impulso de su nombramiento como primer ministro, Boris Johnson ha vuelto a reclamar este lunes a los países europeos reabrir las negociaciones del acuerdo de salida de Reino Unido de la Unión Europea, sin descartar una marcha abrupta, lo que ha incrementado el temor a un Brexit duro y ha hundido a la libra hasta su mínimo en más de dos años.

"El acuerdo de salida está muerto, hay que dejarlo ir", ha insistido Johnson ante los periodistas en Faslane, una base de submarinos militares donde ha iniciado su visita a Escocia, donde pretende reforzar los lazos de unidad con el resto de Reino Unido ante la perspectiva del Brexit. Allí, el nuevo primer ministro británico ha asegurado que "hay espacio para hacer un nuevo acuerdo", si bien ha vuelto a dejar claro que no quiere más aplazamientos: "Vamos a seguir adelante y a salir de la Unión Europea el 31 de octubre".

Ya antes, una portavoz de Downing Street había señalado a la prensa que "el acuerdo de salida ha sido rechazado en varias ocasiones por el Parlamento y es evidente que no será aprobado en su forma actual. Debe cambiarse si se pretende un acuerdo".

Por el momento, la Unión Europea mantiene su postura de no reabrir el acuerdo que se cerró con Theresa May y, de hecho, Bruselas ha vuelto a trasladar este lunes que las peticiones en ese sentido son "inaceptables".

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Inquietud en los mercados

El bloqueo amenaza con acabar por provocar una salida abrupta, algo que inquieta especialmente entre los agentes económicos. Carolyn Fairbain, la directora de la Confederación de la Industria Británica -la principal patronal del país-, ha instado este lunes a las empresas a acelerar los preparativos para hacer frente a la "seria posibilidad" de que haya un Brexit duro.

Sin embargo, Johnson insistía desde Escocia en que "hay muchas posibilidades de que obtengamos un acuerdo y es lo que buscamos". Lo que no impide que mantenga la amenaza de marcharse a las bravas encima de la mesa: "Si nuestros socios no se mueven, no quitan la salvaguarda [de la frontera de Irlanda], ni siquiera aceptan cambiar el Acuerdo de Retirada, no se comprometerán en absoluto y, por supuesto, tenemos que prepararnos para que no haya acuerdo".

Johnson considera que la posibilidad de una salida abrupta persuadirá a Francia y Alemania de que es necesario revisar el acuerdo, pese a que Theresa May ya intentó esa vía y fracasó. Sin embargo, la apuesta de Boris, como le conocen en Reino Unido, es que su amenaza es más creíble que la de May, pese a que los efectos de un Brexit duro serán mucho más perjudiciales para su país que para la Unión Europea.

De hecho, los mercados han vuelto a reaccionar con inquietud a su postura: la libra, que el día del referéndum del Brexit cotizaba a 1,5 dólares, ha caído este lunes hasta 1,22 dólares, su cotización más baja desde marzo de 2017. Respecto al euro, ronda los 1,1 euros por libra, su nivel más bajo desde septiembre de ese mismo año.

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Bloqueo parlamentario

En cualquier caso, tampoco está claro que el propio Johnson quiera verdaderamente forzar una salida abrupta, un extremo contra el que Parlamento británico también se ha pronunciado en varias ocasiones y que genera rechazo no solo en la oposición, sino también en un sector de su partido, lo que podría exponerle a una moción de censura que le descabalgara del cargo.

De hecho, existe la sospecha de que Johnson podría convocar elecciones anticipadas para intentar reforzar su frágil mayoría parlamentaria, ahora mismo apuntalada por los unionistas norirlandeses, aunque ese movimiento, no exento de riesgos, requeriría volver a aplazar la salida de la Unión Europea.

Por el momento, el nuevo ministro de Exteriores, Domin Raab, ha asegurado que el Gobierno ha "puesto el turbo" en los preparativos para una salida abrupta y ha criticado la "cabezonería" de los Veintisiete, aunque ha querido dejar claro que no trataba de trasladar una amenaza.

Y la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, que se ha reunido este lunes con Johnson, ha manifestado que no alberga dudas sobre las intenciones del nuevo primer ministro: "Creo que diga lo que diga Boris Johnson públicamente sobre su intención de alcanzar un acuerdo, en realidad está buscando un Brexit sin acuerdo porque está en la lógica de la postura dura que ha adoptado. Creo que es extremadamente peligroso para Escocia, e incluso para el conjunto de Reino Unido", ha advertido.

Antes de la reunión, Johnson ha asumido el compromiso de aportar nuevos fondos de 300 millones de libras (332 millones de euros) para Escocia, Gales e Irlanda del Norte.

Johnson ha asegurado que su objetivo será impulsar el crecimiento de estas regiones y potenciar los beneficios de la "unión" de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte.

"Nuestra unión es la unión política y económica con más éxito de la historia. Somos una marca global y juntos estamos más seguros, más fuertes y más prósperos, así que, mientras nos preparamos para un futuro brillante tras el Brexit, es vital que renovemos nuestros lazos que unen a nuestro Reino Unido", ha indicado.

La primera visita de Johnson a Escocia no fue bien recibida por algunos manifestantes que le abuchearon a su llegada a la residencia oficial de la ministra principal.