Trump eleva la presión y anuncia la imposición de nuevos aranceles a China en plenas negociaciones comerciales
- Las nuevas tasas gravarán desde septiembre un 10 % los bienes hasta ahora exentos, por valor de 300.000 millones
- El presidente de EE.UU. argumenta que Pekín se ha vuelto atrás después de cerrar un principio de acuerdo comercial
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este jueves la imposición de nuevos aranceles sobre las exportaciones de China pese a que ambos países se encuentran en plenas negociaciones para poner fin a la guerra comercial desatada desde hace más de un año, en un movimiento que busca presionar a Pekín para que se avenga a cerrar un acuerdo.
La nueva tanda de aranceles, que entrará en vigor el 1 de septiembre, prevé gravar con un 10 % a bienes procedentes de China por valor de 300.000 millones de dólares (más de 270.000 millones de euros) que todavía estaban exentos de pagar para entrar en territorio estadounidense; una tasa que se une al arancel del 25 % que ya rige sobre los 250.000 millones en exportaciones chinas restantes.
Trump ha justificado su decisión en la negativa del Gobierno chino a refrendar un principio de acuerdo perfilado hace tres meses, dejando claro que no está dispuesto a aceptar que Pekín dilate las conversaciones para ganar poder de negociación.
“Creíamos que ya habíamos llegado a un acuerdo hace tres meses, pero China ha decidido renegociar el acuerdo antes de firmarlo“
"Nuestros representantes acaban de volver de China, donde han tenido conversaciones constructivas sobre un futuro acuerdo comercial. Creíamos que ya habíamos llegado a un acuerdo con China hace tres meses pero, desgraciadamente, China ha decidido renegociar el acuerdo antes de firmarlo", ha explicado Trump en un hilo de Twitter.
Elevar la presión
La ronda de conversaciones que se celebró esta semana era la primera de alto nivel desde que el pasado 29 de junio Trump y el presidente chino, Xi Jingping, se reunieran en la ciudad japonesa de Osaka, en el marco de la cumbre del G20, un encuentro que supuso una tregua en las hostilidades comerciales.
La Casa Blanca informó este miércoles que los negociadores chinos habían confirmado "su compromiso para aumentar las compras de exportaciones agrícolas de Estados Unidos" y calificó los encuentros de "constructivos", por lo que avanzó que está previsto retomar los contactos a principios de septiembre.
Pero Trump ha querido elevar la presión de cara a la futura ronda, al considerar que Pekín incumple sus promesas. "China aceptó comprar productos agrícolas de Estados Unidos en grandes cantidades, pero eso no ha pasado. Además, mi amigo el presidente Xi afirmó que pararía la venta de fentanilo a Estados Unidos, algo que nunca pasó ¡y muchos estadounidenses siguen muriendo!", ha clamado en sus mensajes de este jueves.
Las conversaciones continúan
Así, aunque el presidente de Estados Unidos ha indicado que las conversaciones prosiguen, ha señalado que su Gobierno comenzará a imponer desde el próximo 1 de septiembre "un pequeño arancel adicional del 10 %" sobre los 300.000 millones de dólares de productos chinos que aún no eran objeto de aranceles.
"Esperamos continuar el diálogo positivo con China para un amplio acuerdo comercial, y creo que el futuro entre nuestros dos países será muy brillante", ha apostillado el inquilino de la Casa Blanca.
El anuncio de Trump se ha dejado notar de inmediato en los mercados: Wall Street, que estaba teniendo su mejor jornada desde junio a rebufo del primer recorte de tipos de interés de la Reserva Federal en más de una década, ha cerrado este jueves con pérdidas en sus tres indicadores. Además, el bono estadounidense a diez años ha caído a su menor nivel desde noviembre de 2016, en torno al 1,9 %.
Las tensiones entre Washington y Pekín tienen sus raíces en el desequilibrio de la balanza comercial a favor de China, que exporta 419.000 millones de dólares más de lo que importa desde Estados Unidos, algo que Trump asegura que se debe a las injustas prácticas comerciales del gigante asiático.