Al menos 80 detenidos en Hong Kong tras una huelga general histórica que ha paralizado la ciudad
- Ocho líneas de metro han dejado de funcionar total o parcialmente, entre ellas la que conecta con el aeropuerto
- Es la primera huelga desde 1967 y desafía la autoridad de Pekín, con soberanía en la ciudad desde 1997
Más de 80 personas arrestadas, la paralización de los servicios de transporte, miles de manifestantes, barricadas y calles cortadas es el balance de la huelga general convocada este lunes en Hong Kong por trabajadores de una veintena de sectores para demandar reformas democráticas.
El paro, histórico en la ex colonia británica, ahora región administrativa especial de China, no solo es una vuelta de tuerca más en la crisis política de la ciudad motivada por las protestas que piden la retirada completa de la controvertida propuesta de ley de extradición. También supone un reto a la autoridad de Pekín, bajo cuya soberanía se encuentra Hong Kong.
Según la agencia Efe, los activistas han desarrollado la protesta por siete distritos de la ciudad desde las 13.00 hora local (07.00 hora española). Protegidos con paraguas y escudos improvisados, han asediado al menos cinco comisarías de Policía y prendido fuego a papeleras y contenedores. Los agentes han tratado de dispersarlos con gas lacrimógeno. La cifra total de arrestos desde que comenzaron las protestas el 9 de junio supera ya el medio millar.
De "extremadamente peligrosa" ha calificado la situación la jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam. Ocho líneas de metro han dejado de funcionar total o parcialmente, entre ellos la línea que conecta la megalópolis con el aeropuerto, donde a las 10:00 hora local -00:04 hora peninsular española-, 230 habían sido cancelados, según el diario hongkonés South China Morning Post.
Mafias locales para reprimir la protesta
Este lunes han reaparecido grupos vestidos de blanco -pertenecientes a mafias locales, según Efe- blandiendo barras metálicas para golpear a los uniformados de negro, el color que la mayoría de manifestantes prodemocráticos identifica con la protesta.
Ocupada por Reino Unido tras las llamadas 'Guerras del Opio' a mediados del S. XIX, Hong Kong fue devuelta a Pekín en 1997 en un régimen con un grado especial de autonomía. Este lunes, la ciudad ha vivido su primera huelga desde 1967. Se han bloqueado túneles y ocupado calles en zonas tan emblemáticas como el distrito del Almirantazgo.
La tensión en la ex colonia viene de lejos y no solo la ha alimentado el descontento con el control de Pekín. El crecimiento económico de China también ha propiciado un desembarco de chinos continentales cuyo poder adquisitivo ha influido en el equilibrio económico de la zona y, desde hace años, no es visto con buenos ojos por muchos hongkoneses. Chris Yeung, veterano comentarista político y fundador de Hong Kong Citizen News, no recuerda haber visto altercados de este calibre: "Hong Kong está en su momento más caótico desde el traspaso de la soberanía y desde los disturbios (de izquierda) en 1967", ha dicho a Efe.
Pese a las advertencias de la Policía, los manifestantes han desplegando pancartas contra el Gobierno y coreado eslóganes pidiendo libertad para Hong Kong. "No está claro cuántas personas han participado, pero el mensaje principal es que el descontento de la gente con el gobierno está aumentando drásticamente y que son cada vez más críticos con la conducta de la policía", ha señalado Yeung.
La jefa del Ejecutivo hongkonés alerta de la violencia "en aumento"
La jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, ha comparecido en una tensa rueda de prensa en la que ha pronunciado un discurso en el que no se ha desviado ni un ápice de anteriores intervenciones.
En ella, Lam ha alertado de que la violencia "ha ido aumentando", además de afirmar que "las protestas han ido más allá de la propuesta de ley de extradición" y que la magnitud de las manifestaciones "ha minado seriamente el imperio de la ley en Hong Kong, llevando a la ciudad al límite".
Asimismo, la mandataria ha reiterado su intención de permanecer en el cargo y, frente a las críticas de brutalidad policial, ha pedido comprensión por la "tremenda presión" que las fuerzas del orden soportan desde hace nueve semanas, cuando comenzaron las protestas.
"El Gobierno espera que, al tiempo que expresan sus demandas, los manifestantes cumplan la ley y respeten los derechos de otros miembros del público", apostilló también el Ejecutivo en un comunicado emitido el domingo en anticipación de lo que pudiera suceder este lunes.
Retirada completa de la propuesta de ley de extradición
El objetivo de la huelga, que abarca toda la ciudad, es presionar al Gobierno para que responda a una serie de demandas que, en origen, consistían solo en la retirada de una controvertida propuesta de ley de extradición que, según abogados y activistas, habría permitido a Pekín acceder a "fugitivos" refugiados en la ciudad.
En opinión de los grupos pro democráticos de Hong Kong, se trataría de una forma de amordazar a críticos y disidentes del régimen comunista chino.
Las actuales demandas incluyen la retirada completa del texto, una investigación en profundidad sobre la brutalidad policial a la hora de reprimir las protestas y la puesta en práctica del sufragio universal.
La huelga llega después de un intenso fin de semana de protestas, el noveno consecutivo, que ha dejado varias decenas de detenidos y nuevos enfrentamientos entre el sector más violento de los manifestantes y la policía, que incluyeron el uso de gas lacrimógeno por parte de los agentes.
Las manifestaciones comenzaron a principios de junio en Hong Kong contra la propuesta de ley de extradición pero han derivado hacia demandas más amplias sobre los mecanismos democráticos de la ciudad, cuya soberanía recuperó China en 1997 con el compromiso de mantener hasta 2047 las estructuras establecidas por los británicos, inimaginables en la China continental.
A pesar de que la jefa del Gobierno hongkonés dio por "muerto" el proyecto a principios de julio, los manifestantes no se han dado por satisfechos y han seguido inundando las calles de la ciudad.