Colas breves en El Prat durante la primera jornada de huelga de los vigilantes de seguridad
- La antelación de los viajeros y el cumplimiento de los servicios mínimos (90%) han propiciado una relativa normalidad
- Las colas no han superado los 40 minutos en los accesos a la zona de embarque de las terminales T1 y T2
La primera jornada de huelga de los vigilantes de seguridad del Aeropuerto de Barcelona ha transcurrido con relativa normalidad. La antelación de los viajeros y el cumplimiento de los servicios mínimos han permitido que las colas que no hayan superado los 40 minutos en los accesos a la zona de embarque de las terminales T1 y T2.
Los trabajadores de la compañía Trablisa, encargada de los controles de seguridad del aeropuerto, han iniciado este viernes una huelga indefinida para reclamar mejoras salariales y laborales, en el que es el segundo paro que vive el aeródromo barcelonés en menos de dos semanas, después de la protesta que protagonizó a finales de julio el personal de tierra de Iberia.
La normalidad ha sido la tónica de este primer día de paros, tanto en la terminal T1, donde el tiempo de espera para pasar el control de seguridad puntualmente ha llegado a los 30 minutos, como en la T2, donde a primera hora de la mañana los viajeros han tenido que aguardar más de 40 minutos para acceder a la zona de embarque.
En los momentos en que ha habido una mayor afluencia de pasajeros se han abierto más filtros, lo que ha ayudado a agilizar la situación, que finalmente ha sido la similar a la de un día de temporada alta de verano.
Menos personal en los filtros
En este sentido, Fidel Gómez, del comité de huelga de Trablisa, ha denunciado que los filtros de seguridad han funcionado con cinco vigilantes, a pesar de que la licitación establece que deben ser seis.
"Han preferido reducir la gente en los filtros y abrir más para dar más velocidad de paso", ha explicado el representante sindical, que ha advertido de que esta reducción puede afectar a la seguridad del aeropuerto.
La tranquilidad de la jornada ha sido posible, en parte, por la previsión de los pasajeros, la mayoría de los cuales ha acudido al aeropuerto con mucha antelación para evitar perder el avión, conscientes de los problemas que se vivieron hace dos años, cuando la protesta de los vigilantes, que entonces pertenecían a la empresa Eulen, colapsó los accesos de seguridad de El Prat.
Se da la circunstancia, además, de que la Delegación del Gobierno en Cataluña había establecido unos servicios mínimos del 90% con el fin de minimizar la afectación de la huelga a los pasajeros.
Servicios mínimos del 90%
De hecho, la presidenta del comité de empresa de Trablisa, Genoveva Sierra, ha lamentado que "es prácticamente imposible" que la huelga de los vigilantes "se note" en la operativa del aeropuerto, ya que los servicios mínimos decretados son muy elevados.
En declaraciones a la prensa, la directora de Recursos Humanos de Trablisa, Pilar Albacete, ha destacado que la jornada se ha desarrollado con normalidad y que los trabajadores están cumpliendo los servicios mínimos decretados.
Según Albacete, hasta las 09:00 horas los tiempos de paso por los controles eran inferiores a los 10 minutos y, a partir de entonces, se ha producido algún repunte previsible, que ha achacado precisamente a la gran afluencia de viajeros que han llegado con antelación por la huelga.
Pilar Albacete ha reiterado que la convocatoria de huelga es ilegal, aunque no ha descartado que la empresa se vuelva a reunir con los trabajadores en función del desarrollo de la jornada.
Por su parte, la ministra de Trabajo en funciones, Magdalena Valerio, se ha referido a este conflicto en rueda de prensa celebrada al término del Consejo de Ministros y ha dicho que el Gobierno no tiene previsto recurrir a la figura del laudo arbitral para resolver la huelga.
Valerio ha afirmado que espera que se respeten los servicios mínimos y el derecho a huelga, pero con respeto a la normativa vigente".
Fluidez en los filtros de seguridad
Los pasajeros han podido pasar los filtros de seguridad con fluidez desde primera hora hasta el mediodía de este viernes, a excepción de las colas de 40 minutos que se han formado en la Terminal 2 entre las 9:00 y las 10:00 horas.
Alertada por la situación, una pasajera, Sara, que cuenta con un billete para ir a Menorca para las 16:00 horas de este viernes ha acudido al aeropuerto con más de tres horas de antelación y ha superado el control de seguridad de la T-2 en 10 minutos: "`Menos tiempo que en un día de huelga!", ha exclamado a Europa Press.
Otro de los pasajeros, Víctor, ha llegado al aeropuerto a las 09:30 horas para irse a Canarias en un vuelo que salía a las 11:30 horas: "Quería venir con tiempo", ha subrayado en una declaración en la que han coincidido muchos usuarios.
Fuentes de Aena han informado que el día se desarrolla "prácticamente como un viernes normal" de verano en El Prat, en el que hay mucha actividad y muchas personas se van de vacaciones.
1.000 vuelos diarios
Se estima que la cantidad de vuelos durante este fin de semana sea de entre 950 y 1.000 diarios, entre salidas y llegadas, y se calculan 185.000 pasajeros para el viernes; 160.000 para el sábado y 180.000 el domingo.
Los trabajadores de Trablisa han defendido que con servicios mínimos del 90% es "prácticamente imposible" que se note la incidencia de huelga y han alertado de que la empresa no está cumpliendo con todos los protocolos de seguridad al haber reducido el número de vigilantes por filtro.
Trablisa ha asegurado que los filtros de seguridad de El Prat tienen un "funcionamiento normal" durante esta jornada y que están cumpliendo con los servicios mínimos del 90%, pese a que los trabajadores han avisado de que no es así y que por eso hay menos vigilantes por filtro.
Huelga indefinida
La plantilla de Trablisa, la empresa que desde 2018 se encarga de los controles de seguridad de El Prat, decidió ayer por amplia mayoría, con 175 votos a favor y solo dos en contra, ir a la huelga para exigir mejoras salariales y laborales, tras fracasar las reuniones de mediación entre empresa y sindicatos.
Desde las 00:00 horas de este viernes, pues, los cerca de 500 empleados de Trablisa, el segundo paro que vive el aeropuerto barcelonés en menos de dos semanas, después de la protesta que protagonizó a finales de julio el personal de tierra de Iberia.
Hace dos años, en el verano de 2017, los trabajadores de los controles de seguridad de El Prat, entonces bajo la empresa Eulen, secundaron una huelga que provocó graves problemas en la operativa del aeropuerto y acabó con un laudo arbitral de obligado cumplimiento.