Quince migrantes se lanzan al mar desde el Open Arms para intentar llegar a Lampedusa
- Los náufragos sólo se dejan rescatar por la guardia costera italiana para forzar su traslado a tierra firme | Cronología
- "La situación está fuera de control", denuncia la ONG española en Twitter | Especial "A bordo del Open Arms"
Ya son quince personas las que se han arrojado por la borda del Open Arms este martes con la intención de alcanzar tierra firme tras 19 días a la espera de ser evacuados a un puerto seguro.
El ministro de Transporte italiano, Danilo Toninelli, ha pedido al Gobierno español que haga todo lo necesario para frenar a la ONG propietaria del barco Open Arms porque la situación es "insostenible", mientras la ONG informa de que otros cinco migrantes se ha lanzado al agua para llegar a Lampedusa, y ya son 15 este martes.
Los migrantes se tiran al agua y rechazan la ayuda de los socorristas del Open Armas para que sean los guardacostas italianos quienes les rescaten y les trasladen a tierra firme.
No es la primera vez que un grupo de personas rescatadas por el barco humanitario español decide lanzarse al mar para alcanzar la costa desde que la nave fondeara la semana pasada a 800 metros de Lampedusa.
La ONG ha informado a través de su cuenta oficial en Twitter que estas personas se han lanzado al mar "intentanto llegar a la desesperada a la costa de Lampedusa". Tanto los socorristas de la organización humanitaria como los guardacostas italianos han trabajado en su rescate.
Los náufragos oponen resistencia a ser rescatados por los socorristas del Open Arms, que tienen que regresar de vacío al buque español. Sólo se dejan ayudar por la patrullera italiana con el fin de que sean los guardacostas de Salvini los que acaben trasladándoles a tierra firme.
"La situación está fuera de control", han vuelto a insistir a través de las redes sociales los voluntarios y colaboradores del Open Arms.
Son ya 19 días rodeados de mar después de haber vivido situaciones muy duras que les han empujado a abandonar sus hogares y que se han visto agravadas en Libia con abusos y maltratos de toda índole. Es una especie de tortura psicologica la que están viviendo las personas que aún continúan en el buque. En total son unas noventa personas con frustración acumulada durmiendo en cubierta, en una situación penosa que nadie les soluciona. Es una especie de enloquecimiento.
Desde el barco se ha enviado un recordatorio a las autoridades pidiendo ayuda urgente debido a la situación crítica y el capitán confirma que aún no han recibido respuesta.