Una multitudinaria y pacífica marcha contra el G7 alerta de los "daños sociales y ecológicos" del capitalismo

• Entre 15.000 y 9.000 personas han cruzado la frontera franco-española en una protesta reivindicativa sin incidentes
• Al menos 17 personas fueron detenidas durante la noche en Urrugne por altercados con la policía

Miles de personas se manifiestan en protesta por la cumbre del G7

Miles de personas, 15.000 según los organizadores y 9.000 según las autoridades francesas, se han manifestado este sábado contra la cumbre del G7que se celebra en la localidad francesa de Biarritz, una cita que reunirá hasta el próximo lunes a los líderes de las principales potencias mundiales.

Protestan contra este encuentro que arranca tenso por el último capítulo del conflicto entre Trump y China y que tratará, entre otros temas, la guerra comercial, el 'Brexit' o el cambio climático.

Al término de la marcha, pacífica y sin incidentes, han leído un manifiesto en el que han criticado "la aceleración y agravamiento de los daños sociales, ecológicos y democráticos causados a escala planetaria por la ofensiva neoliberal".

"Las potencias del mundo están, de nuevo, tratando de dirigir el horizonte del planeta en beneficio de sus intereses y no hay suficiente planeta para saciar las ansias capitalistas de este sistema", ha dicho Anabel Sanz, portavoz de G7Ez, una de las plataformas organizadoras junto con Alternatives G7 de la manifestación y la "contracumbre" a la reunión internacional.

"No vamos a permitir que este sistema siga adelante", ha añadido en declaraciones recogidas por Europa Press.

Tres kilómetros a pie contra el capitalismo

La marcha, en la que se han podido ver sindicatos y asociaciones, ha comenzado pasadas las 11:00 h de la mañana en la localidad de Hendaya y ha recorrido tres kilómetros y medio hasta el recinto de Ficoba en Irun (Gipuzkoa).

En la cabecera, se encontraban, entre otros, la secretaria general del sindicato LAB, Garbiñe Aranburu, y el secretario general de Sortu Arkaitz Rodríguez, y han sido los encargados de llevar una pancarta con el lema "No al G7, construyendo otro mundo desde Euskal Herria", según ha informado Efe.

Entre los asistentes, también se ha podido ver a la portavoz de EH Bildu en el Congreso de los Diputados, Mertxe Aizpurua y el representante de Alternatives G7, Aurelie Trouvé, según Europa Press.

Califican "la contracumbre" de "éxito"

Los organizadores de estos actos paralelos al G7 consideran también un "éxito" la "contracumbre" celebrada estos días y la han calificado como un "éxito rotundo", señalando que ha contado con unos 6.000 participantes.

A su juicio, en esta cita se ha demostrado que "están a favor de alternativas, que las hay, también en Euskal Herria, un montón de propuestas para acabar con el sistema patriarcal, para lograr la acogida a personas migrantes y refugiadas y para lograr un desarrollo sostenible con soberanía alimentaria", según ha informado Europa Press.

Las últimas actividades de la "contracumbre" tendrán lugar el próximo domingo y consistirán en siete concentraciones pacíficas en diversos lugares de Euskadi y el País Vasco francés.

Al menos 17 personas detenidas y cuatro heridos leves en Urrugne

Durante la noche, se han desarrollado algunos altercados en alrededor del campamento de la "contracumbre", localizado en Urrugne, y que han acabado con al menos diecisiete personas detenidas y cuatro policías heridos de levedad por disparos de morteros caseros, según informa Efe.

Una portavoz de la subprefectura de Bayona ha explicado a Efe que una parte de los arrestos se produjeron durante una manifestación que no había sido solicitada.

Los congregados ocultaban la cara y se negaron a disolverse pese a las advertencias policiales, ha precisado la portavoz. Además de esto, han tenido lugar otros incidentes debido al intento de incursión de un grupo de personas en la autopista a A63.

Más de 13.000 agentes desplegados en Biarritz

Como medida de seguridad ante los actos, las autoridades francesas y españolas han desplegado a más de 13.000 agentes, además de cerrar el aeropuerto de la región y establecer numerosos controles por carretera en las localidades aledañas.

Estas acciones han sido criticadas por los promotores de la "contracumbre", que han defendido los actos como “pacíficos” y han lamentado la supuesta existencia de una campaña para "criminalizar” los eventos y los colectivos asistentes, "con el fin último de ahogar las voces más críticas”.