La oposición acusa a Johnson de "golpe" contra la democracia por solicitar la suspensión del Parlamento
- Laboristas, liberal-demócratas y nacionalistas escoceses se muestran escandalizados
- Diputados conservadores advierten de una posible moción de censura contra Johnson
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La petición del primer ministro británico, Boris Johnson, y aprobada por la reina Isabel II, de suspender la actividad del Parlamento desde el próximo 10 de septiembre hasta el 14 de octubre, acortando así el tiempo que tendrán los diputados para evitar que se produzca un Brexit sin acuerdo, ha provocado una tormenta de reacciones y una grave crisis política.
Como era de prever, las críticas más afiladas provienen de los principales partidos de la oposición: laboristas, liberal-demócratas y nacionalistas escoceses han calificado la iniciativa de "antidemocrática".
El líder laborista, Jeremy Corbyn, se ha declarado "horrorizado ante la temeridad" de Johnson y, según publica The Guardian, ha escrito a la reina Isabel para mostrar su preocupación y solicitar una reunión urgente.
"Habla de soberanía pero pretende suspender el Parlamento para evitar el escrutinio de sus planes para un temerario Brexit sin acuerdo - ha manifestado Corbyn en un comunicado - Es un escándalo y una amenaza a nuestra democracia (...) Si Johnson tiene confianza en sus planes debería someterlos al pueblo en unas elecciones generales o una votación".
“Esto es un escándalo y una amenaza a nuestra democracia“
Corbyn ha amenazado también a Johnson con una moción de censura, aunque sin concretar cuándo. La moción es una posibilidad contemplada como último recurso por los representantes de la oposición, que este pasado martes apostaban aún por iniciativas legislativas.
"Un golpe muy inglés"
John McDonell, responsable de Finanzas en el grupo parlamentario laborista, ha ido más lejos y ha calificado la medida como "un golpe [de Estado] muy británico". "Cualquiera que sea nuestra visión sobre el Brexit, una vez que se permite que el primer ministro impida operar completa y libremente nuestras instituciones democráticas, estamos en un camino muy precario".
"Esto no es democracia, es dictadura", ha zanjado Nicola Sturgeon, ministra principal de Escocia. "A no ser que los diputados se unan para pararle la semana que viene, hoy pasará a la historia como un día negro para la democracia británica", ha añadido. Sturgeon ha retado a Johnson a convocar elecciones antes del 31 de octubre.
Por su parte, la líder del Partido Liberal-Demócrata, Jo Swinson, también ha recurrido a la red social para acusar al primer ministro de "suprimir la voz del pueblo". "Es una forma de actuar peligrosa e inaceptable", ha subrayado.
Críticas entre las filas tories
En las filas del propio partido de Johnson también se han levantado voces críticas. El speaker (presidente) de la Cámara de los Comunes, John Bercow, que pertenece al Partido Conservador, ha calificado la suspensión como un "escándalo constitucional". De la misma opinión es Philip Hammond, exministro de Economía con Theresa May.
A ellos se ha sumado Dominic Grieve, conocido proeuropeo, que advertía de que diputados conservadores como él mismo podían verse forzados a apoyar un voto de censura. "Creo que es más probable, porque si es imposible evitar la suspensión, entonces va a ser muy difícil para la gente como yo mantener la confianza en el Gobierno".
“Va a ser muy difícil para la gente como yo mantener la confianza en el Gobierno“
Tras estas reacciones, una fuente del número 10 de Downing Street ha asegurado al Financial Times que si hay una moción de censura el Gobierno no buscará otro primer ministro, sino que disolverá el Parlamento y convocará elecciones para principios de noviembre.
Johnson solo ha recibido el apoyo externo de su socio parlamentario, el Partido Unionista Democrático norirlandés (DUP), que ha dado la bienvenida al anuncio.
El anuncio de Johnson también ha provocado reacciones en la calle y en los mercados. Una petición popular en contra de la suspensión del Parlamento británico ha reunido más de 100.000 firmas este miércoles, por lo que será debatida en la Cámara de los Comunes, y a través de las redes sociales ya se están convocando manifestaciones.
Mientras, la libra ha caído de forma acusada frente al euro y al dólar y los valores más sensibles al Brexit también han sufrido pérdidas en bolsa, según Reuters.