Ascienden a siete los muertos en el tiroteo de Odessa, en el oeste de Texas
- La Policía de Odessa informó que el tirador era un hombre blanco de unos treinta años y que se desconocían sus motivaciones
- Los agentes pararon al vehículo del sospechoso por una infracción de tráfico, entonces el conductor abrió fuego y se dio a la fuga
La policía ha elevado este domingo a siete el número de muertos en el tiroteo del sábado en Odessa, en el oeste de Texas (EE.UU.).
El jefe de la Policía de Odessa, Michael Gerke, ha informado en una rueda de prensa televisada de que la cifra de muertos en el tiroteo ha aumentado a siete, aparte del presunto atacante, que fue abatido por la policía, mientras que los heridos ascienden a 22 personas. Entre los heridos hay una menor de 17 meses con lesiones en la boca y el pecho que evoluciona favorablemente.
Respecto a las razones que movieron al atacante a abrir fuego de manera indiscriminada, Gerke ha dicho que "no hay respuestas definitivas sobre los motivos". "Hay una investigación que sigue en marcha", ha afirmado.
De acuerdo al relato de la Policía, los sucesos se iniciaron el sábado a las 15.25 hora local, cuando los agentes dieron el alto al vehículo en que se trasladaba el sospechoso por una infracción de tráfico entre las poblaciones de Midland y Odessa.
En ese momento, el conductor abrió fuego y se dio a la fuga en dirección al oeste hacia el interior de la ciudad de Odessa, donde disparó de forma indiscriminada contra los viandantes desde su vehículo.
Llegado a un punto el atacante abandonó su vehículo para continuar la huida a bordo de un camión de correos que robó. De allí se dirigió a los multicines Cinergy de Odessa, mientras continuaba disparando contra civiles. Finalmente, la policía lo abatió en la zona de los multicines tras un intercambio de fuego.
La víspera, el jefe de la Policía de Odessa, Michael Gerke, dijo en una rueda de prensa que el sospechoso era un hombre blanco de unos treinta años.
Texas fue el escenario de otra masacre el pasado agosto
Texas fue escenario en agosto del mayor atentado contra la comunidad latina en EE.UU. , con la muerte el día 3 de 22 personas -ocho de ellas mexicanos- en un tiroteo en El Paso, en la frontera con México, cuyo autor fue detenido.
Horas después de ese ataque se registró otro tiroteo en una popular zona de ocio de la localidad de Dayton (Ohio), que se saldó con nueve fallecidos y cuyo atacante fue abatido por la Policía.
Estos tiroteos han reavivado el debate por la necesidad de endurecer el control de armas en EE.UU. , donde el Congreso lleva más de dos décadas sin aprobar una ley que limite significativamente la posesión de armas, en gran medida debido a la influencia de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).
De hecho, este domingo han entrado en vigor en Texas ocho leyes estatales que relajan los controles a armas de fuego, en lugares como iglesias y colegios.