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Túnez

La alta abstención marca las segundas elecciones presidenciales libres en la historia de Túnez

  • El principal favorito, el magnate Nabil Karoui, está en prisión por un presunto delito de evasión y blanqueo de capitales

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Túnez acude a las urnas en las segundas elecciones presidenciales libres de su historia

La alta abstención ha sido la nota más destacada de las segundas elecciones presidenciales en la historia en Túnez, donde a una hora del cierre oficial de los colegios electorales solo ha votado un 35% de los inscritos, según cifras de la Instancia Superior Independiente electoral (ISIE).

La cifra contrasta con el más del 64% de participación final que se registró en la primera vuelta de las presidenciales de 2014, las primeras que celebró Túnez en democracia tras la caída en 2011 de la dictadura de Zinedin el Abedin Ben Ali.

Los cerca de siete millones de tunecinos con derecho a sufragio deberán elegir entre 24 candidatos, después de que el sábado, jornada de reflexión tras una intensa campaña, dos de los aspirantes anunciaran su retirada.

La jornada de reflexión de las presidenciales ha coincidido con el inicio de la campaña electoral para las legislativas, en un estrecho calendario que hubo de ser ajustado a finales de julio por la repentina muerte del presidente, Beji Caïd Essebsi.

Elecciones presidenciales en Túnez

En aplicación de la Constitución vigente desde 2014, la primera vuelta de los comicios presidenciales, en principio previstos para finales de noviembre, hubo de ser adelantada colocando a la Instancia Superior Independiente electoral ante un enorme reto logístico y organizativo.

A esta primera vuelta concurren 24 candidatos, en un ramillete variado de ideologías en el que solo compiten dos mujeres, la abogada Abir Moussi, defensora de los nostálgicos de la dictadura, y la exministra de Turismo, Salma Elloumi, vinculada a la oligarquía tradicional.

Sin embargo, solo cinco parecen tener opciones claras de acceder a una segunda vuelta, que se celebraría antes del 13 de octubre si ninguno de los candidatos consigue más del 50% de los sufragios en la consulta de este domingo.

El favorito se halla en prisión preventiva

Vedadas por ley las encuestas, los pronósticos apuntan a que el candidato más votado será el magnate populista Nabil Karoi, dueño de la televisión más vista del país y antiguo colaborador del partido en el poder Nidaa Tunis, que se halla en prisión preventiva acusado de evasión y blanqueo de capitales.

Karoui pesca en los mismos caladeros que el partido conservador islámico Ennahda, primera fuerza en el Parlamento y ganador de los comicios municipales de 2018, que por vez primera presenta candidato a la presidencia.

El magnate Nabil Karoui en una imagen de junio de 2019.

Por detrás, la lucha por acceder a una probable segunda vuelta, la lideran el ministro de Defensa, AbdelKarim Zbidi, candidato de la oligarquía, y el presidente interino del Parlamento y fundador del partido Ennahda, Abdel Fatah Mouro.

En la carrera también está el primer ministro, Yusef Chahed, lastrado por la crisis económica, y la abogada Abir Moussi, líder del partido de los nostálgicos de la dictadura de Zinedin el Abedin Ben Alí, derrocado en 2011.

La sorpresa podría prevenir del jurista independiente Kaïes Said, que ha experimentado un importante ascenso en campaña con su apuesta por la austeridad y un discurso firme contra el gobierno y el partido islamista. Kaïs, que participó en la enmienda de la Constitución, se ha mostrado partidario de la pena de muerte y considera que la homosexualidad es un problema que ha si expandido en Túnez por los extranjeros.

Imagen de una calle de la capital tunecina.

En este contexto, expertos coinciden en que la crisis económica -principal preocupación de los tunecinos- y la forma en la que se comporte el voto joven serán las claves para un resultado tan incierto como apretado que seguramente influirá en las legislativas de octubre, de las que saldrá el nuevo Parlamento y Gobierno.

En esta ocasión, parte de la llave la tendrán los 1,5 millones de nuevos votantes, la mitad de ellos mujeres.