Muere Andrés Sardá, el caballero de la moda española
- Tenía alzeheimer desde hace muchos años y su hija Nuria lleva la empresa
- Se le despide hoy en Barcelona en una ceremonia íntima por deseo de la familia
Andrés Sardá, uno de los grandes de la moda, ha muerto este domingo en Barcelona. Tenía 90 años y padecía alzheimer desde hace mucho tiempo y enfermedad se había agravado en los últimos meses. Según fuentes cercanas a la familia, había pasado un verano con un estado de salud delicado.
Este lunes se le despide en Barcelona en una ceremonia religiosa muy íntima, por deseo expreso de la familia. Pero más adelante se hará un homenaje en el que el mundo de la moda y sus amigos puedan participar.
"Recuerdo su calidad humana. Era un lujo trabajar para él", dice consternada Nieves Álvarez, modelo y presentadora de Flash Moda. "Nos cuidaba mucho. A mí no me gustaba especialmente desfilar en bañador y él siempre me ponía prendas transparentes encima para que me sintiera cómoda. Sus desfiles representan la modernidad, la vanguardia y la innovación, y son un punto de referencia en este país".
La modelo y empresaria Laura Sánchez también ha trabajado mucho con el señor Sardá. "Los mejores desfiles de baño los he hecho con él. Tengo recuerdos maravillosos porque era muy educado y tenía muy buen gusto. Estabas en ropa interior delante de él y no estabas incómoda. ¡Lo hacía todo tan fácil y tan bonito!".
Jesús Mari Montes-Fernández, director de Flah Moda, resalta que fue un pionero. "Supo adaptarse a los nuevos tiempos. Pasó de hacer mantillas a hacer lencería, y supo llevar este sector al mundo de la moda. Y fue de los primeros en usar la licra para las prendas de baño. Fue un hombre con visión de futuro, y un caballero. No era nada divo. Era un hombre muy sencillo como son todos los grandes de la moda".
La casa Andrés Sardá era un habitual del desaparecido Salón Gaudí pero en septiembre de 2000 cambió de pasarela y desde entonces presenta sus colecciones en la Mercerdes-Benz Fashion Week Madrid. Su directora, Nuria de Miguel, que cpnoció al diseñador dice que "era un visionario y un nombre imprescindible de la moda española. Hay que destacar cómo supo añadir el componente moda a la lencería, que antes era muy funcional. Nuria, su hija, es una grandísima continuadora del legado de su padre".
La de las mantillas es una historia curiosa. La familia Sardá fabricaba mantillas de encaje de alta calidad a finales del siglo XIX. Jackie Kennedy llevaba una de ellas cuando visitó el Vaticano y el instante fue portada de la revista Life Magazine. Jackie dio a la empresa su primera exposición internacional. Pero los tiempos cambiaron y las costumbres también y Sardá supo reconducir la empresa, y el sector, poniéndose del lado de las mujeres. Desterró las prendas de uso obligado para ofrecer piezas que encajaban mejor en los nuevos aires de libertad.
"Nuestras creaciones se han dirigido siempres a la mujer. Les proponemos las prendas que les ilusiona vestir y que les hace sentir mejor", decía.
Andrés Sardá revolucionó la ropa interior y el mundo de la mujer española con una fórmula que aunaba diseño y comodidad, y que consiguió alzar su firma como una de las más internacionales de todos los tiempos. Desde la fundación de su empresa en 1962, Andrés Sardá, ingeniero textil de formación, tenía claro que el éxito de su empresa pasaba por considerar a la ropa interior como diseño y no algo puramente funcional como sucedía hasta entonces.
"Era un hombre brillante", dice Modesto Lomba, presidente de la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME). "Representa a esa generación que fueron diseñadores y empresarios. Se hizo a sí mismo y supo convertir una empresa tradicional en la marca que todos conocemos hoy. Era un tipo magistral y estaba convencido de que tenemos que estar todos juntos y hacer marca España para tener mercado internacional".
Nacido en Barcelona en 1929, Andrés, el hijo del fundador, se aventura en la lencería. En medio de una situación política opresiva, la colección rompe con los estereotipos. Los diseños son confeccionados para favorecer y deleitar a las mujeres, mientras que la innovación técnica crea una comodidad sin precedentes.
Con su atmósfera mediterránea, Barcelona es la cuna de la creación en la que la marca forja su identidad y su estilo. Seductora, aunque fácil de usar, basada en la artesanía, la firma de Andrés Sardá se reconoce entre todas.
En 1970, Andrés Sardá presenta su primera colección de playa, traduciendo los mismos valores y estilos desde el íntimo mundo de la lencería en el ambiente externo de nadar y tomar el sol. El objetivo es hacer que las mujeres se sientan completamente seguras y atractivas. La nueva línea tiene un éxito inmediato, la que fue inmortalizada por el fotógrafo británico David Hamilton quien se encargó de realizar las imágenes de la campaña.
Andrés Sardá le pidió a David Hamilton que interpretara sus campañas de moda íntima. El resultado es espectacular: una serie de retratos en tonos pastel llenos de delicadeza y dulzura, utilizando muy poca luz para subrayar los trazos femeninos. Esta estética íntima y frágil sorprende y sobrepasa las expectativas de la marca.
Núria, la hija de Andrés, se une al equipo de creación y diseño. Así comienza una estrecha colaboración entre padre e hija. El grupo multinacional de lencería Van de Velde adquiere la empresa ara complementar su cartera de marcas.
La creación se mantiene en Barcelona, bajo la supervisión de Núria Sardá, que se incorporó a la empresa a finales de los 80, estuvo formándose, abrió una red comercial en Alemania, trabajó en París como promotora de ventas y en 1993 regresó a Barcelona y se hizo cargo del departamento de exportación. En 1998 Nuria ya estaba al frente del departamento de diseño.
Desde sus comienzos, la casa de moda se ha preocupado de construir sinergias y conexiones significativas con el mundo del arte. Las colaboraciones con casas como Roche Bobois, el diseño de trajes de Julianne Moore en la película Sauvage Grace. Artistas internacionales como Lady Gaga y Shakira han sido vistas luciendo prendas Andrés Sardá. Y en España ha contado con el apoyo y cariño de las chicas Almodóvar. Bibiana Fernández, Victoria Abril y Rossy de Palma han llegado incluso a desfilar para la firma.
En 2015 la empresa se hizo con el Premio Nacional de la Moda. Un año antes, en 2014, ganó el Premio a la trayectoria en 080 Barcelona Fashion y el galardón de Creador del año en el Salon International de la Lingerie (Francia), premio que ya había tenido en 2005, Además, tuvo el Premio a la trayectoria otorgado por la revista Elle España en 2008, el Premio a la trayectoria concedido por Es Moda en 2009, y el Prix de la Moda de la revista Marie Claire en 2012.
Premios que valoran y premian su trabajo. Declaraciones que recuerdan con cariño a este grande de la moda española. Un referente para muchas generaciones que vieron en él al maestro que daba una clase magistral con cada colección.