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Y Londres empoderó a la mujer

  • Los diseñadores apuestan por prendas que mezclan fortaleza y sensualidad
  • Destacan pesos pesados como Burberry, J W Anderson, Victoria Beckham o Chalayan

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La top española Blanca Padilla desfila para Christopher Kane.
La top española Blanca Padilla desfila para Christopher Kane.

Evolución. Esta es la máxima que rige ahora el trabajo de Riccardo Tisci, empeñado en hacer evolucionar y mantener viva una firma icónica como Burberry. Su nueva colección, revela,"está inspirada en nuestro pasado y dedicada a nuestro futuro”. Su propuesta, para la primavera y el verano de 2020, es un notable ejercicio de revisión, reinterpretación y transformación de los códigos de casa inglesa que Thomas Burberry fundó en 1856.

Las prendas clásicas (o símbolos Burberry) como las gabardinas se asoman ahora a la pasarela ligeramente renovadas, convertidas en pequeñas cazadoras moteras, tan largas como un vestido de noche o intervenidas con tachuelas brillantes. Los diseños de coctel y fiesta se inspiran en la estética victoriana y llevan la cintura elegantemente ceñida, voluminosas mangas, encajes de volantes y aplicaciones de cristal o plumas de avestruz.

Burberry revisa la época victoriana. AFP

Los estampados de animales que recuerdan a las ilustraciones del siglo XIX decoran camisas y vestidos, y comparten protagonismo con frases como ‘Soy un unicornio’, un guiño que Tisci hace al escudo familiar ideado por Thomas Burberry. La línea masculina es menos llamativa y se queda en la eterna pelea entre el clasicismo de la sastrería inglesa y la tendencia, imparable, de la ropa deportiva.

Para los más jóvenes, el sector de mercado que Tisci quiere atraer, propone chándales, camisetas y zapatillas con el nuevo logo, TB. Sobre la pasarela destacaron Gigi y Kendall Jenner pero en la primera fila todo el protagonismo se lo llevaron Dua Lipa y Rosalía. La española es una de las últimas 'Chicas Tisci' y para su actuación en la gala de los MTV Video Music Award llevó un corpiño de terciopelo y cristal de la firma inglesa.

Victoria Beckham habla de la dualidad de las mujeres. AFP

La London Fashion Week ha tenido una fantástica edición. La pasarela adquiere poder, relevancia e influencia temporada tras temporada y su calendario crece en número y calidad. Cuenta, además, con nombres muy importantes de la moda internacional, como Victoria Beckham, que abandonó Nueva York, pasarela en declive, para volver a casa.

Este es su segundo desfile en Londres y la colección roza la perfección. Se trata de un fantástico juego de contrastes entre colores, texturas, formas y patrones. “Siempre hay una dualidad en las mujeres que se mueven entre diferentes ideas y estados de ánimo. Me gusta el rigor de un traje masculino pero también un vestido amplio holgado y fluido”, dice la diseñadora que trabaja para crear prendas que trasmitan poder pero sin renunciar a la sensualidad evidente y la coquetería.

Victoria Beckham viaja a los años 70. AFP

Destacan los estampados de flores arty y de palabras garabateadas, el uso de los volantes en patrones asimétricos y el secuestro de los trajes masculinos para guardarlos, para siempre, en el armario de la mujer. “Me encanta que la mujer que lleva un traje y se siente segura y sensual con él”.

Su idea para el verano de 2020 bebe de la música y el cine de los años 70 y se tinta con una extensa carta de color que va desde los suaves y neutros hasta el verde brillante, púrpura, limón y azul helado. Tonos que colorean el nuevo sexy de la señora Beckham. Al desfile asistieron la actrices Helen Mirren y Sinéad Burke, los directores de Vogue USA y UK Anna Wintour y Edward Enninful y el director creativo de Dior, Kim Jones.

Hussein Chalyan reflexiona sobre la locura de la moda. AFP

Otro de los pesos pesados de la moda, Hussein Chalayan, mantiene intacto su talento inquieto. Su trabajo es la experimentación, tanto de la forma como del tejido. Con esta colección revitaliza el fondo de armario y reduce a la mínima expresión estética las prendas, reinventando el minimalismo. Su discurso estético cuestiona la función del cuerpo a través del tiempo y lo hace criticando la tendencia de la prendas sobredimensionadas que literalmente ocultan - y a veces secuestran- el cuerpo y el rostro de la mujer.

La silueta relajada marca la propuesta de JW Anderson. AFP

En esta tendencia, necesaria, que tiene la moda de empoderar a la mujer destaca el trabajo de los diseñadores para poner el foco de atención en el pecho y remarcar las formas con patrones osados o aplicaciones sugerentes. Christopher Kane desarrolla distintos tipos de escote haciendo que esta zona sea la protagonista y lo mismo hace Jonathan Anderson que ha firmado otro de los excelentes trabajos vistos en Londres. Su colección es la evolución de la anterior pero lleva prendas más depuradas, “más purificadas”, dice el diseñador. “Aquí no hay un mensaje subyacente. Queremos encontrar significado en todo, pero tal vez deberíamos disfrutar de la idea de la experiencia, encontrar placer al mirar”.

Fuerte y sensual, así es la propuesta de JW Anderson. AFP

Los accesorios son la clave de la propuesta ya que “interactúan y cambian la ropa que usamos. Destacan los vestidos con el pecho enmarcado, como si fuera una armadura, que proyecta una imagen de poder y sensualidad. La verticalidad domina la propuesta gracias a los patrones y volúmenes contenidos. Y se aprecia un gran trabajo con el punto que salta de temporada para ofrecerse, renovado, para la próxima primavera.

Londres baja el telón con un nivel altísimo pero la sombra de Brexit y sus consecuencias nublan un futuro que algunas voces reputadas de la moda tiñen de tonos oscuros. Otro de los focos de atención ha estado en la calle. Los activistas de Extinction Rebellion han protestado por el impacto tan grave que tiene la industria de la moda en el planeta para dar a conocer la otra cara de este sector, ‘la fea verdad sobre la moda’, con pancartas en las que se podía leer frases como ‘La moda es igual al ecocidio’.

Propuesta de Julien MacDonald. AFP

Son muchos los diseñadores que se inspiran en el pasado para idear un futuro. Pero es preciso repensar el pasado, eliminar errores, cambiar los malos hábitos y poner en marcha mecanismos de consumo y formas de producción inteligentes que proyecten un futuro más amable en el que la moda no sea la mala de la película.