Sánchez culpa al resto de partidos de la repetición electoral: "Nos lo han hecho imposible"
- El presidente del Gobierno en funciones admite, a seis días de agotar el plazo, que el país está "abocado" a elecciones
- Pide a los ciudadanos que el 10 de noviembre voten "una mayoría parlamentaria para que no haya más bloqueos"
Fin de los intentos de acuerdo y pistoletazo de salida a la campaña electoral: el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha admitido este martes, a seis días de que se agote el plazo, que España está "abocada" a repetir las elecciones generales, después de que el rey haya declinado proponer a ningún candidato para optar a la investidura y formar gobierno. Un bloqueo del que el líder socialista ha culpado a los partidos de la oposición, tanto a la izquierda como a la derecha del PSOE: "Ha sido imposible cumplir con el mandato electoral; lo hemos intentado todo, pero nos lo han hecho imposible", se ha justificado.
Sánchez comparecía en la Moncloa después de una jornada frenética, con propuestas y contrapropuestas cruzadas que no han sido capaces de fraguar en un terreno común: ni la oferta de abstención técnica de Albert Rivera, que exigía a cambio unas condiciones que Sánchez considera ya cumplidas, ni el enésimo ofrecimiento de Pablo Iglesias para formar un gobierno de coalición.
[Así hemos contado minuto a minuto las últimas negociaciones fallidas]
Ambos, de hecho, han asegurado que aún queda tiempo para avanzar en una u otra dirección antes de que sea inevitable la disolución de las Cortes, el próximo martes 24, y la convocatoria de nuevas elecciones generales para el 10 de noviembre, las cuartas en cuatro años y las segundas obligadas por la falta de acuerdo en el Parlamento para nombrar un presidente del Gobierno.
Sánchez, sin embargo, ha dejado claro que ya no hay vuelta atrás: "No hay una mayoría suficiente que garantice la formación de un gobierno", ha argumentado, para concluir que "el país se ve abocado a una repetición electoral". Y ha añadido: "Es importante que no se creen falsas expectativas entre la ciudadanía con una investidura abocada al fracaso".
Culpas a izquierda y derecha
Un fracaso del que Sánchez, sin apenas atisbos de autocrítica, no ha dudado en responsabilizar al resto de partidos, a la izquierda y a la derecha del PSOE, al considerar que unos u otros debían haber facilitado su investidura dados los resultados del 28 de abril: "Desgraciadamente dos fuerzas conservadoras y una de izquierdas han preferido bloquear lo que dijeron las urnas", ha lamentado.
Así, en primer lugar, ha cargado contra el Partido Popular y Ciudadanos: "Los conservadores españoles poco tienen que ver con los europeos y han optado por desentenderse de la estabilidad del país", ha criticado, con especial énfasis en la formación de Albert Rivera: “Quienes se dicen de centro liberal prefieren un cordón sanitario [al PSOE] y abrazar en gobiernos autonómicos a la ultraderecha”.
Después, se ha vuelto contra Unidas Podemos, reprochando al partido de Pablo Iglesias que insistiera en entrar en un gobierno de coalición. “El único límite ha sido no aceptar un gobierno minado, de entrada, por la inestabilidad. Entre un gobierno dividido y el deber de defender el interés general de mi país, he elegido defender a España”, ha recalcado.
En este sentido, ha recordado que la formación morada ya impidió su investidura en 2016 y la fallida investidura de julio de este año, en la que su partido, ha subrayado, ofreció "algo que yo no tenía inicialmente previsto, como es un gobierno de coalición; hasta ahí llegamos".
Concentrar el voto en el PSOE
"He procurado conformar un gobierno para España. No cualquier gobierno, sino el que a mi juicio necesita España ante los desafíos que tenemos por delante", ha insistido el líder socialista, que también ha dejado ver que no le interesaba un pacto que le permitiera superar la votación de investidura pero no le asegurara una mayoría estable en el Congreso: "España no necesita un gobierno para un investidura, necesita un gobierno para una legislatura"; ha argumentado.
Después de repartir culpas, Sánchez se ha volcado en lo que ya se ha convertido en la precampaña electoral, con una petición a los ciudadanos para que "digan aún más claro" que apoyan un gobierno socialista, con el fin de que en noviembre "no haya bloqueos". Un indisimulado llamamiento a concentrar el voto en el PSOE, al que las encuestas sitúan como vencedor de esos todavía eventuales comicios, pero, una vez más, sin mayoría suficiente.
La respuesta de Pablo Iglesias no se ha hecho esperar: "Pedro Sánchez comete un error histórico de enormes dimensiones forzando otras elecciones por una obsesión con acaparar un poder absoluto que los españoles no le han dado", ha señalado en Twitter, para luego prometer que Unidas Podemos seguirá trabajando para que la política "sirva para defender los derechos de la gente".
También Casado ha responsabilizado a Sánchez de la repetición electoral: "Es el único responsable de llevarnos a las urnas. Él quería elecciones desde el principio y por eso no ha intentado formar gobierno", ha sentenciado también en Twitter el presidente del PP. Rivera, por su parte, le ha acusado de "sacar a su partido del constitucionalismo" al no aceptar sus condiciones para abstenerse. Con todos los puentes rotos, la campaña electoral vuelve a comenzar.