El mundo busca medidas contra el cambio climático en la cumbre más ambiciosa desde el Acuerdo de París
- Ha sido convocada por la ONU el 23 de septiembre para combatir lo que ya se considera una "crisis climática"
- Acudirán mandatarios de todo el mundo, entre ellos, el presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez
La ONU ya no quiere hablar de cambio climático, sino de una "crisis" que requiere acciones inmediatas y muy concretas. Con ese fin, ha convocado para el lunes 23 de septiembre en Nueva York (Estados Unidos) la Cumbre de Acción Climática, un evento en el que únicamente podrán intervenir países, organizaciones de la sociedad civil y empresas que anuncien nuevos compromisos para frenar el calentamiento global.
"Quiero escuchar cómo vamos a detener el aumento de las emisiones para 2020, y reducir drásticamente las emisiones", ha pedido expresamente el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un comunicado con el que pretende arrancar a los gobiernos promesas más ambiciosas más allá de los discursos tradicionales.
Esta es la principal misión de la cumbre climática, convocada para impulsar el Acuerdo de París, justo antes de entrar el próximo año en una fase crucial de implementación de las medidas a las que se comprometieron en 2015 y con las que aspiran a alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Trump no asistirá a la cumbre, pero sí a la Asamblea de la ONU
La cumbre reunirá, entre otros actores, a gobiernos de más de 60 países, entre los que se encuentran los presidentes de Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Japón, Irán, Egipto, Colombia, Nueva Zelanda y España. Sin embargo, de acuerdo a los últimos datos, no acudirán los jefes de estado de EEUU Donald Trump, de Brasil, Jair Bolsonaro, o de Australia, Scott Morrison.
Sí asistirán, en cambio, a la sesión inaugural de la Asamblea de la ONU en Nueva York, celebrada el martes 24 de septiembre y que comenzará como un discurso de Guterres. El segundo en hablar será Bolsonaro, debido a que Brasil fue el primer país que se adhirió a la Carta de la ONU y, por lo tanto, le corresponde este turno.
Tras él, intervendrá Trump, en calidad de jefe de Estado del país anfitrión, y pronunciará su tercer discurso ante la Asamblea General como presidente. Esta cita será importante para Trump, ya que el año pasó uno de los peores tragos de su mandato cuando la audiencia repleta de diplomáticos reaccionó con sonoras carcajadas a su afirmación de que, desde que llegó al poder, se había anotado más logros "que casi ningún otro Gobierno en la historia" de Estados Unidos.
Además de esto, durante la Asamblea, Trump se reunirá con varios líderes latinoamericanos para abordar la crisis en Venezuela, y se entrevistará a solas el mismo día con su homólogo de El Salvador, Nayib Bukele, en medio de las políticas migratorias llevadas a cabo en EE.UU.
No hablará, en cambio, con el mandatario iraní, Hasán Rohaní, después de la polémica generada por el ataque a una petrolera saudí la semana pasada, que Riad atribuye a Teherán. "Nada está descartado, pero no tengo intención de reunirme con Irán", dijo Trump en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca.
Sánchez acudirá a la cita a pesar de las elecciones
Tras las intervenciones de Brasil y Estados Unidos, participarán en la Asamblea otros representantes internacionales, entre ellos, el presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que ya asistió a la Asamblea General en 2018.
Fuentes del Ejecutivo alegan que no asistir sería una grave negligencia y no ven incompatibilidad alguna entre su agenda en Nueva York y la convocatoria electoral.
Además, Sánchez tiene previsto moderar varias mesas en distintos foros y acudirá a reuniones de alto nivel sobre la cobertura sanitaria universal y las posibles respuestas estratégicas contra el terrorismo y el extremismo violento.
Las manifestaciones contra el cambio climático aumentan la presión
Los líderes llegan a la cumbre climática y posterior reunión de la Asamblea General, sintiendo la presión de la calle tras la movilización mundial del pasado viernes, que tuvo su epicentro en Nueva York con una protesta encabezada por la joven activista Greta Thunberg y que ha dado inicio a una agitada semana de manifestaciones.
En España, la protesta general se ha trasladado al 27 para aumentar los apoyos de asociaciones ambientales y sindicatos, según sus convocantes. Los manifestantes consideran que los objetivos marcados en el Acuerdo de París no se están cumpliendo y, así lo corroboran las previsiones.
El documento suscrito en el Acuerdo de París tenía como meta prioritaria que la temperatura media del planeta en 2100 no supere los 2ºC con respecto a los niveles preindustriales; aunque matizaba que los esfuerzos deben encaminarse hacia un incremento medio menor: 1,5 ºC.
Uno de los países que ha empezado a dar pasos en este sentido es Alemania, ya que el pasado viernes, coincidiendo con el inicio de las protestas, el ejecutivo de Angela Merkel ha anunciado un ambicioso plan contra el cambio climático que prevé movilizar 40.000 millones de euros hasta 2023.