'Pepino', ¿Puede un conejito ser un héroe de leyenda?
- Llega a España el popular cómic de Gigi D.G. protagonizado por un pequeño héroe
- Un tebeo ideal para que los padres compartan con sus hijos
Hemos leído cientos de historias sobre personajes corrientes que, sin embargo, resultan elegidos para salvar el mundo y que finalmente lo consiguen sorteando todo tipo de dificultades. Pero... ¿Y sí ese supuesto héroe no estuviera interesado en salvar el mundo sino que solo quiere ir al colegio para estudiar? Ese es el original punto de partida de Pepino. Héroe de leyenda 1: El reino de la rosquilla (Brúfalo/La Cúpula), el primer tomo que recoge uno de los webcómics más populares en todo el mundo, que es obra de la joven autora norteamericana Gigi D.G.
Una divertidísima parodia de las historias de espada y brujería, protagonizada por animales antropomórficos, que Gigi empezó a publicar el 3 de abril de 2011 con el título de Cucumber Quest, y que enseguida se hizo muy popular en todo el mundo.
Un cómic especialmente indicado para niños y jóvenes a partir de diez años y que es ideal para que lo lean solos o con sus padres, ya que los progenitores también se enamorarán de este colorido mundo lleno de personajes irresistibles. Y muy, muy divertido.
El cómic está protagonizado por una pareja de conejitos que son hermanos, Pepino y Almendra. Cuando el padre de Pepino (Lord Repollo) le encarga la misión de salvar a los siete reinos de Onirolandia, Pepino se niega, porque su mayor deseo es ir a la Academia Puffingtonm para alumnos con dotes mágicas. Y es que él quiere ser mago.
Pero el destino le tiene reservado el papel de Héroe, ya que las profecías dicen que él es el único que puede enfrentarse al malvado Señor de las pesadillas y a sus secuaces, como la maléfica Reina Cordelia o la bruja Olivina. Para ello necesita conseguir la Espada de los Sueños, la única arma capaz de derrotar al Señor de las pesadillas.
Menos mal que, en su aventura contará con la ayuda de su hermana pequeña, Almendra, que es mucho más heróica, valiente y hábil con las armas que Pepino, respondiendo mucho mejor que nuestro protagonista a la imágen de héroe clasico. Pero ya os hemos dicho que esta es una parodia en la que todos los tópicos sobre el género saltarán por los aires.
Un mundo lleno de fantasía
Destacar la imaginación sin límites de Gigi D.G. , que construye un fantástico mundo, Onirolandia, que flota en algún lugar entre las estrellas y donde los sueños se hacen realidad.
Un mundo que está formado por siete reinos: El Reino de la Rosquilla (hogar de árboles de goma, montañas de azúcar y de nuestros protagonistas); el de las Olas (con playas cristalinas y bosques de coral); el de la Melodía (dónde siempre hay música y saben cómo montar una buena fiesta); el de las Flores (el sitio ideal para los amantes de la moda), el de Cristal (tierra de contrarios), el de los Cielos (donde reside el Sol en su palacio y donde se encuentra la academia de jóvenes magos); y el del Espacio (o la Luna, que es una sofisticada computadora que hace que todo funcione).
Lo curioso es que, en cada uno de esos siete reinos, sus habitantes tienen las orejas de una forma diferente, por lo que es fácil distinguirlos.
No temáis perderos porque el cómic incluye fichas de todos los personajes y de todos los mundos, para que os situéis enseguida. Y un montón de extras, como historietas cortas que nos descubren los secretos de los principales personajes y un montón de bocetos, para que descubráis cómo se crearon.
Destacar los dibujos de Gigi, que son encantadores, llenos de vida y con el dinamismo de los dibujos animados.
Casi un videojuego
Los aficionados a los videojuegos ya habréis notado que una de las grandes influencias del cómic son los videojuegos, con todos esos mundos diferentes llenos de personajes a cual más extraño. Y esos colores que nos recuerdan a los de las pantallas. De hecho, la autora confiesa que la idea para este cómic se le ocurrió de pequeña cuando jugaba a videojuegos.
Y que situar la historia en el típico contexto del "viaje del héroe" le brinda muchas oportunidades para la parodia. Además hay nuemorsas referencias a videojuegos y otros cómics, la más evidente la aparición de las bolas de Dragon Ball.
En fin, un cómic ideal para los niños pero que los adultos disfrutamos igual.