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'Brexit'

El Supremo británico declara ilegal el cierre del Parlamento decretado por Boris Johnson

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El Supremo británico declara inconstitucional el cierre de Westminster

El Tribunal Supremo británico ha infligido este martes un doloroso revés político a Boris Johnson, al declarar ilegal -con la unanimidad de sus once jueces- la suspensión de las sesiones del Parlamento de Westminster que decretó el primer ministro y que impidió los debates en la Cámara de los Comunes sobre su plan para el Brexit.

En un fallo histórico, los once jueces de la máxima instancia judicial del Reino Unido consideran que la suspensión del Parlamento, decidida el pasado agosto por Johnson, es "nula" y queda "sin efecto", un fallo que no solo pone en cuestión al primer ministro, sino que reafirma la primacía de Westminster sobre Downing Street en el sistema político británico.

Un lazo morado en una imagen de archivo

Un lazo morado en una imagen de archivo iStock

Tras conocerse la decisión, el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, ha anunciado que las sesiones del Parlamento se reanudarán este miércoles "sin retraso", si bien no se celebrará la habitual sesión de preguntas al primer ministro, dado que Johnson se encuentra en Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU.

Desde allí, el primer ministro ha declarado a la BBC que su Gobierno "respetará" el fallo del Tribunal Supremo -los medios británicos habían especulado con que podría volver a suspender las sesiones parlamentarias ajustandose a la sentencia-, si bien se ha dicho "en profundo desacuerdo" con la decisión.

Corbyn pide la dimisión

Por su parte, el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, ha pedido de inmediato a Boris Johnson que "reconsidere su posición" al frente del Gobierno, en una invitación a que deje el cargo, durante una declaración especial en el congreso laborista que se celebra en Brighton.

Lo cierto es que la decisión de Tribunal Supremo supone una victoria histórica para los defensores de la soberanía parlamentaria y una derrota extraordinaria para Johnson, que ha recibido la sentencia más dura de entre todas las posibles opciones que se manejaban a priori.

Los parlamentarios podrán volver ahora a debatir el Brexit y, posiblemente, aprobar nuevas restricciones sobre el acuerdo de salida o incluso una moción de censura frente a un Gobierno en minoría que ha perdido todas las votaciones que ha celebrado hasta la fecha.

Los diputados, además, volverán a Westminster justo en medio de la temporada de congresos de los partidos. Los tories de Johnson tenían previsto reunirse la semana que viene para relanzar su partido de cara a las inminentes elecciones generales, un propósito que ahora queda aguado ante la derrota judicial.

Fachada del Tribunal Supremo londinense en una imagen de archivo.

El Tribunal Supremo advirtió, al inicio de las deliberaciones, que sus once jueces no decidirían sobre el 'Brexit' sino sobre el cierre del Parlamento. EFE/ARCHIVO

"No ha sido una suspensión normal"

Para alcanzar su su fallo, el Tribunal Supremo, que constituye la máxima instancia judicial de Reino Unido, celebró varias vistas públicas entre el 17 y el 19 de septiembre. Después, durante tres días, los once jueces del Tribunal Supremo han estudiado los dictámenes emitidos por el Tribunal Superior de Londres y la Corte de Apelaciones de Escocia, que fallaron a favor y en contra del Gobierno, respectivamente.

No hay duda que los tribunales tienen poder de supervisar y fijar los límites del poder de su majestad para suspender el parlamento

El Tribunal ha sentenciado, en primer lugar, que la decisión del Gobierno, pese a haber utilizado un poder de la prerrogativa real, puede ser revisada por los tribunales. "No hay duda que los tribunales tienen poder de supervisar y fijar los límites del poder de su majestad para suspender el parlamento, y las dos partes lo aceptan", ha dicho la presidenta del Tribunal, Brenda Hale.

Seguidamente, ha explicado que "el límite en el poder de suspender el Parlamento está en que busque detener, sin justificación, su obligación constitucional de ejercer la soberanía parlamentaria".

En ese caso, "si no hay justificación razonable, es innecesario determinar si el primer ministro dijo la verdad o no". Y esta "no ha sido una suspensión normal antes de un discurso de inicio de la legislatura", ha apostillado.