Bolsonaro defiende en la ONU que la Amazonia no es "patrimonio de la Humanidad"
- El presidente de Brasil ha vuelto a reivindicar la soberanía del país y su derecho a explotar la selva tropical
- Asegura que su Gobierno está "solemnemente comprometido" con la preservación del medio ambiente
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sostenido este martes que la Amazonía no es "patrimonio de la Humanidad", sino de los países que abarca, y ha defendido el derecho del gigante suramericano a explotar tanto la selva tropical como otras reservas naturales, incluidas las tierras indígenas.
"Es un error decir que la Amazonia es patrimonio de la Humanidad y es un error, como atestiguan los científicos, decir que nuestro bosque es el pulmón del mundo", ha dicho en su intervención en la Asamblea General de Naciones Unidas, atribuyendo estas afirmaciones a un "espíritu colonialista".
Denuncia "ataques" y "mentiras"
En relación con la polémica internacional sobre la gestión de los recientes incendios en la Amazonia, el presidente brasileño ha denunciado que "algunos países, en lugar de ayudar, han seguido las mentiras de la prensa (...) cuestionando lo más sagrado: la soberanía". "Uno de ellos, en la última cumbre del G-7, se atrevió a sugerir la imposición de sanciones contra Brasil sin ni siquiera escucharnos", ha recordado en alusión a Francia.
Y ha dado las gracias a "quienes no aceptaron llevar a cabo esta absurda propuesta. "Se lo agradezco especialmente al presidente Donald Trump, que resumió bien el espíritu que debe prevalecer entre los estados miembros de la ONU: respecto a la libertad y soberanía de cada uno", ha valorado.
Frente a estos "ataques" y "mentiras", Bolsonaro ha asegurado que su Gobierno "está solemnemente comprometido con la preservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible". Prueba de ello, ha subrayado, es que la Amazonia brasileña, con una extensión similar a la de Europa Occidental, sigue "virtualmente virgen".
Bolsonaro atribuye los últimos incendios, que han consumido millones de hectáreas de la selva amazónica, a "un clima seco y vientos favorecidos por incendios tanto espontáneos como provocados", y ha aprovechado su intervención para recordar que "las poblaciones indígenas y locales también usan el fuego como parte de su cultura".
Momentos después de su intervención, Greenpeace ha calificado de "farsa" el discurso del presidente brasileño, quien, a juicio de la organización ecologista, intenta convencer de que su Gobierno protege la Amazonia, pese a que hace totalmente lo contrario.
"En realidad, Bolsonaro promueve el desmonte del área socioambiental, negocia tierras indígenas con mineras extranjeras y debilita el combate a los crímenes forestales", ha afirmado el coordinador de Políticas Públicas de Greenpeace en Brasil, Marcio Astrini, en un comunicado divulgado por el grupo ecologista.
La organización ha agregado que que, en su discurso, Bolsonaro no ha demostrado ninguna preocupación por los cambios climáticos ni ha mencionado el Acuerdo de París, pero sí ha dejado claro que no cree en la ciencia y que no se compromete a dedicar esfuerzos para reducir la deforestación y las emisiones contaminantes.
Defiende el derecho de Brasil a explotar sus tierras
El presidente de Brasil ha defendido, además, el derecho de este país a explotar sus tierras, señalando que actualmente solo el 8% se usa para la producción de alimento, mientras que países como Alemania o Francia dedican más del 50 por ciento de su superficie a la agricultura.
Refiriendose concretamente a las reservas indígenas, el líder ultraderechista ha precisado que el 14% del suelo brasileño está considerado territorio indígena y considera que mantenerlo baldío solo contribuye a aumentar la pobreza y marginación de sus habitantes.
"Desafortunadamente, algunas personas, tanto dentro como fuera de Brasil, con el apoyo de las ONG, insisten en tratar y mantener a nuestros pueblos indígenas como cavernícolas. Pero Brasil ahora tiene un presidente que se preocupa de quienes estaban antes de que los portugueses llegaran", ha proclamado.
En esta línea, ha rechazado "los intentos de instrumentalizar las cuestiones medioambientales o las políticas indígenas a favor de los intereses políticos y económicos extranjeros, especialmente los disfrazados de buenas intenciones". Cualquier iniciativa que busque ayudar a la preservación de la Amazonia "debe tratarse con pleno respeto a la soberanía brasileña", ha reclamado.
También Trump ha subrayado este martes ante Naciones Unidas la importancia de que los países conserven la soberanía, si quieren democracia, dentro de un discurso en el que el presidente estadounidense ha defendido que "el futuro no pertenece a los globalistas, sino a los patriotas".
"Un nuevo Brasil"
Por otro lado, el inquilino del Palacio de Planalto ha ensalzado "el nuevo Brasil, uno que resurge del abismo del socialismo", de "una ideología que no ha buscado la verdad, sino el poder absoluto", basado en "los valores de su pueblo".
El presidente brasileño ha lamentado que en los últimos años "la ideología ha dominado la cultura, la educación y la comunicación" hasta el punto de que "ha invadido nuestros hogares e intentado desmontar la célula madre de cualquier sociedad sana: la familia" y "ha intentado destruir la inocencia de nuestros hijos corrompiendo la identidad más elemental: la biológica". Además, "ha invadido el alma humana para apartarla de Dios", ha apostillado.
Frente a la "corrección política", ha llamado a la ONU a combatir "este ambiente ideológico que socava los principios básicos de la dignidad humana". "No estamos aquí para erosionar nuestras nacionalidades e ignorar la soberanía en nombre de un 'interés global' abstracto.
Esto no es la Organización del Interés Global, es la Organizaciones de Naciones Unidas y así debe seguir", ha reivindicado.