Boris Johnson reta a la oposición a destituirle o a dejarle completar el 'Brexit' en la reapertura del Parlamento
- El líder del Partido Laborista y otros partidos de la oposición han pedido la dimisión de Johnson y elecciones anticipadas
- Jeremy Corbyn también ha pedido al primer ministro que se disculpe ante los británicos y ante la reina Isabel II
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha retado este miércoles a los partidos de la oposición a presentar una moción de censura contra él o bien a dejarle completar el Brexit el próximo 31 de octubre, en la primera sesión parlamentaria tras la reapertura del Parlamento británico que ha reanudado su actividad después del dictamen emitido por el Tribunal Supremo, que consideró "ilegal" y "nula" la suspensión decretada en agosto ordenada por Johnson
"¿Va a esquivar un voto de confianza sobre mí como primer ministro?", ha preguntado el primer ministro británico al jefe de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, que hasta ahora ha descartado esa opción y ha insitido en que el jefe de Gobierno debe dimitir.
Si el primer ministro perdiera una moción de censura podrían convocarse de forma automática unas elecciones anticipadas, un escenario que Johnson desea pero al que el Partido Laborista se opone por ahora, hasta que la posibilidad de un Brexit sin acuerdo haya desaparecido por completo
"Si el partido de la oposición (laborista) no tiene confianza en este Gobierno, tiene la oportunidad de aprobar una moción. Hasta que la sesión llegue hoy a su término pueden presentar una moción de censura contra el Gobierno", ha afirmado Johnson.
El Ejecutivo conservador no cuenta con una mayoría que le respalde en la Cámara de los Comunes y Johnson ha perdido todas las votaciones parlamentarias que se han celebrado desde que llegó al poder a finales de julio.
Desbloqueo del proceso
Los partidos de la oposición han evitado hasta ahora una moción contra él y vetaron a principios de septiembre en dos ocasiones la propuesta del mandatario conservador para convocar unas elecciones, la vía que para el primer ministro podría desbloquear el proceso del Brexit.
Al responder a Johnson, Corbyn ha afirmado que "tras la sentencia de ayer, el primer ministro debería haber hecho lo más respetable y resignar".
Once jueces del Tribunal Supremo, la máxima instancia judicial del país, ordenaron el pasado martes por unanimidad reabrir el Parlamento, que había cerrado por orden de Johnson el 9 de septiembre y estaba previsto que permaneciera clausurado hasta el 14 de octubre.
"El veredicto de ayer representa un momento extraordinario y me parece que precario en la historia de este país. La más alta corte ha determinado que el primer ministro quebrantó la ley cuando trató de silenciar el escrutinio democrático en un momento crucial para la vida pública", ha dicho el líder laborista.
Johnson, por su parte, ha insistido en que la decisión de los jueces fue "errónea" y que el tribunal no debería haberse pronunciado sobre "lo que es esencialmente una cuestión política".
Gobierno británico dice que actuó "de buena fe" al reanudarse el Parlamento
Mientras, el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, así como otros partidos de la oposición, han pedido su dimisión y la celebración de elecciones anticipadas tan pronto como quede descartada de facto una salida sin acuerdo con Bruselas.
Corbyn también ha pedido a Johnson que se disculpe ante los británicos y ante la soberana, por solicitarle -cumpliendo con el protocolo-, su sanción para una cuestión que se ha demostrado que era ilegal.
El presidente de la Cámara Baja, John Bercow, ha señalado que, para reflejar el fallo judicial, en el boletín parlamentario constará que las sesiones fueron "aplazadas" desde el 10 septiembre hasta hoy y no suspendidas.
Al inicio de la sesión de este miércoles ha comparecido ante los diputados el abogado del Estado, Geoffrey Cox, quien defendió que el Gobierno conservador actuó "de buena fe" al decretar la suspensión de las cámaras en vísperas del Brexit, previsto para el 31 de octubre.
El abogado del Estado mantuvo que el Ejecutivo "respeta" el dictamen del Supremo -la máxima instancia judicial del Reino Unido-, aunque el primer ministro insiste en que "no está de acuerdo".