El denunciante del 'Ucraniagate' acusó a Trump de querer interferir en las elecciones y a la Casa Blanca de taparlo
- El Congreso revela la denuncia de un agente de inteligencia tras conocer la llamada de Trump al presidente ucraniano
- En su aviso, afirma que la Casa Blanca intentó borrar la transcripción y la codificó como si tuviera información sensible
El agente de inteligencia que denunció al Congreso de Estados Unidos la trama ucraniana que ha llevado a Donald Trump al borde de un proceso de impeachment no solo avisó de que el presidente estaba usando las prerrogativas de su cargo para que un país extranjero interfiriera en las elecciones de 2020 en su favor, sino que alertó de que altos funcionarios de la Casa Blanca habían intentado ocultar la llamada que comprometía a Trump, al ordenar borrarla del registro convencional y guardarla en el que se reserva a las conversaciones que abordan temas sensibles para la seguridad nacional.
Así consta en la denuncia [en inglés.pdf] que ese miembro de los servicios de inteligencia remitió, haciendo uso de los canales establecidos a tal efecto, a Richard Burr, el senador republicano que preside el Comité de Inteligencia, y a Adam Schiff, el demócrata que dirige el comité equivalente en la Cámara de Representantes, y que este jueves ha sido difundida por el Congreso. Asimismo, se ha desvelado una carta del Inspector General de los Servicios de Inteligencia, Michael K. Atkinson, en la que juzga "creíble" la denuncia, por lo que la remite a sus superiores.
“El presidente de EE.UU. está usando las prerrogativas de su cargo para solicitar la interferencia de un país extranjero en las elecciones de 2020“
"He recibido información de múltiples funcionarios del Gobierno estadounidense sobre que el presidente de Estados Unidos está usando las prerrogativas de su cargo para solicitar la interferencia de un país extranjero en las elecciones de 2020", señala el agente, sin ambages, al inicio de su memorando, antes de detallar que "esa interferencia incluye, entre otras cosas, presionar a un país extranjero que para que investigue a uno de los principales rivales políticos internos del presidente".
La denuncia se conoce solo un día después de que la Casa Blanca decidiera hacer pública la transcripción de la llamada telefónica entre Donald Trump y el presidente ucraniano, Volódimir Zelenski, en la que, efectivamente, se aprecia que el mandatario estadounidense le pidió que averiguara todo lo que pudiera del exvicepresidente Joe Biden, aspirante a la presidencia en 2020, y de su hijo: "Cualquier cosa que puedas hace con el Fiscal General, sería estupendo", le dijo, tras señalar que Biden presumía de haber frenado una investigación sobre los negocios de su hijo en Ucrania.
Las dudas suscitadas por esa denuncia, así como las reticencias de la Casa Blanca a informar a los congresistas -tal como le obliga la ley- de los detalles de la llamada, llevaron este martes a los demócratas a poner en marcha el proceso que llevaría a Trump a un juicio político o impeachment y, en última instancia, a ser destituido, bajo la acusación de haber violado las leyes federales.
Mientras, según el diario The New York Times, el denunciante que reveló que el presidente de EE.UU., Donald Trump, presionó a Ucrania para influir en las elecciones de 2020 es un agente de la CIA que estuvo destinado en la Casa Blanca. El periódico no menciona el nombre del informante y se limita a explicar que trabajó en la Casa Blanca "en algún momento", pero que ya ha vuelto a las oficinas de la agencia de inteligencia.
Tapar la llamada
Aunque el proceso está aún en su primer estadio, uno de los cargos con los que se pretende fundamentar el impeachment es la obstrucción a la justicia, un extremo que la Casa Blanca trató de neutralizar con la difusión de la conversación entre Trump y Zelinski. Sin embargo, la denuncia del agente de inteligencia recalca los esfuerzos realizados por la administración Trump para ocultar su contenido.
"En los días que siguieron a la llamada, supe por múltiples miembros del Gobierno que altos funcionarios de la Casa Blanca habían intervenido para 'bloquear' todas las grabaciones de la llamada telefónica, especialmente la transcripción oficial palabra por palabra de la llamada que realizó -como es habitual- la Sala de Situación de la Casa Blanca", explica en su memorando, en alusión a la sala de crisis alojada en el sótano del ala oeste.
El denunciante opina que esos intentos revelan que los miembros del gabinete eran conscientes de la "gravedad" de la llamada, antes de detallar cómo intentaron ocultarla.
"Funcionarios de la Casa Blanca me dijeron que los abogados de la casa Blanca les 'ordenaron' que eliminaran la transcripción electrónica del sistema informático en el que esas transcripciones se almacenan habitualmente para coordinación, finalización y distribución a los miembros del gabinete", relata.
"En cambio, la transcripción fue grabada en un sistema electrónico separado que utilizado para almacenar y manejar información clasificada de naturaleza especialmente sensible", añade, antes de subrayar que "un funcionario de la Casa Blanca describió ese acto como un abuso del sistema electrónico, porque la llamada no contenía nada remotamente sensible desde una perspectiva de seguridad nacional".
Riesgo para la seguridad nacional
Sobre la llamada en sí misma, el denunciante reconoce que no fue testigo directo de la misma y que su contenido lo conoce a través de los testimonios de "múltiples funcionarios con conocimiento directo", si bien hace un resumen bastante aproximado de la conversación, a la luz de la transcripción que se hizo pública este miércoles.
"Los funcionarios de la Casa Blanca que me dieron esta información estaban profundamente turbados por lo que se traslucía de la llamada. Me dijeron que hubo una 'discusión' con los abogados de la Casa Blanca sobre cómo tratar la llamada por la probabilidad, según su relato, de que hubieran sido testigos de un abuso de las prerrogativas del presidente en beneficio personal", señala.
La denuncia también resalta el papel central del exalcalde de Nueva York, Rudolph Giulani, como abogado y asesor de Trump, en los contactos con Ucrania, así como la preocupación que esos contactos suscitaron en "múltiples miembros de la administración".
Por ejemplo, recuerda que Giulani se reunió en Madrid con uno de los consejeros de Zelenski, Andrei Yermak, y que los funcionarios del gobierno consultados calificaron ese encuentro como una “consecuencia directa” de la llamada del presidente a su homólogo ucraniano sobre los "casos" de los que habían hablado.
El agente, en última instancia, se dice "profundamente preocupado" por la posibilidad de que las acciones que relata constituyan una violación de la ley y por que "impliquen un riesgo a la seguridad nacional de Estados Unidos y mimen los esfuerzos del Gobierno por desincentivar y contrarrestar la interferencia extranjera en las elecciones estadounidenses". A partir de ahora, será el Congreso quien deberá evaluarlo.
Trump apela a la unidad de los republicanos
La Casa Blanca ha tratado de restar importancia a la denuncia, difundida por primera vez este jueves, y ha asegurado que no aporta nada nuevo de cara al posible juicio político contra el presidente: "Nada ha cambiado con la publicación de esa notificación", deja caer en un comunicado.
La nota evoca una "compilación de testimonios de tercera mano y de artículos de prensa" que, asegura, "no muestran nada inapropiado" en el comportamiento del mandatario,. según recoge AFP.
Trump, sin embargo, ha sido mucho más expresivo a través de su canal de comunicación preferido, la red social Twitter, al colgar un mensaje, en mayúsculas -lo que en internet equivale a gritar-, en el que apela a la unidad de los republicanos, reduciendo toda la trama a un conflicto partidista.
"Los demócratas están intentando destruir al Partido Republicano y todo lo que representa. Mantengámonos unidos, juguemos su juego y luchemos duro, republicanos. ¡Nuestro país está en juego!", reza el mensaje.