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Irán vuelve a violar el acuerdo nuclear al acumular uranio en instalaciones de I+D

  • Teherán hace realidad su "tercera fase" de incumplimientos, tras haber superado la cantidad de uranio que autoriza el acuerdo
  • El JCPOA está en peligro de quedar en papel mojado desde que EE.UU. se retiró el año pasado e impuso sanciones a Irán

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Irán vuelve a violar el acuerdo nuclear al acumular uranio en instalaciones de I+D
En la planta piloto de enriquecimiento de Natanz se ha acumulado uranio enriquecido, según ha informado la agencia nuclear de la ONU.

Irán ha violado nuevamente el gran acuerdo nuclear de 2015 (JCPOA, en sus siglas en inglés) al acumular uranio enriquecido en su planta piloto de enriquecimiento en Natanz, según ha informado este jueves el OIEA, la agencia nuclear de la ONU.

Los inspectores del OIEA verificaron el pasado miércoles que todas las modernas centrifugadoras de Investigación y Desarrollo (I+D) en ese lugar "estaban acumulando o estaban preparadas para acumular uranio enriquecido", señala la agencia atómica en un informe.

Desde mayo, Irán viene realizando de forma gradual violaciones del plan conjunto de acción (JCPOA) para presionar a los países europeos a fin de que les garanticen las ventajas económicas del acuerdo, abandonado por Estados Unidos en 2018.

Las sanciones que Estados Unidos mantiene contra Irán afectan a sectores que están fuera del bloqueo, como es el sector sanitario. En farmacias y hospitales dicen que hay escasez de medicinas y falta de equipos sanitarios, pues hay problemas para importar medicamentos.

Primero Irán empezó a acumular más uranio enriquecido de lo permitido (300 kilos) y después superó la pureza de uranio enriquecido autorizada por el JCPOA.

La nueva vulneración está relacionada con el programa de I+D para centrifugadoras de nueva generación, que son mucho más rápidas y eficientes que las usadas hasta ahora (IR-1).

Instalará nuevas cascadas centrifugadoras

Según el JCPOA, Irán solo puede realizar durante una década trabajos de I+D en un marco muy limitado y sin acumular uranio enriquecido, un material delicado, ya que tiene tanto aplicaciones civiles como militares.

Además de acumular uranio en estas instalaciones, Irán ha anunciado que instalará nuevas cascadas de centrifugadoras con otro tipo de maquinas (IR-2m, IR-5 e IR-6s), señalan los inspectores del OIEA en el informe emitido este jueves.

Todas estas centrifugadoras son versiones más avanzadas y rápidas que las convencionales del tipo IR-1, de las que Irán tiene instaladas 5.060 en Natanz (centro de Irán) y otro millar en la planta subterránea de Fordo.

Un diplomático conocedor del trabajo de verificación del OIEA en la República Islámica en el marco del JCPOA, ha explicado este jueves ante la prensa en la capital austríaca que se trata de un "aumento de las capacidades nucleares" de Irán.

Sin embargo, no parece haber un cambio en la cooperación por parte iraní: "ellos anuncian sus planes, los inspectores verifican lo que hacen y luego informan (a los países miembros del OIEA)", ha explicado la fuente bajo la condición del anonimato.

Según la verificación del miércoles, los técnicos iraníes seguían acomodando las tuberías de dos cascadas con 164 centrifugadoras modernas para preparar la inyección de material fisible.

"Tercera" fase de incumplimientos

De esta forma, Teherán hace realidad lo que ha llamado la "tercera fase" de incumplimientos, después de que en julio superara tanto la cantidad como la pureza del uranio que le autoriza el acuerdo.

El JCPOA está en peligro de quedar en papel mojado desde que Estados Unidos se retirara el año pasado e impusiera nuevas sanciones a Irán, que acaba de intensificar.

Teherán ha reaccionado violando el acuerdo y exigiendo que los países europeos signatarios del mismo le garanticen los beneficios económicos que el pacto le concedía.

El acuerdo prevé importantes limitaciones en el programa nuclear de Irán para evitar que país se haga con bombas atómicas.

A cambio, se levantaron las sanciones internacionales contra el país y se prometió una normalización económica, que está en entredicho desde que Estados Unidos aplicara nuevas medidas punitivas, sobre todo contra el sector petrolero del país.

La tensión no ha parado de crecer desde que EE.UU. abandonó el acuerdo

Irán y las seis grandes potencias mundiales -Francia, el Reino Unido, Alemania, China, Rusia y EE.UU.- alcanzaron un acuerdo histórico en 2015 por el que Teherán se comprometía a limitar su programa nuclear para no poder desarrollar a corto plazo una bomba atómica, a cambio de facilidades económicas y comerciales.

En mayo de 2018, el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó la salida de EE.UU. del acuerdo nuclear y volvió a imponer sobre la economía del país persa todas las sanciones que había levantado con el pacto, incluidas las relacionadas con el sector petrolero.

Por esa razón, cuando se cumplía un año de la salida de EE.UU. del acuerdo, el presidente iraní, Hasán Rohaní, dio un ultimátum de 60 días al resto de países firmantes para advertirles de que Irán comenzaría a incumplir el pacto si no le garantizan las exportaciones de petróleo y las transacciones bancarias.