EE.UU. reduce a 18.000 la cifra de refugiados que admitirá en los próximos 12 meses
- Será para el año fiscal 2020, que va de octubre de 2019 a septiembre de 2020, siendo la cifra más baja desde 1980
- Para el año fiscal 2019, las autoridades estadounidenses establecían la admisión de 30.000 personas
Estados Unidos ha anunciado este jueves que reducirá a 18.000 el número de admisiones de refugiados para el año fiscal 2020 (que va de octubre de 2019 a septiembre de 2020), la cifra más baja desde hace décadas y ha alegado que su intención es tomar decisiones "basadas en la realidad".
Es un número considerablemente inferior al "techo de refugiados" impuesto por las autoridades estadounidenses para el año fiscal 2019, que establecía la admisión de 30.000 personas.
Se trata de un nuevo hito histórico: desde la creación de este programa de reasentamiento en 1980, el promedio anual ha superado los 95.000 reasentamientos.
Esta cuota debe ser discutida ahora con el Congreso antes de ser, a menos que sea una gran sorpresa, confirmada por Donald Trump, cuya lucha contra la inmigración sigue siendo uno de los principales caballos de batalla a un año de las elecciones presidenciales.
En suma, estas cantidades son muchísimo más bajas que las que hubo durante la Administración del expresidente Barack Obama (2009-2017), quien abrió la puerta a unos 110.000 refugiados en el año fiscal 2017 y a unos 85.000, en 2016, coincidiendo con la huida de miles de personas de la guerra en Siria.
"Tomar decisiones basadas en la realidad, no en los deseos"
Para justificar su decisión, el Departamento de Estado de EE.UU. ha asegurado en un comunicado que en el "centro de la política exterior de la Administración Trump está el compromiso de tomar decisiones basadas en la realidad, no en los deseos, y de impulsar resultados óptimos basados en hechos concretos".
EE.UU. ha afirmado que está trabajando para "atacar los problemas en la fuente" donde se originan y que, por eso, "está trabajando duro para resolver los conflictos en Siria y Afganistán, fortalecer las economías y los Gobiernos de los países de Centroamérica y fortalecer el Gobierno legítimo de Venezuela contra la tiranía de (Nicolás) Maduro".
En realidad, Trump ha recortado la ayuda para los países del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Honduras y Guatemala), y ha alcanzado acuerdos con ellos y con México para limitar el número de solicitantes de asilo que llegan a territorio estadounidense.
Asimismo, ha rechazado otorgar a los venezolanos en EE.UU. el Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés), un permiso que les permitiría trabajar y vivir legalmente en el país.
Organizaciones critican la reducción de refugiados
Organizaciones protectoras de los refugiados y migrantes, como el American Immigration Council, han reaccionado rápidamente en Twitter. "Vergonzoso (...) Hasta hace muy poco, EE.UU. ofrecía refugio cada año a más personas que todas las demás naciones combinadas", se ha quejado esa organización.
"Es un día muy triste para Estados Unidos", ha respondido el presidente de la organización no gubernamental International Rescue Committee, David Miliband. "Es un nuevo golpe para el liderazgo estadounidense en la protección de las personas más vulnerables del planeta", ha añadido, haciendo referencia a una decisión "sin fundamento e innecesaria que perjudica los intereses de Estados Unidos y mancilla sus valores".
Refugees International también ha denunciado una "triste constatación para el liderazgo estadounidense".
"Me encuentro actualmente en Colombia, donde unos 5.000 venezolanos buscan refugio cada día", ha dicho el presidente de esta organización humanitaria, Eric Schwartz, en un comunicado. " Lo que el presidente Trump dice que es difícil para los Estados Unidos, es decir, dar la bienvenida a 18.000 personas en un año, Colombia lo hace cada cuatro días", ha explicado.
Desde que Trump llegó a la Casa Blanca en enero de 2017, el cupo de refugiados se ha ido reduciendo progresivamente.