Salvar el planeta, la tendencia más potente de la pasarela
- Stella McCartney denuncia el daño que hace la moda pero cree que hay esperanza
- Givenchy, como ha hecho Dior, envuelve su colección en una filosofía sostenible
De Stella McCartney se dice que es la abanderada de la moda sostenible y ahora París la ha bautizado como la heroína de la moda verde. La diseñadora británica fue una de las primeras en desterrar las pieles de sus colecciones e invitar al consumo responsable. Lleva más de una década inmersa en esta filosofía de moda, y de vida, pero su batalla no ha cesado.
"Os invito a todos a uniros a mí en esta lucha, con valentía, esperanza y sin miedo, porque podemos construir un futuro mejor juntos", decía este lunes a los invitados a su desfile. La colección está confeccionada con tejidos sostenibles, algodones orgánicos y materiales reciclados.
Las siluetas son fluidas, ligeras y cómodas. El cuerpo necesita libertad de movimientos porque hoy es preciso actuar, moverse, concienciar. Las prendas que oprimen tienen una connotación negativa para ella. Lo que oprime el cuerpo oprime el pensamiento.
Vemos chaquetas largas de corte recto, pantalones bombachos, gabardinas por debajo de la rodilla marcadas en cinturas y mangas mediante cuerdas, monos de pata ancha, faldas midi y largos caftanes con discretos volantes o brocados étnicos. Los colores van desde los suaves y neutros hasta los más potentes tonos de naranja y azul. Una paleta natural con una clara sintonía con el medioambiente.
Para estampar juega al contraste y vemos juegos de geometrías en blanco y negro y jardines con flores silvestres, siempre perfectas para conectar con esa naturaleza que hoy está gravemente herida. Stella McCartney reflexiona y hace autocrítica.
“No somos perfectos, y lo reconocemos. Como todos los empresarios formamos parte del problema. Pero vamos más allá cada día para encontrar soluciones que existen en una industria que necesita desesperadamente un cambio", reconoce la diseñadora que, sin embargo, ve luz al final del tunel. “La crisis existe, pero hay esperanza”.
En su desfile destacaron dos modelos. Una top de los 90, Amber Valleta, que revive su gloria en la pasarela, y Kaia Gerber, la famosa hija de Cindy Crawford. Pero Stella McCartney es noticia, además, por varios motivos. Se ha convertido en la accionista mayoritaria de su firma tras comprar la parte que tenía el grupo Kering y se ha asociado con el grupo LVMH en el que entra como asesora de transición ecológica.
No es la única firma que en esta semana de la moda de París lanza este mensaje. Antes lo hicieron Maria Grazia Chiuri, directora creativa de la casa Dior, y Clare Waight Keller, directora creativa de Givenchy que además se suma a ese homenaje a la madre naturaleza provocando ese 'esperado' retorno a feminidad, aunque ahora con una actitud más libre, abierta e inclusiva.
Clare Waight Keller, juega a mezclar ideas y conceptos, y basa su colección en un imaginario encuentro entre la belleza simétrica de las flores de los libros de botánica y la fuerza que cada día hierve en la jungla urbana. Las flores de naturaleza retro conviven así con prendas hechas con vaqueros reciclados para imprimir en cada pieza "recuerdos de veranos pasados".
Hay un claro apego por rescatar formas y colores que arrasaron en los 90, y también una férrea defensa de la eliminación de las barreras de género: vemos blazers de cuadros con camisas abotonadas y camisetas sin mangas 'retorcidas', un tanto grunges, con pantalones sueltos en tonos nude, carbón y negro.
Vivienne Westwood también desterró las pieles hace años y ahora trabaja solo con materiales sostenibles, como la viscosa, y apuesta por prendas que tienen un largo recorrido, prendas que describe como mutantes porque tienen la virtud de cambian según con qué se combinen. "Son prendas que no se cansan nunca de tu ropa", dice la gran dama de la moda.
Además, propone prendas con mensaje. Como el vestido Tiger que pone el foco de atención en la Tigre de Sumatra que está en peligro de extinción. Una pieza que es fruto de su colaboración con Fauna & Flora Internacional, una organización que trabaja para la conservación del planeta.
Para algunos son pequeños gestos, para otros es postureo. Pero lo cierto es que los gurús de la moda tienen la obligación de empezar a cambiar la forma de producir pero sobre todo de influir en la sociedad, en sus clientes, para que se cambie la forma de consumir.