Enlaces accesibilidad

Muere Jessye Norman, estrella de la ópera estadounidense

  • Ganadora de cinco premios Grammy, ha sido una de las cantantes estadounidenses más galardonadas
  • Norman ha muerto a los 74 años y se convirtió en una de las primeras afroamericanas en triunfar en la ópera

Por
GIRA DE LA CANTANTE ESTADOUNIDENSE JESSYE NORMAN
La cantante estadounidense Jessye Norman en una imagen de 2009

La reconocida soprano estadounidense Jessye Norman ha muerto a los 74 años tras sufrir un fallo multiorgánico derivado de un shock séptico, según ha informado el diario The New York Times.

Norman ha sido una de las cantantes estadounidenses más galardonadas. Ganó cinco premios Grammy, cuatro por sus álbumes y uno por su trayectoria musical. Recibió el prestigioso Kennedy Center Honor en 1997 (fue la persona más joven en recibirlo) y la Medalla Nacional de las Artes en 2009.

Tal y como ha confirmado su familia en un comunicado, la legendaria cantante había sufrido una lesión en la médula espinal en 2015. Norman, especialmente conocida por sus interpretaciones de la obra de Richard Wagner, se convirtió en una de las primeras afroamericanas en triunfar en el mundo de la ópera.

"Estamos muy orgullosos de los logros musicales de Jessye y de la inspiración que fue para públicos de todo el mundo y continuará siendo una fuente de alegría", ha señalado en su anuncio la familia de Norman.

También, añaden, están especialmente orgullosos de sus esfuerzos humanitarios en asuntos como el hambre, las personas sin hogar o la educación de los jóvenes en arte y cultura.

La cantante fundó en 2003 la Jessye Norman School of the Arts en su ciudad natal, Augusta (Georgia), para promover la educación en las distintas artes de jóvenes sin medios.

La intérprete afroamericana fue al comienzo de su carrera una de las pocas cantantes negras que encarnaban papeles importantes del repertorio operístico, que interpretó en las grandes salas del mundo, de la Scala al Metropolitan, donde cantó más de 80 títulos desde que debutó en 1983 con Las Troyanas, de Berlioz.

Fue en los mejores teatros del mundo Carmen y Aida, cantó el repertorio wagneriano y cruzó fronteras estilísticas para dar una nueva vida a Duke Ellington y otros grandes del jazz.

Dueña de una voz de extraordinaria sonoridad

Norman nació en la época del segregacionismo y su primer contacto con la música fue en la iglesia, donde acudía con su madre y su abuela, ambas pianistas, y su padre, cantante.

Tras obtener una beca para estudiar música en la Unversidad de Howard, en Washington DC, y después de perfeccionar su formación en el Conservatorio Peabody, de la Universidad de Michigan, debutó en 1969 en Berlín asumiendo el rol de Elisabeth en Tannhäuser, de Wagner.

"El palacio del sonido", como la describió el New York Times, era dueña de una voz enorme, que llegaba a cada rincón del auditorio y abría nuevas dimensiones al espectador.

Tenía el doctorado honoris causa de varias universidades, entre ellas Juilliard, Harvard y Yale, además de ser miembro de la British Royal Academy of Music y comandante de la Orden de las Artes y las Letras francesa,

Dueña de un bellísimo color en la voz y sensibilidad musical, Norman actuó en España en varias ocasiones, entre ellas la que protagonizó en 1999 en el Teatro Real, donde puso en pie al público.

Con el mismo repertorio que luego hizo en Barcelona, hizo un repaso por algunas de las piezas más queridas por ella, desde Richard Strauss a Ernest Chausson pasando por Duke Ellington.

El recital estuvo rodeado de polémica porque la Comisión Ejecutiva del patronato del teatro consideró que era excesivo lo que se le había pagado, 22 millones de pesetas de entonces, y porque se pusieron a la venta algunas entradas de 50.000 pesetas, que daban derecho a cena y a que el nombre de las personas o empresas que las adquiriesen figurara en el programa de mano.