Se cumple un año de la desaparición y muerte del periodista saudí Jamal Khashoggi
- El periodista entró el 2 de octubre en el consulado saudí en Estambul y nunca se le volvió a ver
- El caso ha dañado profundamente las relaciones de Arabia Saudí con sus socios
Este miércoles, 2 de octubre, se cumple un año del asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul. El caso, que causó un escándalo internacional y una crisis diplomática, aún persigue al príncipe y heredero Mohamed bin Salman, que presuntamente ordenó la desaparición del periodista, crítico con el régimen.
En declaraciones con diversos interlocutores, Bin Salman ha asumido su responsabilidad "porque estaba al mando", pero asegura que "no sabía nada".
Desaparecido en el consulado
Khashoggi, un periodista crítico moderado con el Gobierno saudí que colaboraba con el diario estadounidense The Washington Post, entró el 2 de octubre en el consulado de su país en Estambul y nunca salió vivo.
Según la hipótesi manejada por los investigadores de la policía de Turquía, Khashoggi fue asesinado al poco de entrar en la delegación y su cuerpo desmembrado. Las autoridades turcas han facilitado a algunos países grabaciones en las que puede oírse lo que ocurrió en el consulado.
Riad cambió su versión en varias ocasiones pero no logró disipar las sospechas, y finalmente admitió su muerte. La Justicia saudí abrió un caso con once acusados, en el que la Fiscalía pide la pena capital para cinco de ellos.
En junio, la relatora de la ONU para las ejecuciones extrajudiciales señaló directamente a Mohamed bin Salman por el crimen, y el Senado de Estados Unidos acusó en diciembre al príncipe heredero.
Relaciones internacionales dañadas
El suceso ha provocado un profundo daño a la imagen del reino donde se ubica las ciudades santas musulmanas de La Meca y Medina. Numerosos países e inversores privados se retiraron del foro de inversiones saudí, conocido como el "Davos del Desierto", que se celebró el mismo mes de octubre. Otros estados han suspendido la venta de armas a Riad (no es el caso de España, que las mantiene) o han impuesto sanciones.
Gerd Nonneman, profesor de la Universidad Georgetown de Catar, ha explicado a la agencia Efe que, pese a que las grandes empresas y los gobiernos han reconstruido sus relaciones con Riad, "la relación, al menos con Occidente y parte de la comunidad mundial de negocios, sigue dañada y frenada".
Por su parte, Haizam Amirah-Fernández, investigador del Real Instituto Elcano, cree que el caso no está cerrado. "El caso Khashoggi está suspendido a cambio de una abultada factura económica mientras la Casa Blanca y su actual inquilino siguen considerando que hay beneficio económico que extraer manteniendo el caso en suspenso", ha indicado a Efe.
"El fantasma de Khashoggi perseguirá al príncipe heredero para el resto de los tiempos sea cual sea su responsabilidad futura", concluye Amirah-Fernández.