Louis Vuitton encuentra el lado más femenino del dandismo
- Nicholas Ghesquiére, su director creativo, imprime un nuevo significado a la palabra dandi
- La colección mezcla la rebeldía de la Belle Époque con la androginia setentera
El rostro de Sophie Xeon se asoma desde una enorme pantalla y su voz envuelve de magia la sala del Louvre en el que Louis Vuitton ha hecho su desfile. ¿Hay intencionalidad en la elección de esta artista transexual por parte Nicolas Ghesquiére? Para responder a esta pregunta es necesario desgranar la colección que conecta con el París de la Belle Époque. Pero en la pasarela no hay ni rastro de flappers porque el modisto se obsesiona con el dando y su ambigua masculinidad.
En los años 20 del siglo XX la mujer se rebeló contra el corsé, recortó las faldas y ocultó su pecho pero además adoptó costumbres y prendas hasta entonces propias del hombre. Ahora el modisto francés reinterpreta esa actitud rebelde con prendas que surgen de la yuxtaposición de ideas y la mezcla de códigos de los ambos géneros.
“La idea es mezclar diferentes estilos sin preocuparse de parecer demasiado masculina", dice, Ghesquiére.
Su mujer aporta una nueva, y necesaria, definición a la palabra dandi que amplia su significado. Y lo hace adoptando elementos de un romanticismo impropio que, sin embargo, casa muy bien con el espíritu de la colección. Por ejemplo: las mangas abullonadas de los vestidos saltan a las camisas masculinas que se llevan con pantalones y chalecos de punto un tanto retro.
No hay nada nuevo en la colección. Son las prendas de siempre, e incluso las siluetas que solemos ver en los desfile de Vuitton, pero ahora llevan entre sus costuras un cambio. No es un giro estético, es más un giro emocional.
Un aire setentero, un aire que Ghesquiére adora, se instala en la pasarela, en las siluetas y en los tejidos y el color: violetas, blancos, verdes, amarillos, azules y naranjas tintan una propuesta osada en las mezclas, tanto de prendas como de texturas. Otra caracteristica de los locos años 20 es la influencia que el arte y la decoración ejercieron sobre las tendnecias en moda. Y en esta colección se aprecia un marcado estilo 'arty' que se rebaja con elegancia en intensidad pero no en lujo.
Setenteros son los abrigos, los vestidos estampados con flores y los pantalones con pata de elefante, prendas que parecen rescatadas de una tienda de segunda mano. ¡Hasta las lentejuelas, uno de los materiales más conectados con la nostalgia, tienen ese aire vintage que tan bien le sienta!
Lo que no es retro, más bien todo lo contrario, es el tímido guiño que la icónica casa de lujo hace a la sostenibilidad, quizá empujada por las circunstancias y la presión social. Toda la madera empleada para hacer los asientos, que proviene de bosques sostenibles, se ha donado a un proyecto artístico d la asociación ArtStock.
En la pasarela brilló la española Miriam Sánchez, que ha hecho muchos de los desfiles importantes de esta temporada. En las primeras filas brillaron estrellas del cine como Alicia Vikander, Jessica Biel, Justin Timberlake, Jennifer Connelly, Justin Theroux, Chloé Grace Moretz y Catherine Deneuve.
Con el desfile de Louis Vuitton se termina la temporadada de desfiles y París recoge la pasarela hasta enero de 2020, mes en el que, de nuevo, comienza la temporada. Primero con los desfiles de moda masculina y después con la alta costura.
Antes del desfile de Vuitton se pudo ver el de Lacoste con la colección firmada por Louise Trotter, que ha cautivado a la prensa e invitados. Es un trabajo excelente que logra equilibrar la historia de la firma con las vanguardias que recorren las pasarelas. El cocodrilo más famoso de la moda ha vuelto con un hambre feroz de fama y, sobre todo, de ventas.